Poes¨ªa y plancton para salvar los mares
Clara Montes y el chef ?ngel Le¨®n se unen en un proyecto de arte y ecolog¨ªa
?C¨®mo m¨²sica y poes¨ªa pueden acoplarse con escultura y los fogones de una cocina de vanguardia para generar conciencia y salvar los oc¨¦anos? La respuesta es Mar de sentimientos, una iniciativa de la cantante madrile?a Clara Montes (Al sur de la pasi¨®n, Uniendo puertos, Sinf¨®nica Clara) en colaboraci¨®n con el escultor Javier Ayarza y el restaurador ?ngel Le¨®n, due?o del restaurante Aponiente en el Puerto de Santa Mar¨ªa (C¨¢diz). Hartos de tanta desidia e irracionalidad, los tres han unido su voz y sus artes en un solo grito para detener la destrucci¨®n de los mares, ¡°que no es otra cosa que apostar por la vida¡±, aseguran.
¡°La mar est¨¢ llorando / sus hijos se mueren / se va quedando sola / triste y vac¨ªa¡±, cant¨® Clara Montes el mi¨¦rcoles en el National Geogr¨¢fic de Madrid, al presentar su canci¨®n Mar de sentimientos y el proyecto del mismo nombre, mientras Ayarza lanzaba una colecci¨®n de joyas inspiradas en las escamas de tibur¨®n y ?ngel Le¨®n daba de comer platos hechos a base de plancton y pescados sin nombre, ¡°pescados clandestinos¡±, como ¨¦l les llama.
Le¨®n es conocido como ¡®el chef del mar¡¯ y su discurso sobre una ¡°gastronom¨ªa sostenible y ecol¨®gica¡± es radical: ¡°de cada mil kilos de pescado que se cogen al arrastre llegan a tierra 300; 600 o 700 kilos no llegan a puerto, se van por la borda. Nosotros cogemos esos pescados que no tienen nombre, que no tienen glamour para el ser humano y los hacemos cool aprovechando una plataforma gastron¨®mica¡¡±. Su reivindicaci¨®n es que se consuma ese pescado ¨C ¡°serranos, chicharros, peces ara?a, todos esos peces de descarte que la gente no quiere porque tienen espinas o son feos¡±- y que se haga consciencia de lo que significa de verdad el mar.
¡°Un mar de sentimientos / me confunde y me conmueve / yo quiero naufragar / al son que ella me lleve¡±, dice en su canci¨®n Clara, que lleva m¨¢s de diez a?os viviendo en C¨¢diz y comparte la misma preocupaci¨®n. Muchas veces fue a Aponiente, donde s¨®lo se cocina pescado, en un men¨² de degustaci¨®n de 21 platos que son en si mismos la historia de la cadena tr¨®fica marina ¨C¡°empezamos por el fitoplancton, zooplancton, pesca de superficie, medias agua¡, es aprender la historia del mar mientras se come¡±, cuenta Le¨®n-. Un d¨ªa Clara le ense?¨® su canci¨®n, que formar¨¢ parte de su pr¨®ximo disco en solitario, y en ese preciso instante surgi¨® esta protesta art¨ªstica colectiva. Ayarza dise?¨® la marca de joyas y complementos ¡®SaveSqualo¡¯, inspirado en las escamas plaquiformes de los tiburones y en sus aletas, tan codiciadas.
Le¨®n no es s¨®lo un cocinero de vanguardia (distinguido con una estrella Michelin), como Montes y Javier es un militante de la causa del mar y ha llegado a viajar a Bruselas para defender ante una comisi¨®n de pesca su filosof¨ªa sobre los peces de descartes. Est¨¢ feliz porque acaba de aprobarse una regulaci¨®n que obligar¨¢ a los barcos a traer toda la morralla a puerto. Suena la m¨²sica y el chef del mar habla del plancton que va a servir despu¨¦s y que cultiva ¨¦l mismo: ¡°El plancton es lo m¨¢s peque?o del mar pero lo m¨¢s expresivo, gracias a ¨¦l respiramos, es el origen de la vida¡. El plancton sabe a mar, a todo y a nada¡±.
La m¨²sica y la gastronom¨ªa se han unido en otras experiencias recientes, como en la pel¨ªcula Mugaritz B.S.O, con platos de Andoni Luis Aduriz, talleres de m¨²sica, vino y sensaciones, por Josep Roca (El Celler de Can Roca). Ferran Adri¨¤ y Carles Magraner han ali?ado una "ensalada renacentista" (m¨²sica del siglo XVI), y Gast¨®n Acurio ha cocinado un documental de sonidos y ruidos de fogones con un m¨²sico peruano, pero en esta ocasi¨®n ?ngel Le¨®n, Clara Montes y Javier Ayarza han ido m¨¢s lejos: ¡°todo nuestro arte por salvar el mar¡±.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.