CNN cae a m¨ªnimos hist¨®ricos

Acosada por la izquierda y la derecha, la cadena CNN se ha desplomado a m¨ªnimos antol¨®gicos. Abril fue el peor mes de audiencias para ese canal de informaci¨®n las 24 horas en toda una d¨¦cada. Ya en enero de 2002, CNN perdi¨® el primer puesto entre las cadenas informativas, ante el canal conservador Fox News. Ahora, la televisi¨®n de izquierdas MSNBC le arrebata el segundo puesto en las franjas m¨¢s importantes. Aunque los beneficios econ¨®micos de CNN van en aumento, los directivos del canal buscan nuevos medios para mantenerse a flote en el futuro.

En abril, la media de espectadores de CNN fue de 357.000, seg¨²n Nielsen. Supon¨ªa una p¨¦rdida de casi 100.000 respecto al mismo mes en 2011 y su punto m¨¢s bajo desde 2002. La herida de CNN es especialmente profunda en el disputado horario de m¨¢xima audiencia, de lunes a viernes entre las 20:00 y las 23:00. En marzo, Fox News registraba una media anual de 1,9 millones de espectadores en esa franja, seg¨²n mediciones de Nielsen. MSNBC alcanz¨® los 784.000. Y CNN, en tercer puesto, los 711.000.

Copan ese espacio en CNN dos presentadores: Anderson Cooper y Piers Morgan, que llegaron a esa franja en 2008 y 2011, respectivamente. El ¨²ltimo sustituy¨® a Larry King, que se retir¨® en diciembre de 2010, con las audiencias agotadas despu¨¦s de sus 25 a?os en antena. Incapaz de coger fuelle, los resultados de Morgan han sido muy modestos.

La cadena ha hecho un esfuerzo por mantenerse como una fuente de informaci¨®n neutral en un contexto en el que sus dos competidoras se ven plagadas de espacios opinativos. Bill O¡¯Reilly, un vitri¨®lico pope de la derecha, manda en el prime time de Fox News. En MSNBC, le replica Rachel Maddow, que se ha convertido en el gran azote del Partido Republicano. CNN quiere responder con programas sobrios, sustentados por entrevistas y reportajes en profundidad, que, faltos de pasi¨®n, no se traducen en espectadores.

Aseguraba recientemente el diario The New York Times que CNN padece el s¨ªndrome de la sala de emergencias. Los espectadores s¨®lo acuden a ella cuando hay un accidente, un atentado, la muerte de una celebridad, una gran cat¨¢strofe. Y luego se esfuman, provocando pronunciados desplomes de audiencia. Por ejemplo, durante el funeral de la cantante Whitney Houston, en febrero, la cadena ascendi¨® brevemente hasta el n¨²mero uno, llegando a rozar los 5,4 millones de espectadores simult¨¢neos.

Este a?o, los directivos de CNN, propiedad de Time Warner, prev¨¦n unos beneficios de 600 millones de d¨®lares, batiendo sus propias marcas. En esos pron¨®sticos entran los ingresos de otros canales, como CNN International, HLN News o CNN en Espa?ol. Pero las audiencias son determinantes para el canal, sobre todo en t¨¦rminos de planificaci¨®n. Normalmente, las plataformas de cable pagan a CNN 57 c¨¦ntimos de d¨®lar por suscriptor al mes. De ah¨ª procede, aproximadamente, la mitad de los ingresos de CNN.

La cobertura de asuntos internacionales en CNN ha deca¨ªdo notablemente. La pol¨ªtica electoral se trivializa con frecuencia. La cadena de ahora es s¨®lo un p¨¢lido reflejo de lo que era hace 20 a?os, cuando se convirti¨® en la primera en informar desde Irak durante las primeras horas del bombardeo inicial de la Guerra del Golfo de 1991, con directos desde el hotel Al Rashid de Bagdad. Atr¨¢s quedan los d¨ªas en los que el Gobierno de EE UU hablaba del ¡°efecto CNN¡±, definido por la agrupaci¨®n Brookings como ¡°la influencia, las 24 horas del d¨ªa, de la cobertura en directo de la televisi¨®n alrededor de todo el mundo¡±. Los pol¨ªticos, antes, tomaban decisiones con CNN en mente. Internet ha cambiado todo eso.

Y es precisamente en Internet donde CNN ha tratado de ganar el terreno perdido en la televisi¨®n convencional. Su p¨¢gina web, CNN.com, es uno de los l¨ªderes de tr¨¢fico web en EE UU. Ocupa el puesto 21 en la clasificaci¨®n de la consultora Alexa. En el tr¨¢fico de Internet mundial, ocupa el puesto 64. En julio, se convirti¨® en la primera cadena de EE UU en emitir su se?al en dispositivos m¨®viles, con aplicaciones para el iPhone, iPod e iPad. S¨®lo se ofrece a clientes que adem¨¢s tengan suscripciones de cable.