?Qui¨¦n aguanta la mirada a Fiona Tan?
La artista indonesia viaja al pasado desconocido, con retazos de documentales etnogr¨¢ficos Los personajes miran a los ojos al espectador, lo interpelan Una exposici¨®n en Sevilla recoge seis de sus v¨ªdeos
Al fondo del pasillo, ante una puerta de apertura autom¨¢tica, Fiona Tan da un paso hacia adelante, otro atr¨¢s, y no se abre. Es tan menuda y ligera que se ve obligada a saltar varias veces para que se active el mecanismo. Lo hace con los brazos extendidos. Parece un ave a punto de echarse a volar. Y hay algo de esa ingravidez en sus v¨ªdeos. La artista, nacida en Indonesia en 1966, hija de un chino y una australiana, vive desde hace a?os en ?msterdam. Ese desarraigo est¨¢ en el centro de sus indagaciones. La exposici¨®n Punto de partida, inaugurada ayer en el Centro Andaluz de Arte Contempor¨¢neo (CAAC), de Sevilla, re¨²ne seis de sus trabajos m¨¢s relevantes, presentados en su mayor¨ªa en importantes bienales y museos internacionales. Para empezar, hace una especie de presentaci¨®n con su v¨ªdeo m¨¢s autobiogr¨¢fico May you live in interesting times (Que vivas en tiempos interesantes, 1997), el que adem¨¢s la llev¨® a descubrir un verdadero fil¨®n del que han partido trabajos posteriores: un ingente archivo de pel¨ªculas mudas documentales sobre la ¨¦poca del imperio neerland¨¦s de ultramar.
¡°Tuve la suerte de que en ?msterdam est¨¢ el archivo del Museo del Cine. Yo quer¨ªa buscar im¨¢genes para May you live in interesting times, que trata sobre la parte china de mi familia y sus or¨ªgenes. Mi t¨ªo en Java, Indonesia, me cont¨® algunas historias curiosas sobre mi abuelo ¡ªatacado por un tigre en la selva o su encuentro con un fantasma¡ª que quise ilustrar con pel¨ªculas de la ¨¦poca. Vi decenas de horas de filmes y no encontr¨¦ nada demasiado ¨²til. Las historias de mi abuelo quedaron fuera del filme, pero las cosas que vi en esos documentales me fascinaron¡±.
Son el material con el que ha construido trabajos como Thin cities (1999) y News from the near future (2003). La primera recoge retratos filmados de distintos grupos de abor¨ªgenes en una instalaci¨®n de varios paneles. Las tomas se prolongan mientras los filmados miran a la c¨¢mara casi sin moverse. ¡°Son pel¨ªculas que tienen
casi un siglo de antig¨¹edad y buena parte est¨¢ rodado en Indonesia, cuando era colonia de Holanda. Son documentales etnogr¨¢ficos¡±, cuenta Fiona Tan. ¡°Tuve la suerte de que me permitieran acceder, porque no se sent¨ªan muy orgullosos de esos documentos, estigmatizados por el colonialismo. Pero me di cuenta de que no eran las im¨¢genes en s¨ª lo terrible, sino las cartelas explicativas. Por ejemplo, hab¨ªa tomas de un individuo de Nueva Guinea mirando tranquilamente a la c¨¢mara, buscando la aprobaci¨®n con su pose y su actitud. La cartela dec¨ªa: este hombre es un can¨ªbal, un terrible devorador de hombres. Quitando esa explicaci¨®n y esos prejuicios, te daba pena mirarlo. He querido liberar esas pel¨ªculas de ese tipo de ideas¡±.
El turismo de hoy es casi tan invasivo, tan da?ino, tan explotador como el colonialismo"
Y no es que esta artista sea poco cr¨ªtica con esa etapa de la historia. Todo lo contrario. ¡°Me gustar¨ªa se?alar un par de cosas. Primero: por supuesto, el colonialismo es terrible. Estoy totalmente en contra y en esas pel¨ªculas he visto cosas horrorosas¡±, dice. ¡°Pero hay que tener en cuenta que en los inicios del cine tambi¨¦n exist¨ªa la voluntad de catalogar el mundo a trav¨¦s de una visi¨®n enciclop¨¦dica. Se intentaba hacer un mapa visual de todo el mundo. Eran descubrimientos, b¨²squeda y registro de conocimientos. En esa ¨¦poca, cuando la fotograf¨ªa y el cine permitieron que las cosas se pudieran guardar en pel¨ªculas, se envi¨® a exploradores por todo el mundo para que captaran y catalogaran lo que ve¨ªan. Eso me interes¨® mucho. No era necesariamente malo, era simple curiosidad o ciencia¡±.
¡°Por otro lado, se suele pensar hoy en esta ¨¦poca poscolonial, que somos mejores que ellos¡±, a?ade. ¡°No estoy muy segura de que sea as¨ª. Me pregunto si hemos superado realmente la mentalidad colonial. El turismo es casi tan invasivo, tan da?ino, tan explotador como el colonialismo de entonces. La era del turismo guarda im¨¢genes muy similares a las que he visto de la ¨¦poca colonial. Yo planteo preguntas m¨¢s que se?alar con el dedo lo que est¨¢ bien y lo que est¨¢ mal. Y me hace preguntarme de qu¨¦ lado estoy, delante o detr¨¢s de la c¨¢mara. Creo que estoy de los dos lados, como todo el mundo¡±.
Esa es la segunda idea que Fiona Tan ha extra¨ªdo del visionado de esas viejas pel¨ªculas. La del retrato filmado. ¡°Es mirar y ser mirado a la vez¡±, afirma. ¡°Una cosa que me impresiona todav¨ªa es que esa gente te sigue mirando a la cara casi un siglo despu¨¦s de haber muerto. Estos retratos filmados son para m¨ª la ant¨ªtesis del cine. No pasa nada, est¨¢n ah¨ª de pie, mir¨¢ndote. Y casi te sientes inc¨®modo de salir de la sala y darles la espalda. La mirada directa entre dos personas genera un compromiso. Sabes que es una pel¨ªcula, pero aun as¨ª lo sientes¡±.
Es un recurso que ella utiliza en v¨ªdeos como Seven (2010), que dura siete horas y est¨¢ dividido en siete partes. ¡°Son retratos de las siete edades del ser humano. Desde los primeros meses hasta los 77 a?os¡±, explica. ¡°Cada una recoge un d¨ªa del personaje. En total, una semana. Tomo como referencia una cita de Como les guste, de Shakespeare: ¡®El mundo es un escenario y todos los hombres y mujeres son meros actores¡±. Cada uno de los personajes mira a los ojos del espectador. A ver qui¨¦n les aguanta la mirada.
El paso que ha dado esta artista entre lo documental y la ficci¨®n mantiene el gusto por la ambig¨¹edad. Un lapso de memoria (2007) transcurre en el Pabell¨®n Real de Brighton, Inglaterra. Un impactante pastiche arquitect¨®nico que pretende combinar mediante el lujo ¡ªhoy decadente¡ª todos los s¨ªmbolos de los ex¨®ticos territorios del ultramar. Est¨¢ habitado por un hombre solitario, con demencia senil, del que se ignora su pasado. Una voz en off ofrece y busca pistas en sus ritos diarios. Es un hombre blanco que act¨²a como un oriental. ¡°
Cuando entr¨¦ por primera vez a este edificio de Brighton, tan especial, supe que quer¨ªa a una persona viviendo dentro, que fuera como el edificio personificado¡±, comenta. ¡°Si rodaba solo el edificio iba a parecer como un museo, muerto y vac¨ªo. Me interesan los escenarios especulativos¡±.
El viaje es otra idea importante en su obra. El CAAC est¨¢ situado en el monasterio de la Cartuja de Santa Mar¨ªa de las Cuevas. Un lugar donde estuvo la primera tumba de Crist¨®bal Col¨®n. Marco Polo ha sido una referencia en algunos de sus trabajos. ¡°Muchas de mis piezas tratan sobre el viaje, es un arquetipo narrativo que me interesa mucho. Quiz¨¢ porque yo soy una gran viajera. Una migrante¡±, dice la artista. ¡°May you live in interesting times es literalmente un viaje porque visit¨¦ siete pa¨ªses para hacerlo y Thin cities est¨¢ formado por los filmes de estos viajeros por todo el mundo¡±.
En News from the near future (Noticias del futuro cercano, 2003), usa tambi¨¦n im¨¢genes de archivo de manera que parece que hubo un diluvio universal. El agua es el tercer tema recurrente. Los viajes en sus v¨ªdeos son a trav¨¦s del mar m¨¢s que a¨¦reos. ¡°Amo el agua y los barcos. En A lapse of memory tambi¨¦n se alude al viaje, el protagonista es un personaje muy viajado. Y la ¨²ltima pieza de la exposici¨®n, una obra sonora, se titula Brendan¡¯s isle (La isla de San Brend¨¢n, 2010). Es una isla m¨ªtica que los navegantes buscaron durante siglos en distintos lugares. Un poco como la Atl¨¢ntida¡±, cuenta. No se resiste a continuar el relato: ¡°Los antiguos mapas del mundo, como el de Ptolomeo, la situaban en el extremo m¨¢s occidental. Col¨®n la busc¨® en su viaje a Am¨¦rica, se cre¨ªa entonces que estaba cerca de las islas Canarias. Muchos viajeros intentaron encontrarla. A lo largo de siglos los mapas la situaban en un lugar, luego en otro, algunos cerca de China. Mi historia proviene de un poema muy antiguo sobre San Brend¨¢n, un monje irland¨¦s del siglo VI. Irlanda era entonces un importante centro de la cristiandad y del conocimiento. El poema medieval cuenta que este monje ley¨® un libro que describ¨ªa todas las maravillas del mundo, no se las crey¨® y tir¨® el libro al fuego. A Dios no le gust¨® el gesto y le envi¨® un ¨¢ngel que le dijo que como castigo ser¨ªa enviado a un largo viaje de siete a?os para que las viera con sus propios ojos. Lo hizo en un peque?o bote hecho de cuero y naveg¨® en busca de una isla, la del para¨ªso en la tierra. A esa isla se le llam¨® la isla de Brend¨¢n. Cuando finalmente lleg¨® al para¨ªso, dio media vuelta y regres¨®. ?No se qued¨®! Es una historia fant¨¢stica¡±. Preguntamos a esta viajera si ella ha encontrado su isla del para¨ªso. ¡°De alguna manera, s¨ª¡±, afirma. ¡°Pero como Brend¨¢n, di media vuelta y regres¨¦¡±. O
Fiona Tan. Punto de partida. Centro Andaluz de Arte Contempor¨¢neo (CAAC). Monasterio de la Cartuja de Santa Mar¨ªa de las Cuevas. Avenida de Am¨¦rico Vespucio, 2. Sevilla. Hasta el 24 de junio.
Babelia
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