Frankenstein, de cl¨¢sico del terror a cl¨¢sico de la comedia
EL PA?S regala el domingo la comedia de Mel Brooks y Gene Wilder, 'El jovencito Frankenstein'
En los a?os veinte y treinta del siglo pasado los estudios Universal crearon a los monstruos del cine. La cl¨¢sica imagen de Frankenstein, Dr¨¢cula o del hombre lobo que tenemos hoy en d¨ªa tuvo su origen en el cine de aquella ¨¦poca, cuando se reinterpretaron viejas leyendas y las obras literarias de Bram Stoker, Mary Shelley, Gaston Leroux, Victor Hugo o H.G. Welles. Si hoy tenemos la idea de que Frankenstein es un ser grande, de cabeza cuadrada y piel verde (se utiliz¨® ese color para recalcar el tono en el blanco y negro) o identificamos al conde Dr¨¢cula como un personaje elegante e hipn¨®tico que viste una capa, es gracias a la Universal y las caracterizaciones que hicieron Boris Karloff, Bela Lugosi y los Lon Chaney (padre e hijo).
El cine no ser¨ªa lo mismo sin estas pel¨ªculas que heredaron los gestos y formas del cine mudo y que llevaron el terror hasta el ¨²ltimo rinc¨®n del planeta. Cuando ten¨ªa nueve a?os, el c¨®mico Gene Wilder? vio por primera vez El doctor Frankenstein (1931). Y le aterroriz¨® tanto que no pudo evitar devorar las secuelas que llegaron, en especial La novia de Frankenstein (1935). Este mito cinematogr¨¢fico fue el punto de partida para el primer guion escrito por Wilder, que desembocar¨ªa en una de las comedias m¨¢s recordadas de los a?os 70, El jovencito Frankenstein, con el inefable sello de Mel Brooks. EL PA?S regala el domingo 19 de febrero del DVD de la pel¨ªcula dentro de la colecci¨®n Gran Cine.
Aunque en Hollywood casi todo es negocio, El jovencito Frankenstein es una de esas pel¨ªculas que da la sensaci¨®n de que se hizo solo para pasarlo bien, tanto los que la rodaron, como para los espectadores. Wilder le propuso el proyecto a Brooks mientras acababan de montar la comedia Sillas de montar calientes. El resultado es una parodia que mezcla sin tapujos humor absurdo, sutil, grueso y lo que se tercie. Se rodaron tantos gags que tuvieron que ense?ar la pel¨ªcula varias veces a diferentes tipos de espectadores (Mel Brooks siempre ha hu¨ªdo de los directivos de los estudios) para hacer una criba de los peores chistes. Algunas escenas, pese a que fueron consideradas como humor demasiado f¨¢cil, permanecieron y acabaron siendo momentos m¨ªticos de la comedia.
Wilder interpret¨® al protagonista, el nieto del doctor Frankenstein, que al morir este hereda su mansi¨®n y sus proyectos de devolver la vida a un cad¨¢ver. Junto a Wilder, el debut en el cine del inquietante c¨®mico brit¨¢nico de ojos saltones Marty Feldman, Peter Boyle como el monstruo que busca ser amado, Teri Garr, Madeline Kahn, Kenneth Mars y un cameo (ni siquiera figura en los cr¨¦ditos) de Gene Hackman.
Y todo, como dec¨ªan en el tr¨¢iler de la ¨¦poca, "en blanco y negro, sin ¨¢nimo de ofender":
Babelia
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