Indignados en danza
Irrumpe en Matadero de Madrid este h¨ªbrido entre danza y teatro, creado a cuatro manos entre el dramaturgo alem¨¢n Falk Richter y la core¨®grafa holandesa Anouk Van Dijk, que se hace preguntas inc¨®modas sobre la crisis econ¨®mica
Desorientaci¨®n y desasosiego, aproximaci¨®n al abismo, certeza de colapso y de caos, de inestabilidad e inseguridad. Esas sensaciones fueron las que recogieron el dramaturgo alem¨¢n Falk Richter (Hamburgo, 1969) y la core¨®grafa holandesa Anouk Van Dijk (Velp, 1965) cuando comenzaron a indagar entre amigos y conocidos acerca de la situaci¨®n de crisis econ¨®mica que ya era evidente aquel octubre de 2010, fecha del estreno de Protect Me (Prot¨¦geme), espect¨¢culo estridente y desestabilizador que intenta retratar el estado de emergencia permanente que la falta de liquidez planetaria nos ha empujado a vivir. No hab¨ªan surgido entonces los movimientos de indignados pero la pieza ya los anunciaba y los pon¨ªa a bailar, los representaba en esos cinco actores, incluido un int¨¦rprete de 85 a?os, y cinco bailarines, que luchan en escena por mantener su anterior y ficticio estado de confort y comodidad econ¨®mica, ese del que muchos gozaron antes del advenimiento de la crisis. Aunque ha pasado m¨¢s de un a?o, la vigencia de Protect Me, desafortunadamente, hoy es a¨²n mayor. As¨ª se podr¨¢ constatar este fin de semana en Matadero de Madrid, que pone en escena esta coproducci¨®n entre el prestigioso grupo teatral berlin¨¦s La Schaub¨¹hne y la compa?¨ªa de danza de Anouk Van Dijk.
La ca¨ªda vertical
En sinton¨ªa con la realidad esc¨¦nica actual, Protect Me es un h¨ªbrido que mezcla a los veteranos actores de la legendaria casa berlinesa con los atl¨¦ticos bailarines de la agrupaci¨®n de ?msterdam, en una suerte de espect¨¢culo total que, literalmente, ocupa todo el espacio de la sala y se mueve a velocidad de v¨¦rtigo bajo una m¨²sica electr¨®nica atronadora. Richter, dramaturgo y director asociado a Schaub¨¹hne, aport¨® su verbo ¨¢cido e incisivo, ya c¨¦lebre en Berl¨ªn gracias a sus numerosas obras teatrales que se dedican a diseccionar con sentido cr¨ªtico la realidad pol¨ªtica. Van Dijk, por su parte, trabaj¨® tanto con los bailarines como con los actores la noci¨®n de desorientaci¨®n f¨ªsica a partir de la Countertechnique, una t¨¦cnica de danza de invenci¨®n propia, que ya forma parte del programa de estudios de danza de la Rotterdam Academy, c¨¦lebre escuela holandesa. No se trata de una t¨¦cnica de movimiento para bailar como podr¨ªan ser las t¨¦cnicas Graham o Cunningham sino m¨¢s bien una serie de herramientas orientadas hacia el despertar de una conciencia del cuerpo. ¡°Tiene que ver con la manera c¨®mo el cuerpo se relaciona con el espacio¡±, ha explicado la core¨®grafa. ¡°No est¨¢ relacionado propiamente con lo coreogr¨¢fico, sino m¨¢s bien con la forma en que el bailar¨ªn o el actor entiende su propio cuerpo y la manera en que puede sacarle mejor partido a su potencial f¨ªsico¡±.
La ventaja de la Countertechnique radica en que puede adaptarse a las necesidades de una coreograf¨ªa, es capaz de amoldarse a los conceptos y no al rev¨¦s. Una vez que los dos creadores tuvieron claro que el camino del espect¨¢culo deb¨ªa apuntar hacia el caos que ha generado la crisis, Van Dijk supo que deb¨ªa profundizar en un aspecto espec¨ªfico de la Countertechnique que ella ha bautizado ¡°la ca¨ªda vertical¡±. Es una manera f¨ªsica de desplomarse que encaja perfectamente con la idea de derrumbamiento moral y emocional que ha generado la catastr¨®fica situaci¨®n econ¨®mica.
Confianza
A pesar de que han seguido sus propios caminos y trayectorias de una manera individual, Richter y Van Dijk han ido coincidiendo a lo largo del tiempo porque sienten que cada uno desde su propia disciplina tiene una similar manera esc¨¦nica de mirar y entender el mundo. Se conocieron hace 15 a?os en un festival de Hamburgo, en el que ¨¦l, entonces un joven e ilusionado dramaturgo, se ganaba un dinero como chofer del evento, y ella, una bailarina que ya ten¨ªa en mente inquietudes coreogr¨¢ficas, llegaba como int¨¦rprete de la compa?¨ªa Pretty Ugly Dance Company. En sus primeras conversaciones descubrieron sus intereses similares. En 1999 hicieron juntos Nothing Hurts, pero el verdadero ¨¦xito les lleg¨® con Trust (2009), una incisiva obra de teatro y danza sobre el tema del colapso, que fue la primera colaboraci¨®n de la compa?¨ªa de Van Dijk con el equipo de la Schaub¨¹hne. El ¨¦xito fue tal, que recibieron una nueva invitaci¨®n de la casa berlinesa para otra colaboraci¨®n que se convirti¨® en Protect Me que, de alguna manera, es una secuela de Trust.
El equipo de danza holand¨¦s, que la semana pasada estuvo con Protect Me en Sevilla, irrumpe en Madrid justo en el momento de su disoluci¨®n. En abril pr¨®ximo estrenar¨¢n en Alemania Rausch, una nueva colaboraci¨®n entre Richter y Van Dijk, pero de inmediato la core¨®grafa cierra su agrupaci¨®n y se radicar¨¢ en Australia despu¨¦s del verano para encargarse de la direcci¨®n art¨ªstica de la compa?¨ªa Chunky Move. Sin embargo, asegura que esta lejan¨ªa f¨ªsica podr¨ªa implicar una manera de establecer un puente, estrechar lazos y poner en pie colaboraciones entre el nuevo y pujante movimiento de la danza australiana con el de Europa.
Protect Me. Hasta el domingo 26 en Matadero (Madrid). www.mataderomadrid.org
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.