Antisistema con fondo acomodaticio

La primera pregunta que surge tras el desenlace de El sexo de los ¨¢ngeles es c¨®mo una pel¨ªcula que va de antisistema en el plano econ¨®mico, social, sexual y hasta moral, puede ser en el fondo tan poco antisistema, tan proclive al acomodaticio aqu¨ª-me-las-traigan. Xavier Villaverde, veterano realizador gallego de carrera un tanto err¨¢tica (Continental, Finisterre y Trece campanadas son t¨ªtulos de los que nadie se acuerda pero que en su momento no molestaban), ha compuesto una historia de desenfreno juvenil que pretende querer tener los pies en la tierra por la que ahora pisan los veintea?eros, movediza sobre todo en el plano laboral, pero que en realidad esconde un mensaje poco tranquilizador.

Pongamos unos cuantos ejemplos: ?por qu¨¦ la revista en la que trabajan algunos de ellos, y en la que ninguno cobra, se enorgullece y brinda, copas en mano, por haber llegado a un acuerdo de financiaci¨®n con una distribuidora cinematogr¨¢fica que est¨¢ dispuesta a poner dinero a cambio de un buen trato para su pel¨ªcula? ?Por qu¨¦ si no tienen un duro tienen una oficina tan estilosa? ?Qui¨¦n la pagaba? ?Por qu¨¦ algunos de ellos, por muy okupas y radicales que parezcan pol¨ªticamente, siempre terminan echando mano de pap¨¢ o de un cu?ado para vivir a cuerpo de rey y mantener incluso unas motos estupendas? Simplemente porque la pel¨ªcula no es veros¨ªmil o no es coherente con sus ideas, o ambas cosas. Y aunque sea cierto que el tri¨¢ngulo amoroso-sexual que protagoniza el relato llega hasta sus ¨²ltimas consecuencias, la sociedad ha cambiado mucho (para bien) y su culminaci¨®n, quiz¨¢ escandalosa hace 20 a?os, ahora solo resulte traviesa.