El secreto de Aquiles
David Malouf reescribe en 'Rescate', de manera extraordinaria, el encuentro entre Aquiles y Priamo El autor australiano visita la 'Iliada', de Homero, para tratar de desvelar lo no contado por el poeta
¡°Canta la c¨®lera, oh diosa, de Aquiles Pelida,
C¨®lera funesta, que caus¨® incontables dolores a los aqueos
Y precipit¨® al Hades tantas almas valerosas
De h¨¦roes, a quienes convirti¨® en pasto de los perros
Y de las aves todas. Y se cumpl¨ªa as¨ª la voluntad de Zeus.
Si Homero se detiene en los ¨²ltimos 51 d¨ªas del ¨²ltimo de los diez a?os de la guerra de Troya, David Malouf lo hace en el mismo palpitar de esa epopeya: el encuentro entre Aquiles y Pr¨ªamo, padre de H¨¦ctor y rey de Troya
Desde que por primera vez se enemistaron tras una disputa
El Atrida, soberano de hombres, y el divino Aquiles".
Fragmento de Iliada, de Homero
A los 9 a?os David Malouf descubri¨® la eternidad en un h¨¦roe. ?Y d¨®nde est¨¢ el misterio de quien posee esa perpetuidad? La sola menci¨®n de su legendario nombre lo ilumina todo: Aquiles. Un hijo del tiempo que ha seducido a lectores y escritores que confirman que el mundo creado por Homero en Il¨ªada es un territorio que, aunque transitado muchas veces, cada nueva visita es como la primera. El pen¨²ltimo en volver a ¨¦l ha sido David Malouf, uno de los escritores australianos m¨¢s relevantes de la literatura contempor¨¢nea, que lo conoci¨® siendo un ni?o en 1943, en medio de la Segunda Guerra Mundial que viv¨ªa Brisbane como cuartel general de la campa?a del Pac¨ªfico del general MacArthur.
Descubrir la eternidad del arquetipo de h¨¦roe guerrero cuando viv¨ªa una guerra de verdad lo ha acompa?ado siempre. ?pica, dolor, nobleza, orgullo y humanidad que ha vivificado en la novela Rescate (Libros del Asteroide) para mostrar el coraz¨®n del ser humano. En esas p¨¢ginas rinde homenaje a las historias, al arte de contar y al hechizo que nos atrapa. All¨ª cobra vida un Aquiles contado, cantado, escrito y pintado m¨¢s all¨¢ que como el caudillo y h¨¦roe de los mirmidones que mat¨® a H¨¦ctor y conquist¨® Troya; y m¨¢s ac¨¢, m¨¢s adentro, de su divina figura que acoge su verdadera y humana esencia. Si Homero se detiene en los ¨²ltimos 51 d¨ªas del ¨²ltimo de los diez a?os de la guerra de Troya, David Malouf lo hace en el mismo palpitar de esa epopeya: el encuentro entre Aquiles y Pr¨ªamo, padre de H¨¦ctor y rey de Troya. Una bella y emotiva recreaci¨®n literaria asemillada de filosof¨ªa y profundo conocimiento de los secretos humanos y los pliegues de su sensibilidad.
Yo quiero, como todos escritores en el pasado, usar todos los recursos de forma que revele que ellos est¨¢n vivos y c¨®mo estos argumentos se reflejan en nosotros¡±
Hijo de padre liban¨¦s cristiano y madre inglesa jud¨ªa, Malouf (Brisbane, 1934) trata de descifrar, por correo electr¨®nico, el intacto poder de atracci¨®n que a¨²n ejerce Aquiles. Y si, con voz sonora y embaucadora, ¨¦l escribe en Rescate lo no contado en Il¨ªada, aqu¨ª y ahora, cuenta lo no contado en Rescate¡
¡°Est¨¢ en el comienzo de nuestra cultura literaria. La Il¨ªada es una serie de emociones ricas en detalles y complejidad desde varios puntos de vista. Ella es el punto de referencia para todas las obras que siguen desde los cl¨¢sicos griegos, Cervantes, Lope de Vega, Shakespeare, Corneille y Racine hasta Tolstoi y los que vienen despu¨¦s. Lo que parece ser el trabajo y el honor de una cultura de guerra se convierte en lo contrario. Los protagonistas y los grandes h¨¦roes de Grecia estaban la mayor¨ªa del tiempo de mal humor en su tienda de campa?a y no quer¨ªan ser h¨¦roes, adem¨¢s de que eran indiferentes a la idea de que pod¨ªan perder la guerra y sufrir con sus compa?eros¡±.
¡°Aquiles es el hombre dividido, el guerrero, pero tambi¨¦n el que piensa y est¨¢ obsesionado con su propio destino. Su historia un d¨ªa ser¨¢ contada. Cuando ¨¦l pelee otra vez ser¨¢ por razones personales para vengar a su amigo y tener contacto con el cuerpo de H¨¦ctor que rompe los c¨®digos heroicos. Este poema de la Il¨ªada, en vez de glorificar al h¨¦roe ideal es extraordinariamente ecu¨¢nime. A los griegos y a los troyanos, vencedores y vencidos, a la humanidad¡±.
El rapto o huida de Helena con Paris se convierte en Rescate en el pretexto para narrar la historia de Aquiles, Patroclo y H¨¦ctor, pero en una versi¨®n diferente: todas las palabras de Malouf van encaminadas a cumplir el destino de revelar lo no sabido del encuentro entre Aquiles y Pr¨ªamo y, as¨ª, su escrito pasa como antorcha por el mundo hom¨¦rico¡
¡°Es el centro del poema, es la escena cl¨¢sica de un drama, es otra clase de encuentro entre los antagonistas; es una batalla diferente. Aquiles es forzado a escoger entre ser un guerrero o ser un hombre como Pr¨ªamo, un hombre que tambi¨¦n sufre p¨¦rdidas. Y Pr¨ªamo juega un rol especial, no solo como rey, sino que lo ve como el padre que quiere hacer el funeral del hijo. Pr¨ªamo est¨¢ muy viejo para hacer el ¨²ltimo acto de su vida en el campo de batalla. Escoge actuar en privado, con coraje, y una vez fuera del c¨®digo, recuerda qu¨¦ es ser un hombre. He querido usar este punto de la escena del poema como una pieza que puede estar sola, pero antes voy creando a Aquiles y Priamo con suficientes detalles para que el lector moderno pueda ver de d¨®nde vienen ellos.
"El viaje de Pr¨ªamo al campo griego con Somax, como Sancho Panza, es un interludio c¨®mico con diferentes recursos y estilos. Yo quiero, como todos escritores en el pasado, usar todos los recursos de forma que revele que ellos est¨¢n vivos y c¨®mo estos argumentos se reflejan en nosotros, y c¨®mo nos vemos y c¨®mo otros nos ven para dar forma a nuestros actos y continuar adelante¡±.
?l, David Malouf, venido de una infancia australiana cercada por los miedos y rumores de hero¨ªsmo de la Segunda Guerra Mundial, escribi¨® su primera novela con tintes autobiogr¨¢ficos, Johnno (1975), y luego otras como El gran mundo (Libros del Asteroide) donde narra la relaci¨®n de dos soldados en esa conflagraci¨®n b¨¦lica, por la que obtuvo los premios Commonwealth y en Francia el Femina a la novela extranjera. Sabe lo que es capaz de hacer la guerra a las personas y no encuentra respuesta al por qu¨¦ insisten en ella¡
Literatura australiana y autores contempor¨¢neos
"Hasta finales de la d¨¦cada de los 90, la literatura australiana, una vez que se puso en marcha en los a?os 60 y 70 estuvo enfocada en los temas locales, la exploraci¨®n y la fundaci¨®n del continente. El primer contacto con los ind¨ªgenas, la guerra entre los dos mundos y sus efectos. Algunos libros australianos fueron publicados y traducidos en otros pa¨ªses. Los j¨®venes escritores ahora est¨¢n trabajando en un contexto global y con una audiencia internacional (Los cambios de la tecnolog¨ªa han influido en ello) y han perdido el inter¨¦s en los temas locales.
En cuanto a mis autores contempor¨¢neos - fantas¨ªa- no me interesan, tampoco esas novelas documentadas con la obsesi¨®n por el contexto social con espec¨ªficos nombres y hechos. Entre los autores contempor¨¢neos que admiro est¨¢n Orham Pamuk, Ismail Kadar¨¦, Javier Mar¨ªas y en Ingles J. M. Coetzee y Colm Tobin".
¡°Guerra, tribus, naciones, estados, imperios ideol¨®gicos, religiones en conflicto con otras, contin¨²a siendo gran parte de lo que sigue ocurriendo en el mundo, y civiles y soldados son las principales v¨ªctimas. Considerando que en las ¨²ltimas d¨¦cadas est¨¢n las guerras de L¨ªbano, los Balcanes, Ruanda, el Congo, Liberia, Ir¨¢n , Afganist¨¢n, Chechenia, Somalia...
"Yo crec¨ª en el tiempo de la guerra de Brisbane, una ciudad en la primera l¨ªnea de la guerra con inminente peligro donde nuestros pensamientos eran de invasi¨®n. Creciendo en Australia fui muy consciente de que la generaci¨®n previa de j¨®venes, desde 1870, les hab¨ªan preguntado si quer¨ªan ir a la guerra. Como recuerdo de mi vida en Australia, como cualquier escritor de este siglo, mis libros estaban embrujados por la guerra y sus perdidas".
?Ausencias presentes que habitan en sus libros. Y lo hacen, especialmente, por un motivo, la complicidad entre guerreros, los diferentes hilos que trenzan los lazos de amistad. En Rescate se acerca a esos v¨ªnculos entre Aquiles y Patroclo. A las ideas y a los estragos del orgullo ante el desaf¨ªo de los dioses o la vida misma que hacen extraviar a las personas o las empujan al precipicio¡
¡°Dolor, alivio, las perdidas tarde o temprano llegan a nuestras vidas. Yo estoy interesado en los personajes que tienen un momento crucial en sus vidas y esto, frecuentemente, envuelve alguna p¨¦rdida que los puede destruir o llevar a encontrar el camino de regreso, a un nuevo punto de vista y a un nuevo comienzo. Me dan pena todos aquellos que se pierden y sorpresa y coraje por los que no se pierden. Por un lado, esencialmente, es una tragedia, pero, por otro, es una comedia por que es la forma como nosotros manejamos en la literatura estos hechos de la existencia humana¡±.
Creadores y escritores que, como las Moiras de los griegos, tejen los hilos del destino de sus criaturas y, como David Malouf, espolvorean el azar y las dudas sobre las historias y vidas que crean¡
¡°Estas preguntas sobre nuestras vidas determinan qu¨¦ mentiras est¨¢n fuera de nuestro control (accidentes o destino, temperamento, familia y condiciones sociales) y cu¨¢ndo pertenecen a la voluntad o a la capacidad de escoger. Esto es algo viejo: tambi¨¦n Aquiles est¨¢ atrapado entre la certeza de que si contin¨²a en la batalla morir¨¢ muy joven, pero lo celebrar¨¢. En cambio, si ¨¦l escoge tener larga vida y vivir no ser¨¢ nadie. La parte diferente, en cualquier existencia, est¨¢ entre la determinaci¨®n, la elecci¨®n o lo accidental. Esto es lo que hace a la vida interesante porque es ¨²nica, y esto es verdad y real para los hombres y las mujeres, o los personajes como nosotros los llamamos en los libros. Tenemos que administrar lo que se nos ha dado y hacer lo que podemos con ello. En nuestro temperamento y las condiciones dadas encontramos nuestro 'destino'; pero tambi¨¦n es algo imprevisible, oportunidad o accidente, nosotros tenemos que aceptarlo si vienen¡±.
En su caso, David Malouf, lo espera escribiendo todas las ma?anas desde muy temprano. Luego descansa un poco, entre diez y once, mientras va a correr. Durante el resto del d¨ªa suspende la escritura y deja el libro para que haga su propio camino hasta el d¨ªa siguiente; aunque toma notas o, incluso, alg¨²n p¨¢rrafo si lo sorprende en ese comp¨¢s de espera. Y el de?Rescate ha sido una espera de casi siete d¨¦cadas, desde aquella tarde lluviosa de un viernes de 1943 cuando su profesora de primaria, la se?orita Finlay, les ley¨® en clase una historia... La de una guerra y el desembarco de los guerreros en una playa, como la que viv¨ªan ellos en Brisbane, y contaba la historia de un hombre amado y temido, hecho de valent¨ªa, miseria y mezquindades por las que se sent¨ªa orgulloso, y que otro hombre desmoron¨® con su sola dignidad.
* Rescate. David Malouf. Traducci¨®n de Vanesa Casanova. Libros del Asteroide.
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