¡°La II Guerra Mundial ha terminado. Voy a dictar¡±
Se publican las memorias de Ed Kennedy, el corresponsal de AP que dio la primicia de la rendici¨®n alemana y fue despedido por ello La agencia de noticias ha pedido disculpas 67 a?os despu¨¦s
¡°Reims, Francia. 7 de mayo de 1945. Alemania se ha rendido incondicionalmente al Ej¨¦rcito Aliado y a la Uni¨®n Sovi¨¦tica esta madrugada a las 2.41, hora de Francia. La rendici¨®n tuvo lugar en una peque?a escuela que sirve de cuartel general al general Dwight D. Eisenhower¡±. As¨ª comenzaba la cr¨®nica en la que Edward Kennedy, el corresponsal de guerra de Associated Press (AP), narraba en primicia el fin de la II Guerra Mundial. La exclusiva que cualquier medio de comunicaci¨®n hubiera so?ado publicar le cost¨® a su autor el puesto de trabajo. La agencia de noticias despidi¨® a Kennedy por haber desvelado una informaci¨®n que el Ej¨¦rcito hab¨ªa embargado. Sesenta y siete a?os despu¨¦s, el presidente y consejero delegado de AP, Tom Curley, ha perdido perd¨®n por esa decisi¨®n.
Las disculpas coinciden con la publicaci¨®n este mi¨¦rcoles en EE UU del libro de memorias de Kennedy, Ed Kennedy's War: V-E Day, Censorship & The Associated Press (La Guerra de Ed Kennedy: El D¨ªa de la Victorya, la censura & Associated Press, en su traducci¨®n al espa?ol), en cuyo pr¨®logo ha participado el propio Curley. ¡°Fue un d¨ªa terrible para AP. El asunto se gestion¨® de la peor manera posible¡±, dijo en declaraciones a su propia agencia. ¡°?l lo hizo todo bien¡±.
Lamentablemente, la reivindicaci¨®n p¨²blica de la labor de Kennedy llega muy tarde. El periodista falleci¨® en 1963 con 58 a?os en un accidente de tr¨¢fico. Su ¨²nica hija, Julie Kennedy, sin embargo, acepta el perd¨®n. ¡°En el pr¨®logo Curley se disculpaba, pero no me esperaba que lo hiciera de manera p¨²blica. Estoy content¨ªsima¡±, indica en conversaci¨®n telef¨®nica desde su casa en Bend (Oreg¨®n), aunque reconoce que ¡°hubiera sido maravilloso¡± de haberse producido en vida de su padre, quien siempre esper¨® a que su antigua empresa reconociera que su despido fue un error.
Kennedy fue uno de los 17 reporteros elegidos para asistir a la firma de la rendici¨®n el 7 de mayo en Reims. En su vuelo de vuelta a Par¨ªs el Ej¨¦rcito les hizo prometer a todos que no revelar¨ªan nada hasta que el anuncio se hiciera oficial por parte de los dirigentes de las potencias implicadas en el conflicto. Los Aliados hab¨ªan acordado, a petici¨®n de la URSS, hacer una ceremonia oficial en Berl¨ªn el 8 de mayo
El Ej¨¦rcito de EE UU acus¨® a Kennedy de haber violado el embargo militar y de haber faltado al juramento que hizo en el avi¨®n y lo expuls¨® de Europa
Mientras la informaci¨®n permanec¨ªa embargada, en Europa muchos segu¨ªan luchando y muriendo ignorando que la guerra, de facto, ya hab¨ªa acabado. En su habitaci¨®n del Hotel Scribe de Par¨ªs, Kennedy sintoniz¨® una emisora alemana donde escuch¨® c¨®mo se informaba del armisticio. El periodista de AP, convencido de que el embargo no se deb¨ªa a causas militares sino pol¨ªticas, se dirigi¨® a la Oficina de Censura para advertirles de que ¨¦l iba a lanzar la noticia. ¡°Durante cinco a?os hab¨¦is justificado que la ¨²nica raz¨®n de la censura era salvar vidas. La guerra ha terminado. Yo mismo he asistido a la rendici¨®n ?Por qu¨¦ no debe saberse?¡± les dijo a los responsables.
Desde su hotel telefone¨® a la delegaci¨®n en Londres. ¡°Soy Ed Kennedy desde Par¨ªs. La guerra ha terminado. Voy a empezar a dictar¡±. Solo pudo transmitir 200 palabras, suficientes para que a las 9.36 (hora de Estados Unidos, mediod¨ªa de Francia) se divulgaran alrededor del mundo, provocando la l¨®gica euforia colectiva ante tal acontecimiento. Sin embargo, en Washington no se compart¨ªa la misma alegr¨ªa. El Ej¨¦rcito de EE UU acus¨® a Kennedy de haber violado el embargo militar y de haber faltado al juramento que hizo en el avi¨®n, lo expuls¨® de Europa y prohibi¨® a AP la cobertura de cualquier informaci¨®n de guerra durante 50 d¨ªas. El reportero siempre defendi¨® que ese embargo no era militar sino exclusivamente pol¨ªtico, una impresi¨®n con la que ahora coinciden los mismos que le despidieron.
¡°Kennedy se comport¨® como un h¨¦roe, desafi¨® la censura y las presiones del Gobierno porque su compromiso estaba con la verdad. Su decisi¨®n es la encarnaci¨®n de las m¨¢ximas ambiciones a las que debe aspirar un periodismo de calidad¡±, explica en conversaci¨®n telef¨®nica el profesor John Maxwell Hamilton, rector de la Universidad Estatal de Luisiana y coautor, con Curley, del pr¨®logo del libro del reportero.
En 1945, sin embargo, muchos de sus colegas consideraron la acci¨®n de Kennedy una traici¨®n antes que una reivindicaci¨®n del derecho a la informaci¨®n y la libertad de prensa. The New York Times public¨® un editorial en el que lo acusaba de ¡°haber hecho un flaco favor a la profesi¨®n¡± y censuraba a AP por haberse vanagloriado, en un principio, de la exclusiva. ¡°Si fue una primicia fue solo porque el resto de los 16 colegas del se?or Kennedy decidieron mantener sus compromisos¡±.
Hubo otros compa?eros de profesi¨®n que defendieron el trabajo de Kennedy y le ofrecieron trabajo. En 1946, comenz¨® a trabajar como editor jefe de The Santa Barbara News-Press y tres a?os m¨¢s tarde, fue contratado como editor asociado de The Monterey Peninsula Herald. El reportero siempre reivindic¨® su decisi¨®n, lo hizo en 1948 en su art¨ªculo Lo volver¨ªa a hacer, publicado en The Athlantic Monthly, y en sus memorias, que nadie quiso publicar mientras vivi¨®.
Su hija lo ha hecho ahora. ¡°Cuando mi padre falleci¨® yo ten¨ªa 16 a?os y no ten¨ªa ni idea de lo que le hab¨ªa sucedido¡±, explica Julie. ¡°?l nunca me cont¨® nada de su vida como reportero, creo que pensaba que no estaba preparada para entender lo que supuso la II Guerra Mundial¡±. Hasta que no se ha jubilado, la ¨²nica descendiente del reportero no ha encontrado tiempo suficiente para ordenar los escritos que dej¨® su padre en los que, advierte Julie, no solo se relata lo sucedido alrededor de la exclusiva del final de la guerra, sino la dilatada experiencia de Kennedy como corresponsal.
Comenz¨® en Espa?a en 1935, reci¨¦n contratado por AP, para informar sobre la Guerra Civil
El veto del Ej¨¦rcito a Kennedy para cubrir acontecimientos b¨¦licos trunc¨® una carrera como corresponsal de guerra que comenz¨® en Espa?a en 1935, reci¨¦n contratado por AP, para informar sobre la Guerra Civil. ¡°Fue el ¨²nico reportero de EE UU presente en la toma de Tobruk [Libia] en junio de 1941, inform¨® de que en las victorias de Rommel en Libia y Egipto [1942] se emplearon obuses disparados desde cohetes contra la poblaci¨®n, estuvo en los Balcanes, con las tropas estadounidenses en la Batalla de Anzio [1943], en la retirada de los nazis de Roma [1944]¡¡±, cuenta orgullosa Julie. Aunque termin¨® sus d¨ªas en peri¨®dicos peque?os, Kennedy, seg¨²n su hija, nunca se sinti¨® frustrado por ello ni se compadeci¨® a s¨ª mismo. ¡°Se hizo cargo de peri¨®dicos mediocres y consigui¨® que la Asociaci¨®n de la Prensa de California premiara sus art¨ªculos a?o tras a?o¡±.
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