El d¨ªa de Sir Nicanor, Patti Smith y las almendras garrapi?adas
La cantante puso su particular toque grunge en la ceremonia m¨¢s alternativa
Tololo, como llaman en familia al nieto de Nicanor Parra, estudiante de arquitectura, de 19 a?os, ten¨ªa una misi¨®n que cumplir. Su abuelo lo comision¨® para leer el discurso de aceptaci¨®n del Premio Cervantes y se convirti¨® en uno de los protagonistas de la fiesta. Su templanza ante el micr¨®fono, embutido en un chaqu¨¦ del que parec¨ªa iba a salirse, impresion¨® a todos los asistentes. A Crist¨®bal Ugarte el apodo se lo puso su abuelo cuando vio c¨®mo miraba el mundo ¡°de un lado a otro, con sus enormes y redondos ojos, como si del observatorio astron¨®mico Cerro Tololo chileno se tratara¡±. Lo contaba Colombina, su madre, muy nerviosa ante tanto invitado y tanta responsabilidad. Tsunami, otra de las nietas del premiado con nombre de guerra, sigui¨® los discursos, removi¨¦ndose en el asiento y apostada, junto a sus hermanos, en la baranda del sal¨®n de actos.
La de ayer, en la Universidad de Alcal¨¢ de Henares, fue una ceremonia algo diferente a la de otras ediciones. Fue solemne y muy natural a la vez. Algunos de los invitados a la entrega del Cervantes tem¨ªan que el acto estuviera deslucido, dada la ausencia del premiado y la del propio Rey, que tradicionalmente ejerce como anfitri¨®n. Pero los presagios se evaporaron antes del arranque. La presencia de Patti Smith, traje de chaqueta negro, corbata oscura y camisa blanca, entre los invitados, puso el toque grunge, en la ceremonia m¨¢s alternativa de la historia del premio y en la que, fuera de los miembros del jurado, brillaron por su ausencia los escritores espa?oles.
Mientras el director del Instituto Cervantes, V¨ªctor Garc¨ªa de la Concha, calificaba a Parra como el ¨²ltimo vanguardista, la cantante norteamericana lo se?alaba como ¡°rebelde y humano¡±. Lo conoce bien y lo admira mucho. Lo ha le¨ªdo en ingl¨¦s, traducido por Allen Ginsberg y Ferlinguetti en los a?os en que su antipoes¨ªa hac¨ªa furor entre la generaci¨®n beat. La cantante no habla espa?ol pero aprovech¨® la ceremonia para escribir un largo poema dedicado a Parra y a Cervantes: ¡°Los imagin¨¦ a la sombra de un banano, tom¨¢ndose un vino, mientras nosotros segu¨ªamos el acto¡±. Tras el himno, los discursos y el Gaudeamus igitur con el que se cierra la entrega, la artista alab¨® la solemnidad del acto: ¡°Me ha gustado. Sin la ceremonia la anarqu¨ªa no tiene sentido¡±, asegur¨® relajada en el patio de la universidad, ante una bandeja de almendras garrapi?adas que mir¨® de reojo sin atreverse a probarlas. A su lado, acompa?ados del presidente Mariano Rajoy, p¨¢lido y muy delgado, depart¨ªan los pr¨ªncipes de Asturias, Felipe y Letizia, que debutaban como anfitriones.
Chaqu¨¦s, abrigos de verano ¡ªel de Esperanza Aguirre de naranja subido¡ª y esos pelos lacios como reci¨¦n salidos de la peluquer¨ªa, compitieron ayer con chaquetas de pana, como la que llevaba Ra¨²l Zurita, amigo y poeta de ¡°la cala?a¡± de Parra, y las coletas de Niall Binns e Ignacio Echevarr¨ªa, amigos del premiado y coeditores de sus obras completas. En el curso del aperitivo, Patricio Fernandez, director de la revista alternativa The Clinic ¡ªel nombre tiene su origen en la detenci¨®n de Pinochet, cuando el dictador se encontraba en una cl¨ªnica londinense¡ª, pon¨ªa algunas pegas a los discursos. ¡°Me han sorprendido el del Pr¨ªncipe y el del Ministro de Cultura, ten¨ªan nivel, pero a Nicanor no le hubiera gustado que lo compararan, ni de lejos, con Gonzalo Rojas, se llevaban a matar. Tampoco le hubieran hecho gracia esas referencias a sus or¨ªgenes humildes. Suele decir que si en Chile existiera la aristocracia, ¨¦l ser¨ªa Sir Nicanor Parra¡±, cont¨®.
Como en todo lo que rodea a este pa¨ªs, hasta en el catering se notaban los recortes. Los platos de jam¨®n ib¨¦rico parecen haber pasado a la historia, sustituidos por rebanadas de pan con tomate y una peque?a lasca. Al final, cuando los invitados abandonaban el paraninfo, los ¨ªntimos del poeta visitaban la muestra amigo Zerbantes en la que se lee uno de sus poemas: ¡°En qu¨¦ quedamos entonces amigo Zerbantes hay o no caballeros andantes¡±.
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