Caza de brujas
Las nuevas autoridades madrile?as se han cepillado de un plumazo al director del teatro Espa?ol, Mario Gas, aunque este sea reconocido como el mejor de cuantos han desempe?ado dicha funci¨®n en muchos a?os. En Gij¨®n, ya es bien sabido, las nuevas autoridades locales han cesado fulminantemente al director de su festival de cine, Jos¨¦ Luis Cienfuegos, desoyendo las protestas que se han o¨ªdo incluso a nivel internacional. Por su parte, el festival de cine pol¨ªtico de Ronda, celebrado a finales del 2010, solo ha conocido una primera edici¨®n, ya que las nuevas autoridades de la ciudad siguen a d¨ªa de hoy sin pagar las deudas contra¨ªdas, dejando a galardonados y trabajadores con un palmo de narices, y truncando en consecuencia lo que promet¨ªa ser un festival interesante y hasta necesario. Se aducen razones econ¨®micas o se dejan deslizar insinuaciones que oficialmente no se desmienten, con lo que es l¨ªcito sospechar que lo que en realidad se est¨¢ cortocircuitando es la independencia creativa de los no afines. Por si fueran poco los graves recortes al cine espa?ol y a la televisi¨®n p¨²blica con los que se nos est¨¢ amenazando¡
La censura es para siempre, dec¨ªa Juan Antonio Bardem, el director de cine que tanto la padeci¨®, convencido de que lo que los censores prohibieron en su d¨ªa no podr¨¢ volver a existir nunca jam¨¢s. Cuando pase este hurac¨¢n, si es que pasa, o cambien de nuevo los mandos ser¨¢ dif¨ªcil recuperar la creatividad que ahora se interrumpe de manera tan dr¨¢stica y disparatada. Gastar menos no es ir dejando el campo arrasado¡
Rodeado de tan sombr¨ªo panorama, el mes que viene se celebrar¨¢ el festival de cine espa?ol de M¨¢laga, que a pesar de los recortes y algunos agoreros, ha anunciado un programa prometedor, que ojal¨¢ obtenga el ¨¦xito que tanto necesita el cine nuestro de cada d¨ªa. Al menos, para acallar esas voces de amenaza o de castigo. Se rendir¨¢ homenaje a La t¨ªa Tula, la obra maestra de Miguel Picazo realizada en 1964, cuando tambi¨¦n sonaban lamentos sobre la crisis en el cine espa?ol. Pero la pel¨ªcula y sus circunstancias sobrevivieron a quienes quisieron censurarla, cuyos nombres nadie recuerda.
Babelia
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