La diva dulce nunca se fue
El 2 de marzo de 1999 mor¨ªa de c¨¢ncer a los 59 a?os Su poderoso ADN todav¨ªa se percibe en Adele, Amy Winehouse o Sharleen Spiteri
Solo hay que escuchar Chasing pavements de Adele para descubrir que Springfield est¨¢ hoy m¨¢s viva que nunca.
Cinco a?os despu¨¦s de esa escena, en 1999, Dusty Springfield desaparec¨ªa a causa de un c¨¢ncer. Ten¨ªa 59 a?os. Hoy, una generaci¨®n de cantantes brit¨¢nicas- y de otras latitudes- ha recogido parte de su testamento musical. S¨®lo hay que escucharChasing Pavements del primer ¨¢lbum de Adele ?Dusty vive y sigue con nosotros! La otra princesa del soul-pop, Amy Winehouse, ya hab¨ªa colocado en su altar particular a la cantante brit¨¢nica junto a Etta James, Motown, blue beat jamaicano y otras devociones del santoral. Su prematura muerta nos priv¨® de otros homenajes y momentos de felicidad.
Mary Isabel Catherine Bernadette O¡¯Brien mud¨® en Dusty Springfield para su carrera como vocalista y despu¨¦s de una primera etapa como parte del tr¨ªo folk, The Springfields, se lanz¨® a la conquista del hit-parade brit¨¢nico. En medio de la oleada beat, la cantante encadena ¨¦xitos, I Only Want to Be With You, Stay Awhile, Goin¡¯ Back, etc.
En 1965 presenta su propio show en la televisi¨®n brit¨¢nica, The Sounds of Motown, donde ejerce de embajadora entre el T¨¢mesis y la factor¨ªa Detroit y recibe de t¨² a t¨² a las Supremes y otras estrellas de la casa del soul naciente. Se ha ganado el t¨ªtulo de la Hermana blanca del soul sin necesidad de despeinarse ni echar a perder su cardado imperial. Ni por supuesto, acabar con su rostro empapado de sudor.
Como mandan los canones de las estrellas de apariencia c¨¢ndida a su biograf¨ªa no le faltan partes oscuras
Para rematar su ¨¢lbum musical de los sesenta la pareja Bacharach-David se cruzan en su camino y Dusty remodela con el permiso de Dione Warwick, las canciones del d¨²o en pura ¨¦pica pop: Just Don¡¯t Know What To Do With Myself, Anyone Who Had A Heart, The Look of Love-para ese disparate 007 llamado Casino Royale- que le hacen entrar en el cuadro de honor de int¨¦rpretes bacharianos. Degusta del songbook Brel, otra piedra angular en todo int¨¦rprete que se precie, If You Go Away (Ne me quitte pas) compitiendo con Scott Walker que detenta en exclusividad el patrimonio del creador belga al otro lado del Canal de la Mancha. Hasta se mete en la gran melod¨ªa italiana, You Don¡¯t Have To Say You Love Me, versi¨®n anglosajona del tema de Pino Donaggio, Io che no vivo senza te, que el cantante presenta en el Festival de San Remo en 1965. Dusty confirma su estatus de diva. Es una de las grandes.
Como una historia conocida del pop o del rock en su biograf¨ªa se escriben curas de desintoxicaci¨®n y una condici¨®n sexual, su lesbianismo, mal digerida y siempre ocultada. Ingredientes para una comedia musical, Dusty, o un biopic mil veces anunciado y nunca llevado a cabo por Nicole Kidman. En el ¨²ltimo tramo de su carrera, los Pet Shop Boys la sumergen en sus teclados electr¨®nicos, What Have I Done To Reserve This, Nothing Has Been Proved, mientras su voz emerge nuevamente majestuosa y al mismo tiempo te?ida de suavidad.
Catorce a?os despu¨¦s de su muerte, Dusty Springfield sigue dejando su poderoso ADN y la herencia del soul british por donde quiera que se le escuche. Joss Stone, que nunca ha ocultado su devoci¨®n por la diva, pon¨ªa en pi¨¦ su versi¨®n de Son Of Preacher Man, como tributo. Hace unas temporadas la cantante del grupo Texas, Sharleen Spiteri en su debut solitario, rend¨ªa pleites¨ªa con temas como All The Times I cried o la americana, Shelby Lynne que le dedica todo un disco, Just a Little Lovin¡¯n donde repasaba en intimidad de aire jazz¨ªstico su repertorio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.