Muere Federico Mayor Zaragoza, un cient¨ªfico comprometido con la causa de la paz y la cultura
El tambi¨¦n ministro de Educaci¨®n lleg¨® a ocupar la direcci¨®n general de la Unesco y despleg¨® una abrumadora actividad pol¨ªtica internacional
La muerte, este jueves, de Federico Mayor Zaragoza enlutece la vida cient¨ªfica, pol¨ªtica y cultural espa?ola, al arrebatar una de las personalidades de mayor relevancia y proyecci¨®n internacional de entre la ¨¦lite intelectual del pasado siglo XX. Naci¨® en Tortosa (Tarragona) en 1934 en el seno de una familia acomodada; su padre era un hombre de amplio ascendiente en el ¨¢rea de los laboratorios farmac¨¦uticos de Catalu?a. Estudi¨® Farmacia en distintas universidades nacionales y norteamericanas, y se doctor¨® en tal disciplina para optar por la Bioqu¨ªmica, especialidad en la que ser¨ªa disc¨ªpulo del asturiano y Premio Nobel, Severo Ochoa, junto con Santiago Grisol¨ªa y Julio Rodr¨ªguez Villanueva, futuro rector de la Universidad de Salamanca.
Investigador, doctor y catedr¨¢tico, desde su juventud mostr¨® inquietudes pol¨ªticas que le llevaron a integrarse en el equipo de Cruz Mart¨ªnez Esteruelas, ministro de Planificaci¨®n y posteriormente de Educaci¨®n y Ciencia, en las postrimer¨ªas del franquismo. Adscrito posteriormente a la Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico, ya en democracia, Mayor Zaragoza oficiar¨ªa como ministro de Educaci¨®n bajo la breve presidencia del Gobierno de Leopoldo Calvo Sotelo, entre 1981 y 1982.
Diputado a Cortes por UCD en la primera legislatura del posfranquismo y posteriormente por el Centro Democr¨¢tico y Social, acceder¨ªa a la Direcci¨®n General de la Unesco, organismo de Naciones Unidas para la Cultura y la Ciencia, con rango y protocolo de jefe de Estado, cometido en el que suceder¨ªa al senegal¨¦s Ahmadou Mbow. Seg¨²n explica el jurista y polit¨®logo Joan Garc¨¦s, asesor de Salvador Allende, de Fran?ois Mitterrand y del pol¨ªtico africano, que conoci¨® a Mayor Zaragoza en varios foros internacionales, de aquella etapa datan las sanciones y la retirada de fondos estadounidenses contra la Unesco, comprometida a la saz¨®n en la defensa del informe del pol¨ªtico irland¨¦s Sean McBride a favor de la libertad de expresi¨®n y de la autonom¨ªa de los medios de comunicaci¨®n respecto de distintos poderes.
A partir de entonces, Federico Mayor Zaragoza, de cu?o ideol¨®gico centrista, pas¨® a adoptar una actitud considerada por sectores de la derecha como impropia, por escorada a la izquierda. Sin embargo, Juan D¨ªez Nicol¨¢s, que perteneci¨® asimismo al equipo del ministro Mart¨ªnez Esteruelas y posteriormente ser¨ªa subsecretario en el Gobierno de Adolfo Su¨¢rez, matiza que Mayor Zaragoza, al que conoc¨ªa de cerca como vecino suyo en la localidad madrile?a de Majadahonda, ¡°mostraba una intensa conciencia social de compromiso no solo con la cultura, sino, adem¨¢s con la paz¡± que ser¨ªan dos de los componentes invariantes de su abrumadora actividad pol¨ªtica internacional, tanto en el plano cient¨ªfico como en el propiamente cultural. As¨ª encabezar¨ªa iniciativas como el Grupo de Expertos sobre la Alianza de Civilizaciones o la presidencia de la Fundaci¨®n Cultura de la Paz, entre muchos otros cometidos.
El curriculum vitae de Federico Mayor Zaragoza es de una densidad extraordinaria. Como cient¨ªfico, cre¨® un Centro de Investigaci¨®n Bioqu¨ªmica en la Universidad Aut¨®noma de Madrid, de gran relevancia internacional. A ¨¦l se le atribuye el haber sido mentor de las investigaciones desde el citado centro cient¨ªfico sobre la determinaci¨®n, en el feto humano y a trav¨¦s del examen del l¨ªquido amni¨®tico, de la presencia en el nasciturus del s¨ªndrome de Down, entre numerosas otras exploraciones cient¨ªficas.
De gran afabilidad, atractivo personal, simpat¨ªa y don de gentes, reconocen sus allegados, que cuentan de ¨¦l una an¨¦cdota seg¨²n la cual, sus estudiantes de la Universidad de Granada, de la que fue rector, dec¨ªan de ¨¦l, en guasa amable: ¡°Si eres guapo y rico, ?qu¨¦ m¨¢s quieres, Federico?¡±. Con su muerte desaparece un hombre p¨²blico comprometido en tender puentes en etapas de polarizaci¨®n ideopol¨ªtica, que combati¨® con denuedo. En la escena mundial, ¡°invocaba permanentemente el respeto al Derecho Internacional y el contenido igualitario y democr¨¢tico de la Carta de Naciones Unidas¡±, si bien criticaba con pasi¨®n el derecho de veto de las grandes potencias que, a su juicio, obstru¨ªan aquellos principios por ¨¦l invocados.
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