Mortier prepara artiller¨ªa pesada para su despedida

A Gerard Mortier, director art¨ªstico del Teatro Real, le gusta la confrontaci¨®n. Su apuesta vital, su manera de mirar al mundo parte del enfrentamiento. Siempre intenta reconstruir con el pensamiento toda la realidad ¡ªo su realidad, a veces, muy distante de la del resto¡ª. En esta lucha constante convertir¨¢ ahora a Richard Wagner en un gran mensaje de despedida del Teatro Real de Madrid en 2016. Hasta esa fecha, promete un gran despliegue de artiller¨ªa pesada. Cuatro wagners cargados de simbolog¨ªa (Trist¨¢n e Isolda, Lohengrin, Parsifal y Los maestros cantores). Estos t¨ªtulos le servir¨¢n para colocar su particular pica en Flandes, especialmente el ¨²ltimo.

Mortier, desde su llegada a Madrid en 2010, ha mantenido un fuerte pulso con lo que ¨¦l considera el antiguo r¨¦gimen de la m¨²sica en la ciudad. Parte del mundillo de la ¨®pera, algunos pesos pesados de la pol¨ªtica, los cantantes espa?oles y los aficionados enganchados al repertorio le han visto como un usurpador, como alguien que intenta apoderarse de lo que leg¨ªtimamente pertenece a unos pocos. La confrontaci¨®n entre unos y otros ha removido los cimientos art¨ªsticos. Todo este debate, que algunos llamar¨¢n tensi¨®n, lo quiere trasladar Mortier a Los maestros cantores. Su despedida y ep¨ªlogo.

Al gestor belga le encanta la violenta s¨ªntesis que produce el choque de ideas y el magn¨ªfico resultado que obtiene. ?l mismo ha encarnado a lo largo de su vida el papel de agitador, de ant¨ªtesis de los guardianes de las esencias oper¨ªsticas. As¨ª sucedi¨® desde que ocup¨® el lugar de Herbert Von Karajan al frente del Festival de Salzburgo. Por este motivo la gran obra de madurez de Richard Wagner le viene como anillo al dedo. La pieza con la que el compositor escenific¨® el eterno conflicto entre lo nuevo y la tradici¨®n, entre lo moderno y lo antiguo. Este monumento simb¨®lico a la perenne batalla entre tesis y ant¨ªtesis ser¨¢ el mensaje de su adi¨®s. Antes de que llegue ese d¨ªa, el compositor alem¨¢n estar¨¢ muy presente en la programaci¨®n del Real con tres t¨ªtulos m¨¢s.

La producci¨®n de ¡®Trist¨¢n e Isolda¡¯ ser¨¢ la de Peter Sellars y Bill Viola

A nadie se le escapa que la banda sonora de la andadura de Mortier en Madrid tiene algo de esa lucha de polos. Una visi¨®n de la m¨²sica y el arte arriesgada y muy discutida, incluso en los propios ¨®rganos de direcci¨®n del Real, donde tambi¨¦n existe alg¨²n desacuerdo con su manera de pensar. La pol¨¦mica representaci¨®n de C(h)oeurs, por ejemplo, un espect¨¢culo de Alain Platel que mezclaba la danza con grandes coros de Verdi y Wagner, lleg¨® a te?irse de un agrio sabor pol¨ªtico. Algunas alusiones al 15-M y a los ¨²ltimos acontecimientos sociales molestaron a quienes, anteriormente, hab¨ªan pedido repetidamente una vuelta al gran repertorio, a los grandes nombres de la ¨®pera.

Pues ah¨ª los tienen. Pero esta vez en forma de munici¨®n pesada, como adelanta EL PA?S. El reparto de Los maestros cantores, que se representar¨¢ en junio de 2016, estar¨¢ formado Michael Volle (Hans Sachs) y Michael K?nig (Walter Stolzing). Ese mismo a?o, el p¨²blico del Real ver¨¢ otro Wagner: Parsifal. Es una nueva coproducci¨®n con el Festival de Pascua de Salzburgo, donde se estrenar¨¢ en primer lugar. Todav¨ªa no est¨¢ decidido el reparto ni el director de escena. Al frente de la orquesta estar¨¢ el ruso Semyon Bychkov, excelente director que caus¨® una maravillosa sensaci¨®n en su ¨²ltimo paso por Madrid con la Elektra de Strauss, quiz¨¢ la mejor interpretaci¨®n musical de la era Mortier en Madrid.

El aclamado Bychkov volver¨¢ a dirigir la orquesta en ¡®Parsifal¡¯

Para 2014, el Real (que comenzar¨¢ la temporada con Los Troyanos de Berlioz, representada en dos d¨ªas y representada tambi¨¦n en el Liceo de Barcelona) programar¨¢ otros dos t¨ªtulos de Wagner: Tristan e Isolda y Lohengrin. La primera la dirigir¨¢ el griego Teodor Currentzis, uno de las promesas favoritas de Mortier; se ocupar¨¢n de la escenograf¨ªa Peter Sellars y el videoartista Bill Viola. Una producci¨®n de gran profundidad intelectual que ya se estren¨® con ¨¦xito en Par¨ªs en 2005. El nuevo Lohengrin, que producir¨¢ el Teatro Real, estar¨¢ dirigido en el foso por Hartmut Haenchen y el autor de la instalaci¨®n escenogr¨¢fica ser¨¢ del artista Alexander Polzin (que tambi¨¦n se encargar¨¢ de la puesta en escena de La Conquista de M¨¦xico, la apertura de la temporada 2013-2014, y responsable de la escena de La p¨¢gina en blanco).

Para que esto suceda, deber¨¢ acompa?ar el clima econ¨®mico y pol¨ªtico en Espa?a. En 2016, Mortier llevar¨¢ ya 6 a?os al frente del Real, aunque se habr¨¢ encargado plenamente de cinco temporadas (la primera la hered¨® en parte Antonio Moral). Una cifra redonda para poner fin a un ciclo. Mientras tanto, y a la espera de este marat¨®n wagneriano, el Real estrena el pr¨®ximo 21 de mayo Rienzi, la tercera ¨®pera que escribi¨® el compositor y que ¨¦l mismo se encarg¨® de repudiar al cabo de los a?os. Esta pieza, una de las favoritas de Hitler (se llev¨® su manuscrito al b¨²nker donde se suicid¨®), se har¨¢ en versi¨®n concierto, y pese a su gran singularidad, queda reducida a aperitivo del torrente que se avecina.