"El Cervantes no debe ser objeto de discusi¨®n permanente entre ministerios"
El exdirector de la Real Academia Espa?ola llevar¨¢ las riendas del instituto que, desde 1991 y con desigual fortuna, vela por la protecci¨®n y promoci¨®n del espa?ol en el mundo. Garc¨ªa de la Concha (Villaviciosa, Asturias, 1934) se impuso a otros candidatos que hab¨ªan sonado para el cargo: Carmen Iglesias, Jes¨²s Silva, Luis Alberto de Cuenca y Jos¨¦ Luis Garc¨ªa Delgado. Quien fue director de la RAE entre 1998 y 2010 e impulsor de alianzas con el resto de academias en el mundo llega al Cervantes tranquilo y "encantado". En el seno de la Academia fue responsable de cuatro congresos internacionales de la Lengua, templos ef¨ªmeros de la salvaguarda del idioma: Valladolid, Rosario, Cartagena de Indias y Valpara¨ªso, este ¨²ltimo finalmente anulado a causa del terremoto que asol¨® Chile. Cruz¨® el charco 47 veces para fortalecer la Asociaci¨®n de las 22 academias de la lengua. El resultado fue la entrada del espa?ol en la globalizaci¨®n y en el siglo XXI, por su llegada a la Red y por sus publicaciones -del Diccionario de dudas a la Nueva gram¨¢tica pasando por la pol¨¦mica Ortograf¨ªa-.
"El espa?ol debe mostrar la riqueza y variedad de todas sus formas y sonidos"
"Hay que ampliar presencia en China, Jap¨®n, India, Brasil y Estados Unidos"
"Todos los que hablamos espa?ol estamos obligados a promoverlo"
"Hay que buscar apoyos en las empresas, industrias y bancos"
La temperatura en torno al Instituto Cervantes hab¨ªa crecido en todos los frentes durante las ¨²ltimas semanas. Por un lado, el anuncio electoral de que habr¨ªa un ministerio de Cultura m¨¢s d¨¦bil a cambio de un Cervantes m¨¢s fuerte. Por otro, y pasadas las elecciones, la vieja disputa por el control de la instituci¨®n entre los ministerios de Cultura y Exteriores (del que depende). Tras la negativa de Vargas Llosa hac¨ªa falta alguien que fuera capaz de apagar todos los fuegos sin herir la susceptibilidad de ninguno de los pir¨®manos: ese alguien era V¨ªctor Garc¨ªa de la Concha.
Personaje h¨¢bil y dialogante que se mueve tan bien en los palacios como en las bibliotecas, fil¨®logo, te¨®logo y, en sus a?os de sacerdote, ayudante del cardenal Taranc¨®n, culmin¨® el proyecto de su maestro, Fernando L¨¢zaro Carreter, de hacer que la Academia siguiera una pol¨ªtica internacional que terminara con el centralismo ling¨¹¨ªstico espa?ol.
Cuando dej¨® los mandos de la RAE hace dos a?os, estaba al frente de una instituci¨®n con seis millones y medio de euros anuales de presupuesto y una plantilla de poco menos de 100 personas. "Somos una mediana empresa", bromeaba. Ahora pasa a dirigir los destinos de una multinacional en la que trabajan 1.160 personas en 77 ciudades de 44 pa¨ªses en los cinco continentes y con un presupuesto de 103 millones de euros seg¨²n la memoria de 2011. Uno de sus retos ser¨¢ demostrar de nuevo su capacidad para atraer patrocinios privados. Su labor en la RAE, donde consigui¨® implicar a empresas y bancos, es todo un precedente. Est¨¢ decidido a dar un giro al Cervantes y convertirlo en un faro Iberoamericano.
Pregunta. ?C¨®mo implantar¨¢ esa vocaci¨®n americana en una instituci¨®n que carece de centros all¨ª y por tanto de presencia real?
Respuesta. Entiendo que la llamada que me ha hecho el Gobierno tiene que ver, entre otras cosas, con el activo de lo que fue mi labor con las academias. S¨¦ que en Hispanoam¨¦rica no existen los Cervantes, pero estoy seguro de que el espa?ol que presente el Cervantes por el mundo debe mostrar la riqueza y la variedad de todas sus formas y sonidos. Y eso no se entiende sin Am¨¦rica.
P. Pero eso ser¨ªa como empezar de cero.
R. Hasta ahora se han hecho muy bien las cosas. Aunque las condiciones no son las ideales, muchos centros han incorporado profesores hispanoamericanos. A partir de ahora, habr¨¢ que potenciar eso con una organizaci¨®n que lo vertebre adecuadamente.
P. Est¨¢ claro en los estatutos: no se debe potenciar la cultura espa?ola, sino en espa?ol...
R. Por supuesto, y, en eso, los esfuerzos deben ser comunes. Debe ser un buque de la cultura en espa?ol en todo el mundo.
P. ?Un buque en el que la tripulaci¨®n compuesta de hispanoamericanos deba emprender una conquista de otros pa¨ªses con diferentes lenguas?
R. Un buque hisp¨¢nico que debe ampliar su presencia en pa¨ªses emergentes como China, Corea, Jap¨®n, India y, por supuesto, en dos territorios cruciales como Estados Unidos y Brasil.
P. ?Le han trasladado desde el Gobierno la preocupaci¨®n por el peligro de p¨¦rdida de liderazgo en la pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica global? M¨¦xico o Colombia pujan fuerte en ese sentido con el consecuente riesgo para Espa?a.
R. No hablar¨ªa de riesgo. Pero es cierto que la ¨²ltima vez que pude hablar con el presidente Santos, de Colombia me traslad¨® su deseo de convertir su pa¨ªs en un centro de ense?anza del espa?ol estrat¨¦gico. Tambi¨¦n los mexicanos han hecho avances. Si a todo eso unimos algunas voces cr¨ªticas en algunos suplementos que se preguntan de qui¨¦n es el espa?ol, yo contestar¨ªa que de todos. Todos sus hablantes estamos obligados a hacer un esfuerzo com¨²n para promoverlo en el mundo.
P. Pero esas buenas palabras que muchas veces salen desde el Gobierno con respecto a potenciar al espa?ol se contradicen con el presupuesto del Cervantes. Si comparamos los 104 millones del mismo con los 700 millones de libras del British Council, no hay m¨¢s que hablar. ?Le han prometido que potenciar¨¢n econ¨®micamente la instituci¨®n?
R. Sin necesidad de conocer la situaci¨®n presupuestaria, limitada, como en todas partes, luchar¨¦ por defender esa idea. Mientras, no debo sentarme a esperar que el tiempo escampe. Aunque por el momento debemos conformarnos con ser una especie de honrada familia de clase media, en ese aspecto. Pero no pienso lamentarme, aunque s¨ª convencer a los dirigentes de que es necesario replantear econ¨®micamente el horizonte, pero a la vez buscar apoyos en la sociedad civil, en las empresas, industrias y bancos que obtienen con su empleo del espa?ol buenos resultados. Pedir¨¦ su compromiso, su colaboraci¨®n.
P. Sabe que se mete en un lugar que es terreno minado entre dos ministerios. El Cervantes depende de Exteriores y de Educaci¨®n y Cultura. ?Cu¨¢l cree que debe ser su perfil? ?M¨¢s diplom¨¢tico o de mayor peso cultural?
R. Un asunto delicado. Lo que no debe ser nunca es un objeto de discusi¨®n permanente entre ministerios. Estoy seguro de que todo el mundo quiere lo mejor. La dimensi¨®n diplom¨¢tica es importante. Una embajada, si es centro para el comercio o la pol¨ªtica, tambi¨¦n lo es para la cultura. Si una empresa ofrece un mecenazgo no se le puede decir que vaya a otra oficina. Hay que aunar esfuerzos.
Babelia
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