La sensatez de Beavis y Butt-Head

¡°Beavis y Butt-Head siguen siendo dos adolescentes con la cabeza hueca. No han dejado de vestir cl¨¢sicas camisetas de grupos de rock y metal, pero ahora tienen ante s¨ª un panorama televisivo y musical completamente diferente del que conocieron en el siglo pasado¡±, explica la nota de prensa enviada por la cadena MTV para anunciar los nuevos cap¨ªtulos de uno de sus programas cl¨¢sicos. Y la explicaci¨®n no podr¨ªa ser m¨¢s certera. El conocido presentador estadounidense David Letterman lo expresaba de otra forma: ¡°Eran la representaci¨®n m¨¢s escandalosa y repugnante de todo lo que iba mal en la cultura popular juvenil en Am¨¦rica. Ahora, cuando veo la nueva versi¨®n, parecen la voz de la cordura¡±.

Es cierto, todo ha cambiado mucho. Todo menos ellos. Salieron en 1992 de la imaginaci¨®n de un desconocido aficionado, Mike Judge, que hab¨ªa realizado en su casa un corto de dos minutos, Frog Baseball, para presentarlo a un concurso. Todo era suyo: la idea, el dibujo y las voces. MTV lo compra y lo emite en su programa de animaci¨®n para adultos. El ¨¦xito de esos dos adolescentes tontos es tan grande que se encarga una serie.

El momento era perfecto para algo as¨ª. En poco m¨¢s de 10 a?os, el canal se hab¨ªa convertido en una superpotencia global que se?alaba el rumbo del mercado musical. La MTV era al pop lo que la Coca-Cola a los refrescos: una marca capaz de llegar a cualquier rinc¨®n. Y a principios de los noventa hab¨ªa decidido apostar sin ambages por lo alternativo, como la nueva m¨²sica comercial. En 1991, 120 minutes, su programa de m¨²sica underground, que llevaba a?os emiti¨¦ndose en un horario marginal de madrugada, estrena en exclusiva mundial el clip de Smell like teen spirit de Nirvana. Tiene tanto ¨¦xito que pasa a la rotaci¨®n diurna. La reacci¨®n del p¨²blico es a¨²n m¨¢s entusiasta. MTV descubre que ese nicho tiene futuro e inventa un nuevo espacio con contenidos similares, Alternative nation. Pero esta vez lo coloca en prime time. Es un ¨¦xito sin paliativos. Alternativo es todo aquello que tiene cabida en ese programa. Smashing Pumpkins, Soundgarden o Pearl Jam le deben mucho.

Beavis y Butt-Head eran los jueces oficiales de aquel movimiento. M¨¢s all¨¢ de sus aventuras delirantes, lo mejor de estos dos adolescentes sin objetivos en la vida era cuando aparec¨ªan sentados en el sill¨®n de su s¨®tano, aparentemente sin ning¨²n control adulto, a ver v¨ªdeos musicales y emitir juicios que generalmente terminaban resumi¨¦ndose en dos puntos de vista: ¡°Cool¡± o ¡°It sucks¡± (apesta).

Por supuesto, con el ¨¦xito tambi¨¦n lleg¨® la pol¨¦mica. Para los Estados Unidos m¨¢s biempensantes eran una inenarrable aberraci¨®n. Se les acus¨® de ser los causantes de que un ni?o quemara la casa de su madre, de la muerte de un beb¨¦ de ocho meses, cuando un adolescente de 18 realiz¨® una gamberrada que se parec¨ªa en parte a otra que aparec¨ªa en el programa. Eran pol¨ªticamente incorrectos, pero la era de la correcci¨®n como est¨¢ndar no llegar¨ªa hasta el segundo mandato de Clinton, en 1996, y el programa acab¨® en 1997.

Judge asegura que lo dej¨® porque el trato econ¨®mico con MTV era rid¨ªculo. Dice que se hab¨ªan aprovechado de que ignoraba por completo los vericuetos legales para hacerle firmar un contrato abusivo. Compr¨® su libertad a cambio de realizar un largometraje, Beavis and Butt-Head do America, que fue un taquillazo.

Catorce a?os despu¨¦s la cadena le propone volver a retomar los personajes. Esos son los nuevos cap¨ªtulos que comenzar¨¢n a emitirse en Espa?a el viernes. Pero ahora su nihilismo resulta inocente. En este tiempo la MTV dej¨® de ser un canal musical, Jackass convirti¨® sus gamberradas en juegos de ni?os y la transgresi¨®n de South Park les pas¨® por la izquierda. Comparados con los protagonistas de Jersey Shore, Beavis y Butt-Head parecen catedr¨¢ticos. Y no es lo mismo enfrentarse a un v¨ªdeo de Sonic Youth que a Madre adolescente o Embarazada a los 16, programas estrella de la emisora. Como dec¨ªa Mike Judge: ¡°Estos dos aun son v¨ªrgenes. Hoy podr¨ªan pasar por miembros de la nueva mayor¨ªa moral¡±.