Un pionero que trascendi¨® la vi?eta

Habr¨ªa que retrotraerse a los a?os treinta del siglo XX para encontrar otro referente vital para la historieta de grafismo realista. Entonces, las tiras de prensa de Alex Raymond, Hal Foster y Milton Caniff, con su impronta entre naturalista y expresionista, marcaron la est¨¦tica del c¨®mic a varias generaciones de historietistas de todo el mundo. Jean Giraud, dual en su apuesta gr¨¢fica, genera junto a Hugo Pratt y Alberto Breccia una senda que, a partir de cierto momento, se bifurca para abrir nuevas tendencias. En su trayectoria como Gir, aprende el oficio con Jij¨¦ (Joseph Gillain), partiendo de un concepto naturalista del trazo para, acreedor de una s¨®lida base de dibujo, desarrollar en Blueberry (junto al guionista Jean-Michel Charlier) un realismo detallista que transmite verosimilitud a sus personajes y escenarios. Gir no s¨®lo concibe una brillante t¨¦cnica de texturas evocadoras; elabora un proceso narrativo inteligente en su sencillez ayudado por una muy bien delimitada puesta en escena. Pero Giraud es un creador inquieto que, en su interior, lleva agazapado a su otro ¡°yo¡± art¨ªstico. Si con Blueberry rompe moldes en cuanto a la historieta de g¨¦nero juvenil se refiere, reconvirti¨¦ndola en la esencia del antih¨¦roe para adultos, la conciencia de que el c¨®mic es, tambi¨¦n, un medio expresivo para la experimentaci¨®n y la g¨¦nesis de menajes m¨¢s elaborados, abre el camino a Moebius.
Tras firmar algunas historietas como Moebius desde 1963, en 1975 aprovecha la coyuntura que le ofrece la aparici¨®n de una revista de la que es cofundador, M¨¦tal Hurlant, para con la fantas¨ªa y la ciencia ficci¨®n como referentes abrir nuevos caminos a la ¨¦tica y la est¨¦tica de los c¨®mics. Con su consolidada base realista sintetiza, por un lado, el trazo y reelabora su grafismo en una compleja y detallista t¨¦cnica que sorprende por sublime, espectacular y evocadora. Rompe con la apuesta de planteamiento, nudo y desenlace en obras como El garaje herm¨¦tico de Jerry Cornelius, que desarrolla durante tres a?os en M¨¦tal Hurlant sin guion previo, abriendo su mente a la experimentaci¨®n y aplicando la escritura y el dibujo autom¨¢tico, generando as¨ª la que ser¨¢ obra referencial de una parte de las nuevas generaciones de profesionales del c¨®mic. Al mismo tiempo, abre la caja de Pandora para una historieta existencial, en la que el tiempo y el espacio se conjugan para generar realidades alternativas. Este camino inici¨¢tico contin¨²a en una parte de la obra que realizar¨¢ junto al cineasta, escritor y psicomago Alejandro Jodorowsky como guionista. En El Incal, la simbolog¨ªa del tarot se une al descubrimiento por parte de Moebius de las ense?anzas de Carlos Casta?eda, lo que le lleva a una condensaci¨®n de la l¨ªnea hasta su efecto m¨¢s puro y di¨¢fano, al tiempo que crea im¨¢genes simb¨®licas que se convertir¨¢n en uno de sus registros preferentes.
Su aleg¨®rica y enriquecedora apuesta visual sobrepasar¨¢ las vi?etas para llegar al cine, donde revolucionar¨¢ el dise?o de producci¨®n en pel¨ªculas de Ridley Scott, Luc Besson o George Lucas, facilitando que su impronta est¨¦tica llegue tambi¨¦n al terreno de la publicidad y de los videojuegos. Moebius continuar¨¢ evolucionando, respondiendo a las inquietudes del autor en su constante b¨²squeda personal, aplicando en su trabajo sus preguntas y respuestas vitales, al tiempo que seguir¨¢ ilustrando los ¨¢lbumes de Blueberry, que tras el fallecimiento de Jean-Michel Charlier continuar¨¢ en solitario o con otros dibujantes. En su ¨²ltima obra, Inside Moebius, publicada en seis tomos entre 2004 y 2010, aplicar¨¢ una especie de psicoan¨¢lisis, partiendo del cambio que supuso en su concepci¨®n art¨ªstica el abandono del consumo de marihuana. Heter¨®nimo de s¨ª mismo, Moebius interactuar¨¢ aqu¨ª con sus personajes, estableciendo un di¨¢logo dram¨¢tico en ocasiones, surrealista en otros, que cierra uno de los legados m¨¢s brillantes de la historieta mundial.
De hecho, el c¨®mic ha contra¨ªdo una deuda perenne con Moebius, que descubri¨® a este medio de comunicaci¨®n senderos originales que han permitido a muchos profesionales la exploraci¨®n de nuevas v¨ªas de expresi¨®n.
Antoni Guiral es periodista y divulgador de c¨®mics
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