Bruce Springsteen vuelve a ondear la bandera del rock

Ya lo dice el estribillo de la nueva canci¨®n: ¡°Cuidamos de los nuestros, all¨¢ donde ondee la bandera¡±. Dif¨ªcil ser m¨¢s gr¨¢fico. Bruce Springsteen quiere cuidar de los suyos, su inseparable E Street Band, al tiempo que quiere seguir conquistando grandes plazas con su potente rock en directo. Pero regresa a la carretera precedido de las mayores de las inc¨®gnitas.

Poco se sabe por d¨®nde ir¨¢ el nuevo disco, Wrecking Ball. Como de costumbre, el entorno del m¨²sico, controlado por su inteligente m¨¢nager Jon Landau, ofrece la informaci¨®n a cuentagotas. Pero esta vez hay m¨¢s confusi¨®n que nunca. El single We Take Care Of Our Own muestra un rock d¨®cil en la l¨ªnea de The Rising, donde se mezclan las palmas e incluso una caja de ritmos. Landau ha hablado de una ¡°obra experimental¡± que combina ¡°elementos cl¨¢sicos del sonido de Bruce¡± mientras se ha filtrado que hay momentos dedicados al rap. ?Herej¨ªa? Se ver¨¢.

La mejor de las noticias la ha dado el siempre entusiasta pero poco fiable guitarrista, Steve Van Zandt, al asegurar que la E Street Band se har¨¢ acompa?ar de una secci¨®n de vientos. Suena fabuloso, si se tiene en cuenta que su mejor cancionero ofrece ese horizonte efusivo. A lo que hay que a?adir el declarado amor de Springsteen por el soul cl¨¢sico -sonido Stax o fantas¨ªas de Phil Spector- y el R&B de la Costa Este, con ese aire callejero en los metales que ofrecen amigos suyos como Gary Us Bonds o Southside Johnny.

Muchos creen que Springsteen deber¨ªa haber puesto punto y final a la E Street Band tras las muertes de Clemons y Federici, recuperando, por ejemplo, la fabulosa propuesta en solitario de la gira de Devil & Dust, pero el m¨²sico quiere cuidar de los suyos. No hay mejor manera que volver a los or¨ªgenes con una secci¨®n de vientos, como se utiliz¨® con los Horns of Love en el tour de Tunnel of Love en 1988 o durante unos pocos meses en 1976 para dar alas a las epopeyas de Born to run. Ciertamente, en las ¨²ltimas giras, se vio a un Clarence Clemons con una presencia casi testimonial, cometiendo errores en algunos de los solos m¨¢s importantes. La nueva secci¨®n de vientos ya acompa?¨® a Springsteen en diciembre de 2010, justamente en el que fue el ¨²ltimo concierto de Clemons. Con todo, la banda no se ha olvidado del espacio sentimental y uno de los saxos est¨¢ reservado para un sobrino del legendario Big Man.

Todo es una inc¨®gnita, pero volviendo a su nueva canci¨®n: ¡°Cuidamos de los nuestros, all¨¢ donde ondee la bandera¡±. Seguramente, la bandera del rock de Springsteen no deje de ondear tan r¨ªtmica y potente como siempre.