La Euroc¨¢mara frena el acuerdo internacional contra la pirater¨ªa
La C¨¢mara remitir¨¢ el texto a la justicia al dudar de que respete los derechos fundamentales 2,5 millones de ciudadanos europeos han firmado contra el ACTA
El acuerdo internacional contra la pirater¨ªa que la Uni¨®n Europea se dispon¨ªa a adoptar de inmediato tendr¨¢ que esperar al menos un a?o. El Parlamento Europeo no se f¨ªa de que el texto respete suficientemente los derechos de los ciudadanos y ha decidido remitirlo a la justicia europea para que se pronuncie. Los diputados aseguran compartir el fondo de ese acuerdo comercial, destinado a proteger la propiedad intelectual en campos tan diversos como la cultura o la medicina, pero recelan de las consecuencias que comporta su aplicaci¨®n. ¡°El 50% del debate se basa en rumores y malentendidos¡±, alega Christofer Fjellner, el diputado corresponsable de este asunto en Bruselas.
Tan solo dos d¨ªas despu¨¦s de recibir casi 2,5 millones de firmas de ciudadanos europeos contrarios al acuerdo (ACTA, por sus siglas en ingl¨¦s), la C¨¢mara comunitaria arranc¨® ayer por la tarde el debate que concluir¨¢ con un freno en seco a estas medidas hasta que el Tribunal Europeo de Justicia d¨¦ su veredicto. Antes que el Parlamento, la Comisi¨®n ya hab¨ªa expresado al tribunal sus dudas sobre los detalles de ACTA, pero el hecho de que los diputados se sumen ahora a este proceso ¨Cprobablemente en un expediente separado- supone la congelaci¨®n de esas medidas durante un largo periodo de tiempo. ¡°No viene mal aprovechar ese tiempo para debatir; ha habido mucha falta de transparencia en la negociaci¨®n del acuerdo¡±, argumenta el diputado sueco, del Partido Popular Europeo.
Leyendo algunas objeciones da la sensaci¨®n de que ACTA suponga el fin de la democracia. Pero no es verdad Karel de Gucht
Los responsables de este procedimiento en la Euroc¨¢mara han insistido hoy en el recurso al tribunal europeo como la mejor opci¨®n. El ponente David Martin ha pedido esta ma?ana a sus colegas parlamentarios que respalden esa medida porque ¡°a ACTA le faltan detalles". La votaci¨®n oficial no se producir¨¢ al menos hasta el pleno del 12 de marzo, pero los integrantes de la comisi¨®n parlamentaria de comercio internacional, en la que se debate el acuerdo antipirater¨ªa, est¨¢n convencidos de que prevalecer¨¢ su criterio y que el caso acabar¨¢ en manos de la justicia comunitaria.
En cualquier caso, las dudas de la Comisi¨®n no le impiden respaldar plenamente esta iniciativa internacional. El comisario de Comercio, Karel de Gucht, abri¨® ayer el debate en el Parlamento con una encendida defensa de su contenido. ¡°Leyendo algunas objeciones da la sensaci¨®n de que ACTA suponga el fin de la democracia. Pero no es verdad. Es parte de la soluci¨®n. La creaci¨®n y la innovaci¨®n son algo muy valioso que tenemos que proteger¡±, argument¨® el comisario, que aprovech¨® para pedir a los diputados que respalden el texto.
Este tratado, destinado a reforzar la protecci¨®n de la propiedad intelectual, lo suscribieron Estados Unidos, Australia, Canad¨¢, Jap¨®n, Marruecos, Nueva Zelanda, Singapur y Corea del Sur en octubre de 2011. En enero de este a?o se sum¨® la Uni¨®n Europea, aunque la adhesi¨®n estaba supeditada a que se ratificara en el Parlamento. Si este rechaza la iniciativa una vez reciba la respuesta de la justicia comunitaria, Europa quedar¨¢ definitivamente fuera del proyecto. Si a pesar de ello un m¨ªnimo de seis pa¨ªses decidiera adoptarlo, ser¨ªa v¨¢lido para ellos, pero no bajo el paraguas comunitario.
Las principales dudas se centran en que el acuerdo responsabiliza a los proveedores de Internet de los contenidos diseminados en la red
Las principales dudas se centran en que el acuerdo responsabiliza a los proveedores de Internet de los contenidos diseminados en la red, lo que abre la puerta, aseguran sus detractores, a una especie de censura digital. Tambi¨¦n inquietan las mayores atribuciones que se otorgan a los Estados para que persigan m¨¢s duramente la puesta en com¨²n en la red de contenidos de m¨²sica y v¨ªdeo.
Las sospechas se han extendido tambi¨¦n al mercado de los medicamentos gen¨¦ricos. Los cr¨ªticos aseguran que, al proteger las patentes, esos productos sufrir¨¢n restricciones. ¡°El acuerdo no va de eso, pero no est¨¢ claro c¨®mo interpretar estos casos con la redacci¨®n actual¡±, aclar¨® el martes el ponente de este dossier, el brit¨¢nico David Martin. El diputado socialdem¨®crata a?ade que est¨¢ a favor de preservar la propiedad intelectual porque ¡°Europa ya no puede competir con salarios bajos, sino con creatividad¡±. Seg¨²n las cifras aportadas por el comisario De Gucht, la falsificaci¨®n y la pirater¨ªa mueven unos 200.000 millones de euros al a?o.
Uno de los que m¨¢s dudas manifiesta es el espa?ol Ra¨¹l Romeva. ¡°Hay demasiada ambig¨¹edad en torno al texto¡±, asegura el diputado, integrado en el grupo europeo de Los Verdes. Por este motivo es partidario, al igual que la mayor¨ªa de la C¨¢mara, de aguardar a la respuesta de la justicia. El debate continuar¨¢ hoy y la decisi¨®n se adoptar¨¢ formalmente en los pr¨®ximos d¨ªas.
Por otra parte, la entrada en vigor hoy en Espa?a de la controvertida ley Sinde, la norma que busca frenar la descarga sin autorizaci¨®n de contenidos protegidos por derechos de autor, desencaden¨® una cascada de reacciones. El cineasta ?lex de la Iglesia ha afirmado que la ley ¡°no conseguir¨¢ acabar con la pirater¨ªa¡±. El productor Enrique Cerezo se?al¨® que se trata de "un paso importante, pero no definitivo". "A partir de ahora, ya no vale todo", ha indicado por su parte Pedro P¨¦rez, presidente de la Federaci¨®n de Productores, Pedro P¨¦rez. El toque m¨¢s cr¨ªtico ha venido de la Asociaci¨®n de Internautas; su presidente, V¨ªctor Domingo, ha se?alado que la norma ¡°pone en una inseguridad jur¨ªdica al conjunto de las p¨¢ginas web. No s¨®lo las p¨¢ginas de descargas".
Babelia
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