?Pundonoroso Rafaelillo!
Decorosas las actuaciones de Moreno y Mar¨ªn El primero estar¨¢ hoy encomend¨¢ndose, porque vive de milagro
Merit¨ªsima la actuaci¨®n de Rafaelillo ayer en la Maestranza; un torero de corta estatura que estuvo hecho un gigante ante la muy deslucida y dificultosa corrida de Miura. Un torero todo pundonor, arrollador, espectacular y arrebatador que se mostr¨® muy por encima de su complicado lote, y se permiti¨® el lujo de dibujar destellos de sentimiento ante el quinto, el ¨²nico que consinti¨® una cierta confianza. Lo recibi¨® con dos largas de rodillas en el tercio y cuatro magn¨ªficas ver¨®nicas, la tercera de ellas de aut¨¦ntica categor¨ªa, con las manos muy bajas, templad¨ªsima, y una media posterior de antolog¨ªa. Le plant¨® cara de verdad con la muleta, entregado, decidido, torer¨ªsimo en todo momento, jug¨¢ndose el tipo en la b¨²squeda permanente del dominio y el triunfo.
Miura/Moreno, Rafaelillo, Mar¨ªn
Toros de Miura, -el tercero, devuelto- bien presentados, mansones, blandos, descastados y muy deslucidos. El sobrero, del Conde de la Maza, descastado y dificultoso.
Jos¨¦ Luis Moreno: estocada (ovaci¨®n); tres pinchazos y estocada tendida (ovaci¨®n).
Rafaelillo: estocada trasera y un descabello (ovaci¨®n); pinchazo y media contraria y baja _aviso_ (vuelta).
Seraf¨ªn Mar¨ªn: estocada baja (silencio); media tendida (silencio).
Plaza de la Maestranza. 29 de abril. Decimonoveno festejo de abono y ¨²ltimo de feria. Casi tres cuartos de entrada.
El animal se trag¨® muletazos muy estimables por ambas manos y detalles de toreo garboso que encendieron los tendidos. Qu¨¦ pena de ese pinchazo, que precedi¨® a una media estocada de fea colocaci¨®n. La oreja hubiera sido muy merecida por su disposici¨®n, por su valor, por su dominio y por su ¡®chuler¨ªa¡¯ de torero hondo. Muy digno estuvo en su primero, un t¨ªo, un toro imponente, duro, rocoso y deslucido de comportamiento, pero blando de remos. Rafaelillo demostr¨® que sabe lo que lleva entre las manos, se movi¨® con facilidad, no le perdi¨® la cara y se justific¨® sobradamente; incluso lleg¨® a robarle alg¨²n natural aceptable.
Muy decorosas, por otra parte, las actuaciones de Moreno y Mar¨ªn. El primero estar¨¢ hoy mismo encargando varias novenas a su advocaci¨®n m¨¢s querida porque est¨¢ vivo de milagro. El marrajo cuarto, un antitoro que no ten¨ªa m¨¢s lidia que la que pudieran darle en el matadero, le ech¨® mano cuando intentaba zafarse de ¨¦l con la muleta, y la voltereta fue espeluznante. Momentos despu¨¦s, al entrar a matar, volvi¨® a lanzarlo por los aires y lo busc¨® con sa?a en el suelo. ?Qu¨¦ mal trago, y que bueno que pueda contarlo! En su lote, inv¨¢lido y descastado, solo pudo estar voluntarioso y en estado de alerta permanente.
Tampoco tuvo opciones Seraf¨ªn Mar¨ªn. El sobrero era infame, con la cara por las nubes, y el torero se mostr¨® a la defensiva; m¨¢s entregado ante el deslucido sexto, salv¨® los muebles por su encomiable decisi¨®n.
La an¨¦cdota pintoresca la protagoniz¨® un espont¨¢neo ya mayorcito que se tir¨® al ruedo sin muleta en la lidia del tercero. Con una sudadera que tra¨ªa anudada a la cintura quebr¨® por dos veces al astifino animal y solo una suerte inmensa le permiti¨® volver a la vida civil sano y salvo.
Rejoneo matinal. Por la ma?ana, se celebr¨® el tradicional espect¨¢culo de rejoneo, en el que hubo que lamentar el percance mortal sufrido por el caballo Xelin, de la cuadra del portugu¨¦s Ra¨²l Fernandes, que fue corneado al resbalar en la cara del toro y sacrificado posteriormente. Con tres cuartos de entrada, se lidiaron toros despuntados de Ferm¨ªn Boh¨®rquez, de buen juego. Ferm¨ªn Boh¨®rquez, ovaci¨®n; Ra¨²l Fernandes, oreja; Diego Ventura, dos orejas; Joao Moura, hijo, palmas; Noelia Mota, oreja, y Francisco Palha, palmas.
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