Dresde recibe a William Forsythe
La Tanzplattform Deutschland 2012 est¨¢ en marcha hasta el pr¨®ximo domingo y presenta su cita bienal como un amplio recorrido del quehacer germano en la danza y el ballet contempor¨¢neos. La estrella residente es William Fossythe
La organizaci¨®n de la Plataforma de Dresde mantienen su d¨¦cima edici¨®n la din¨¢mica habitual y crea los lazos y reclamos pertinentes como para que la cr¨ªtica europea y el p¨²blico del entorno se desplace a esta ciudad alemana en busca de lo que hacen no s¨®lo los nativos, sino los core¨®grafos y bailarines de todo el mundo que han escogido (o el pa¨ªs le ha escogido a ellos) Alemania para trabajar. Es un signo vital de cosmopolitismo y una de las caracter¨ªsticas fundamentales en el desarrollo de la danza y el ballet alemanes, se trata de un sentimiento real de apertura, liberado de regionalismos y otras lastras provincianas. El caso protot¨ªpico de grandes frutos de esa orientaci¨®n labroral, ya hoy con la consideraci¨®n de un cl¨¢sico moderno, es William Forsythe (Long Island, 1949), que a ofrecimiento de la ciudad establece aqu¨ª su laboratorio: The Forsythe Company, fundada en 2005, una escala de conjunto experimental que le permite riesgos y alternancia.
Hasta el pr¨®ximo domingo la intensidad espectacular se concentra tanto en las salas de la ciudad como en el emblem¨¢tico sitio vecino de Hellerau, recientemente terminado de restaurar. Tambi¨¦n se incorpora la ?pera de Dresde con el SemperOperBallett, que cumpliendo expectativas, estrena un programa monogr¨¢fico sobre piezas de repertorio del propio Forsythe, el core¨®grafo neoyorkino que tiene ya hace casi 40 a?os en Alemania su patria de adopci¨®n.
Forsythe, que comenz¨® como bailar¨ªn en Stuttgart bajo la ¨¦gida de John Cranko y luego refundi¨® el Ballet de Frankfurt (1984-2004) hasta convertirlo en un emblema s¨®lido de modernidad y en un faro est¨¦tico, mantiene su carrera global en activo, con extempor¨¢neas incursiones en las Artes Visuales (como son sus repetidas visitas a la Bienal de Venecia), la m¨²sica (las estrechas colaboraciones con compositores contempor¨¢neos alemanes como Thon Willems, Eva-Crossman.Hecht o Heiner Goebbels) y la teor¨ªa del arte, pero su centro sigue siendo el ballet, su caja de resonancia creativa y su eje formal, un ballet rupturista, a ratos desconcertante, deconstruido a voluntad. Tambi¨¦n estar¨¢n en Dresde otras figuras consagradas como Meg Stuart, Sasha Waltz, Helena Waldmann y Malou Airaudo, entre otros.
Sobre la idea, que no un lema, de la ausencia de fronteras estil¨ªsticas y exhibiendo Hellerau con el orgullo de lo que en realidad es, la edici¨®n de 2012 incide en las propuestas innovadoras que re¨²nen m¨²sica y baile contempor¨¢neos, un maridaje de progresi¨®n necesario para la supervivencia del g¨¦nero.
Hellerau es un sitio cargado de historia y no s¨®lo constre?ido a las artes de la danza. Fue en caldo de cultivo desde donde irradi¨® sus teor¨ªas Dalcroze y adonde recalaron poco despu¨¦s las core¨®grafas Grec Palucca y Mary Wigman. Ellos establecieron all¨ª su residencia y activaron una sucesi¨®n de acontecimientos y procesos creativos de vanguardia que a su vez y r¨¢pidamente se conocieron en toda Europa. Hellerau pas¨® por ¨¦pocas oscuras, desde el afianzamiento del nazismo en Alemania, la guerra y otras miserias de la historia. La restauraci¨®n se ha hecho a fondo y ha sido larga, porque adem¨¢s, se ha hecho justicia con sus personajes, algunos m¨¢s famosos que otros, pero todos igualmente vitales como pilares de la danza moderna alemana.
Hellerau fue planificada como la primera ciudad jard¨ªn en Alemania, bas¨¢ndose en las ideas del urbanista brit¨¢nico Ebenezer Howard, que muy joven hab¨ªa viajado a Norteam¨¦rica y se hab¨ªa hecho amigo de Walt Whitman y de Emerson, junto a ellos adopt¨® una visi¨®n organicista del paisaje y de las mejoras de condiciones de la vida en comunidad. Su libro ¡°Ciudades Jard¨ªn del ma?ana¡± de 1902 fue decisivo en la motivaci¨®n que llev¨® al empresario Karl Schmidt a fundar cerca de Dresde en 1909 la Hellerau actual. La idea era erigir una comunidad org¨¢nica y muy planificada en la que participaron varios arquitectos de renombre de su tiempo. Hellerau atrajo visionarios culturales de toda Europa y entre ellos se encontraban el compositor suizo ?mile Jaques-Dalcroze, un aventajado disc¨ªpulo de Bruckner al que siempre le interes¨® el ritmo y el cuerpo, el movimiento en todo su esplendor.
Hasta el inicio de la Primera Guerra Mundial, los festivales anuales atrajeron a artistas y p¨²blico inquieto de toda Europa, adem¨¢s de la elite progresista de la ¨¦poca. Con la llegada del gobierno nacional-socialista en 1933, el sue?o de Hellerau termin¨® abruptamente.
Otros nombres emergentes de la escena contempor¨¢nea que van a presentarse tanto en Hellerau como en Dresden con sus nuevos trabajos son Constanza Macras, Eszter Salamon, Sebastian Matthias y Laurent Ch¨¦taouane.
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