La feroz s¨¢tira social del Faustus de Marlowe
El brit¨¢nico Simon Breden busca paralelismos entre el mito del dramaturgo brit¨¢nico y la actual crisis econ¨®mica La Fundaci¨®n Siglo de Oro y un grupo de actores espa?oles estrena el montaje en los Teatros del Canal antes de iniciar una gira
Nace en curiosas circunstancias el Dr. Faustus de Cristopher Marlowe que desde hoy se puede ver en los Teatros del Canal de Madrid y que luego se embarcar¨¢ en una gira nacional e internacional.? Basado en la obra de Christopher Marlowe, adaptado por el dramaturgo David Desola y dirigido por Simon Breden, para explicar esas circunstancias tal vez haya que acudir a su misma g¨¦nesis. Breden, director de importante recorrido internacional (Royal Shakespeare Company, Teatro de Arte de Mosc¨², Royal Court¡) y nacional (Els Joglars, Teatro de la Abad¨ªa, o la Compa?¨ªa Rakat¨¢), ley¨® un art¨ªculo en la prensa brit¨¢nica, hace dos o tres a?os, que enumeraba las causas de la actual crisis econ¨®mica. Inmediatamente el director pens¨® en Faustus. ¡°Me llam¨® mucho la atenci¨®n que una de las causas primarias que indicaba era cegarse a las consecuencias a largo plazo en el af¨¢n de obtener todo lo posible a corto plazo. Esta es la conclusi¨®n a la que llega Faustus a lo largo de la obra. Vende su alma eterna a cambio de 24 a?os de placeres terrenales. Me pareci¨® interesante rescatar un comentario tan relevante a nuestro momento actual¡±.
El director ha llevado a cabo este proyecto con la Fundaci¨®n Siglo de Oro, emanada hace un a?o de la compa?¨ªa teatral Rakat¨¢ y empe?ada hace casi dos lustros en recuperar los textos cl¨¢sicos desde una perspectiva que permita al p¨²blico redescubrirlos en toda su riqueza, tanto esc¨¦nica como formal. Y para ello han contado en sus proyectos anteriores, como El perro del hortelano y Fuenteovejuna, con referentes de creaci¨®n como Laurence Boswell, Jeremy Herbert y Chahine Yavroyan, entre otros.
Tal y como se?ala Breden, no hay que olvidar que el p¨²blico espa?ol tiene por referencia el texto? de Goethe, ya que el Faustus de Marlowe es mucho menos conocido a pesar de ser anterior. El director ve como una relaci¨®n an¨¢loga en la literatura espa?ola podr¨ªa ser El burlador de Sevilla y el Don Juan de Zorrilla. ¡°Ambas parejas de obras exploran las posibilidades de sus respectivos mitos para su momento de la historia. La gran diferencia entre el tratamiento de Marlowe del mito es que a ¨¦l le interesa mucho m¨¢s que a Goethe el entorno en el que se mueve Faustus. Por eso la obra presenta toda una sub-trama que parodia las acciones de Faustus en t¨¦rminos m¨¢s c¨®micos y menos filos¨®ficos¡±, se?ala el director quien sostiene que adem¨¢s, en sus viajes, Faustus interact¨²a con todos los estamentos sociales: la iglesia, el poder militar, pol¨ªtico y econ¨®mico, la clase media, clase mercantil, los obreros, los pobres. ¡°Pero lo m¨¢s llamativo es que todos se comportan de exactamente el mismo modo que Faustus, sin haber firmado ning¨²n pacto infernal. Esto convierte la obra de Marlowe en una feroz s¨¢tira social¡±, dice.
Uno de los aspectos m¨¢s atractivos de este montaje es que el reconocido y reconocible mito de Fausto, no se ha visto en escena en Espa?a en la versi¨®n de Marlowe. Para Brenen una de las cosas m¨¢s interesantes del mito fa¨²stico es como se recicla y evoluciona desde unos vagos hechos hist¨®ricos, a la historia an¨®nima sobre la que se bas¨® Marlowe, hasta Goethe y luego la multitud de faustuses del siglo XX, que el director brit¨¢nico va desgranando: el de cine mudo de Murnau, el Mefisto de Klaus Mann, los Faustos de Marowitz o de Mamet¡ ¡°el mito tambi¨¦n accede a la cultura popular, y me fascin¨® la historia de Robert Johnson, quien vendi¨® su alma al diablo en un cruce de caminos para ser el mejor guitarrista de blues de su tiempo. El montaje ha querido recopilar estos mitos de alguna manera, ya que nuestro Faustus se inspira en estos mitos¡±, se?ala.
A la hora de abordar el trabajo con actores espa?oles como ?scar S¨¢nchez Zafra, Bruno Ciordia, Alicia Garau, Jes¨²s Teyssiere, Ana Mar¨ªa Montero, Rodrigo Arribas, Alejandro Saa y Jorge Gurpegui, Breden ha tenido en cuenta que el montaje representa una conjunci¨®n de muchos elementos que lleva desarrollando en relaci¨®n a la metodolog¨ªa de ensayo y que lleva trabajando principalmente en Inglaterra en los ¨²ltimos a?os. ¡°Una escenificaci¨®n nunca se puede considerar terminada porque eso ir¨ªa en contra de la misma naturaleza del arte. Inevitablemente hay un punto de culminaci¨®n que produce un resultado, pero la creaci¨®n radica en el proceso, y eso es lo que a m¨ª me interesa por encima de todo. He tenido la oportunidad de ligar este trabajo con el proceso de la Fundaci¨®n Siglo de Oro, y con actores espa?oles. Llevo tres a?os con ellos [anteriormente Rakat¨¢], y la compa?¨ªa viene desarrollando una importante labor de atenci¨®n al verso y a la palabra que se ha respetado en Faustus aunque se trate de una traducci¨®n y adaptaci¨®n¡±, comenta Breden quien ha aportado su experiencia, tratando de aplicar t¨¦cnicas para que el actor se sienta m¨¢s creador que herramienta. ¡°Una obra como Faustus se presta a este tipo de trabajo ya que proporciona claros puntos de partida sin estar resueltas de antemano¡± y a?ade, ¡°creo que los actores espa?oles, en general, se adaptan bastante bien a este proceso, con el beneficio a?adido que son actores muy curtidos con trabajo de texto y de palabra gracias a las metodolog¨ªas de Laurence Boswell, Ernesto Arias y Will Keen, con las que llevan trabajando un tiempo¡±.
A la hora de reflexionar sobre el montaje, Breden se?ala que los contextos sociales cambian, pero en realidad los seres humanos no: ¡°Doctor Faustus trata de nuestros excesos, y nos indica que en el exceso est¨¢ el peligro. Al fin el soberbio Doctor Faustus nos es enormemente reconocible, y al poner toda la sociedad en escena es dif¨ªcil no sentirse retratado en alg¨²n momento de la obra. Marlowe tambi¨¦n construye una clara din¨¢mica de subyugaci¨®n¡±, se?ala en relaci¨®n a que Faustus tiene un sirviente, Wagner, quien trata de hacerse con sus poderes para subyugar a su vez a Robin, quien roba el libro m¨¢gico para subyugar a Rafe, etc, etc. ¡°Al final, todos los personajes tienen una autoridad por encima de ellos y alguien a quien dominar por debajo, con lo cual Faustus es una de las primeras obras isabelinas en explorar la tesis de que el poder corrompe, y que tanto le servir¨ªa a Shakespeare. Todos los personajes explotan sus peque?os espacios de poder sobre sus pr¨®jimos, y es innegable que seguimos en esa din¨¢mica hasta nuestros d¨ªas¡±.
La obra le lleva a Brenan a concluir que tambi¨¦n hay algo a¨²n m¨¢s revolucionario en el planteamiento de Marlowe, que tiene que ver con su posicionamiento con el p¨²blico. ¡°?l se encuentra a medio camino entre el medioevo y el Renacimiento, el teatro que le precedi¨® era parecido al Auto Sacramental y su legado fue el teatro de Shakespeare. En ese momento de transici¨®n, Marlowe dej¨® de explicarle al p¨²blico qu¨¦ ten¨ªa que pensar, y dej¨® de dar respuestas y moralinas inconfundibles. En su lugar, ofrece m¨²ltiples perspectivas sobre la acci¨®n para que el espectador pueda llegar a su propia conclusi¨®n¡±. El director tiene claro que esto, ya de por s¨ª, es bastante revolucionario: ¡°Pero de alg¨²n modo Marlowe va un paso m¨¢s lejos, que es invitar al p¨²blico a reflexionar que lo que Faustus hace con su poder es bastante poco impresionante, y que se podr¨ªa usar ese poder para ir a¨²n m¨¢s lejos. Ah¨ª est¨¢ la trampa que Marlowe nos deja, permiti¨¦ndonos vernos reflejado en su s¨¢tira social y haci¨¦ndonos ver que todos somos Faustus, que con el menor indicio de poder nuestras imaginaciones toman caminos insospechados, y que de Faustus a Mefist¨®feles hay un paso m¨¢s peque?o de lo que pueda parecer¡±.
El montaje, que cuenta con vestuario de Susana Moreno y escenograf¨ªa de Dick Bird, se sit¨²a en un carnaval en la ciudad en la que vive Faustus, que termina perdi¨¦ndose en ese mundo de fantas¨ªa que Mefisto le proporciona y termina vendiendo su alma al diablo para obtener todo lo que ansiaba en su vida.
¡°La actual crisis econ¨®mica global se desenlaza como la tr¨¢gica historia de la vida y muerte del doctor Doctor Faustus. Al igual que ¨¦l, que ignor¨® todos los avisos y desaprovech¨® todas las oportunidades de salvarse que se le presentaron hasta el ¨²ltimo instante, el mundo financiero prefiri¨® ignorar todos los signos de advertencia que fueron saliendo a su paso conduci¨¦ndole inexorablemente a la autodestrucci¨®n¡±, concluye el director cuyo montaje se mantiene fiel al mundo isabelino del texto, pero genera un marco sugerente en el que se pueda desenvolver un mundo que sea tan contempor¨¢neo como cl¨¢sico.
Aqu¨ª todo el elenco de actores representa el papel de Mefist¨®feles durante la funci¨®n, ya que en esta propuesta se considera que en la actual crisis todos compartimos algo de culpa por generar una sociedad en esencia materialista y por tanto Breden cree que es m¨¢s significativo que Mefist¨®feles sea una presencia maligna que nos envuelva a todos en vez de localizarlo en una sola figura.
En cambio piensa que el Doctor Faustus ¡°es la tragedia de un individuo como se?al de alarma a una sociedad en peligro, que, d¨ªa a d¨ªa, hora a hora, minuto a minuto, se nos muestra m¨¢s necesitada de atenci¨®n frente a este extremadamente urgente, y vital aviso¡±.
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