Tiziano sale de viaje tras ¡®pasar la ITV¡¯

La obra maestra emprende un particular grand tour tras pasar una buena temporada en la UVI del arte. Corr¨ªa 1999 cuando el taller de restauraci¨®n del Hermitage de San Petersburgo la retir¨® de sus salas para comenzar la laboriosa y complicada restauraci¨®n de la que se considera la primera gran pieza de Tiziano: La huida a Egipto, un paisaje pintado en 1507, de 206 por 336 cent¨ªmetros. La limpieza de lacas y de repintes ajenos a la mano del artista y los an¨¢lisis infrarrojos han servido para devolverle todo su esplendor y recuperar la historia detallada a una obra cumbre del Renacimiento italiano. La expectaci¨®n entre la comunidad cient¨ªfica de todo el mundo es tal, que la National Gallery de Londres ha decidido dedicar a la obra y al milagro de su restauraci¨®n su pr¨®xima exposici¨®n temporal. Desde el 4 de abril, se expondr¨¢ junto a 26 telas de pintores venecianos que inspiraron esta singular obra. El lienzo viajar¨¢ despu¨¦s a Venecia para por fin, tras ser agasajada por las audiencias europeas, retornar a las salas italianas de la colecci¨®n permanente del museo petersburgu¨¦s.

Como ha ocurrido con recientes restauraciones de obras maestras (aquel fenomenal bruegel recobrado en Madrid, La Gioconda del Prado), la informaci¨®n aportada por el proceso resulta deslumbrante. Se puede saber mucho gracias a estos casi trece a?os de trabajo sobre las intenciones de Tiziano, la forma de su dibujo y la biograf¨ªa de sus arrepentimientos.

De La huida a Egipto constaba que fue hecha por encargo del noble Andrea Loredana para su palacio en Venecia, un impresionante edificio situado al borde del gran Canal convertido actualmente en el Gran Casino de la Seren¨ªsima. Pero en el curr¨ªculo del cuadro constaban m¨¢s lagunas que certezas. Si por ejemplo se sabe qui¨¦n fue el pagador, se pierde la pista del lienzo hasta 1768, a?o en que la emperatriz Catalina la Grande lo compr¨® de los herederos del conde Heinrich von Br¨¹hl, uno de los grandes coleccionistas de su ¨¦poca. Desde entonces, el cuadro ha permanecido a los fondos de Hermitage, museo que nunca hab¨ªa abandonado hasta ahora.

Lo que convierte a esta exposici¨®n en todo un acontecimiento en el mundo de Tiziano es que las trazas de esta obra se despegan bastante de las habituales en el maestro italiano. Este hecho provoc¨® que en algunos per¨ªodos se plantearan dudas sobre su autor¨ªa. Esa luz, los animales, la vegetaci¨®n... parec¨ªan extra?os a ojos de algunos expertos.

Ahora se ha podido determinar con precisi¨®n que fue una obra de juventud (naci¨® hacia 1485 y muri¨® en 1576), pintada cuando el prol¨ªfico y longevo artista contaba poco m¨¢s de veinte a?os. Alumno de Bellini, ech¨® los dientes de la mano de Giorgione, en cuyo taller trabaj¨® y con el que colabor¨® en la decoraci¨®n de varias iglesias. La muerte temprana de su mentor provoc¨® que Tiziano rematara un alto n¨²mero de trabajos pendientes sin que luego fuera posible distinguir d¨®nde empezaba la intervenci¨®n del maestro y d¨®nde la de su ayudante.

Irina Art¨¦mieva, investigadora del Departamento de Arte de Europa Occidental del Hermitage, asegura que no hay dudas sobre la intervenci¨®n directa de Tiziano en la obra. Al eliminar deformaciones y pinceladas posteriores, han aparecido con viveza los intensos colores propios de Tiziano. El estudio infrarrojo ha aportado una novedad inopinada: en origen, Tiziano quer¨ªa pintar una Adoraci¨®n, pero la fuerza del paisaje le llev¨® a arrastrar los personajes y eligi¨® plasmar una huida en la que la naturaleza parece calcada de la forma en que los pintores del norte de Europa abordaban la flora y la fauna.

Art¨¦mieva recuerda textos de la Vidas de los pintores de Giorgio Vasari en los que se cuenta que Tiziano aloj¨® en su casa a esos maestros para aprender de ellos, y que sus animales estaban pintados del natural.

Tanta explosi¨®n paisaj¨ªstica no le debi¨® de resultar ajena. Originario de la regi¨®n de los dolomitas, en los Alpes orientales, Tiziano volc¨® en su tela el hechizo de los animales que, creen los expertos, le hab¨ªan fascinado en la infancia. Los rebecos, corzos, bell¨ªsimas mariposas o extra?os cole¨®pteros forman el paisaje ahora resucitado del lienzo. Porque si bien la exposici¨®n, comisariada por Antonio Massotta, tiene como primer objetivo detallar el proceso de restauraci¨®n tambi¨¦n se propone descifrar los arcanos del mundo original del gran maestro renacentista.