¡°Con o sin Oscar, ¡®Chico y Rita¡¯ ha cambiado mi vida¡±

"Los cubanos tenemos un trauma con la carne, as¨ª que d¨¦jame pensar¡­", dice Limara Meneses con una jugosa carta en las manos. "Cuando llegu¨¦ a Espa?a era todo carne, carne, carne; la gente me dec¨ªa, pero ni?a, que te vas a enfermar". La cartilla de racionamiento, la crisis, ya se sabe¡­ "Es que en Cuba la vaca es un animal sagrado", bromea. Limara es guajira, que quiere decir de campo. Hasta los 15 a?os no sali¨® de Ranchuelo, un pueblito de la provincia de Villa Clara, pero tras aterrizar en La Habana estudi¨® actuaci¨®n en el Instituto Superior de Arte. Uno de sus primeros papeles fue de pi?a, o mejor dicho, de bailarina de cabar¨¦ que actuaba vestida de pi?a y perd¨ªa el paso. "Lo perd¨ªa porque ten¨ªa miles de problemas materiales en su vida, como todos los cubanos".

Limara tiene 24 a?os y lleva dos viviendo en Madrid. Afirma que tiene "un pacto" con la m¨²sica, pues todos sus personajes est¨¢n vinculados a los escenarios y a los ritmos de Cuba. En 2006 hizo de A¨ªda, la esposa de Benny Mor¨¦, el cantante popular cubano m¨¢s grande de todos los tiempos. ?l le era infiel, le hac¨ªa barbaridades y ella lo perdonaba, nada que ver con Limara que, dice, no es "aguantona". Despu¨¦s de El Benny vino el papel de Rita en la pel¨ªcula de animaci¨®n de Fernando Trueba y Javier Mariscal, candidata al Oscar, una experiencia que la ha marcado y que a¨²n colea. "Tengo la corazonada de que vamos a ganar", cruza los dedos.

A su marido, que tambi¨¦n es cubano y trabaja en inform¨¢tica, lo conoci¨® en Madrid en 2009, cuando vino a doblar los di¨¢logos en ingl¨¦s de Rita. Fue un flechazo. "La verdad, Chico y Rita a m¨ª me cambi¨® la vida", confiesa. Se traslad¨® a Espa?a con una extra?a categor¨ªa migratoria t¨ªpica del socialismo cubano ¡ª"actriz residente en el extranjero"¡ª, y ya tiene una hija, Alejandra, que cumplir¨¢ seis meses el pr¨®ximo lunes, al d¨ªa siguiente de la gala de los Oscar.

Ahora est¨¢ empezando a meterse en el mundo del teatro, a buscar talleres y trabajo. "Seguro que voy a tener suerte, como Rita", r¨ªe.

Con Fernando Trueba y Tono Errando estuvo m¨¢s de un mes rodando la pel¨ªcula en la Escuela de Cine de San Antonio de los Ba?os, a las afueras de La Habana, y luego Mariscal dibuj¨® sobre sus curvas a la diva. "Filmamos todo, escena por escena. Fue un trabajo muy curioso, era como jugar: la copa que levantabas a lo mejor era un pedazo de palo y un pitillo, un bol¨ªgrafo". Eran importantes los movimientos, para que sirvieran de modelo, pero tambi¨¦n el car¨¢cter del personaje. "Fernando nos dio libertad para crear e improvisar", recuerda.

Dice que le hubiera gustado pasear por aquella Habana y disfrutar de aquella m¨²sica. "Despu¨¦s de conocer a Rita ya no soy la misma...". Y aunque le prest¨® su cuerpo, el suyo le gusta m¨¢s. "Lo ¨²nico que me mejor¨® Mariscal fue el fondillo, pero eso se lo agradecer¨¦ toda la vida", bromea de nuevo. No se siente extra?a por verse hecha un dibujo animado. "Soy totalmente yo, mis amigos me reconocen". En Madrid ha ido m¨¢s de 20 veces al cine a ver la pel¨ªcula para escuchar lo que la gente comenta. "A todo el mundo le gusta". El domingo ver¨¢ la ceremonia con Alejandra en casita y, "con o sin Oscar", otra vez sentir¨¢ c¨®mo Chico y Rita le ha cambiado la vida.