El instituto es la vida

O se est¨¢ en el instituto o se est¨¢ deseando llegar al instituto o se siente nostalgia del instituto o se quiere olvidar el instituto. He aqu¨ª otra posible divisi¨®n de la humanidad. El instituto como motor de nuestras vidas, para despegar o para seguir despe?¨¢ndose. ?Tanto eres all¨ª, tanto ser¨¢s? Quiz¨¢. Y el cine se sigue aprovechando de ello, esta vez con Infiltrados en clase, otro regreso a la escuela: el de un par de polic¨ªas novatos, tan distintos como suelen ser los protagonistas de las pel¨ªculas de colegas (buddy movies), encargados de un caso de drogas juveniles. Y aunque en ella se den cita casi todos los estereotipos, tanto en los roles como en la narrativa autorreferencial, el guion de Michael Bacall (buen cr¨¦dito: es el escritor de Scott Pilgrim contra el mundo) y el tambi¨¦n actor Jonah Hill tiene suficientes puntos ¨¢lgidos como para que se acabe olvidando su parte m¨¢s d¨¦bil: las secuencias de acci¨®n, excesivamente alargadas en la parte final.

Basada en la serie de televisi¨®n de los ochenta Nuevos polic¨ªas (21 Jump Street), protagonizada por un joven Johnny Depp (atenci¨®n al cameo), Infiltrados en clase viene a ser tambi¨¦n una especie de puesta al d¨ªa de aquel Regreso a la escuela comandado por Rodney Dangerfield en 1986, comedia en la que la mecha del humor siempre la encend¨ªa el contraste entre la nostalgia por un pasado glorioso o borroso y una necesaria redenci¨®n a trav¨¦s del comportamiento adulto. Un gamberrismo de talla mediana tirando a grande que encantar¨¢ a los que ahora est¨¢n en el instituto y que traer¨¢ buenos recuerdos a los que luchaban contra el acn¨¦ en los ochenta.