Pedagog¨ªa en 35 mm

Siempre es dif¨ªcil entender por qu¨¦ una joven maestra de aspecto angelical resuelve poner fin a su vida, pero a¨²n resulta menos comprensible que decida ahorcarse en una viga de la clase para que la encuentren sus alumnos de siete a?os a primera hora de la ma?ana. Un hecho atroz sobre el que pulula una pel¨ªcula preciosa: la canadiense Profesor Lazhar, dirigida por Philippe Falardeau, en la que la tragedia, expuesta en los primeros minutos, ejerce de punto de ebullici¨®n para hablar de muchas otras cosas relacionadas con la educaci¨®n, y en la que destaca el espectacular trabajo de interpretaci¨®n con los cr¨ªos.

La tolerancia religiosa, el aprecio por otras culturas, la consigna del esfuerzo, el exilio pol¨ªtico, la necesidad (o no) de hablar de la muerte y el conocimiento del Otro est¨¢n en la esencia de Profesor Lazhar, premio al gui¨®n y de la cr¨ªtica en la Seminci, adem¨¢s de candidata al Oscar a la mejor pel¨ªcula de habla no inglesa en 2011, un tanto en la l¨ªnea de las francesas Hoy empieza todo y La clase, pero con un tono menos documental y m¨¢s sentimental (en el buen sentido), m¨¢s emocionante. Un trabajo que no da respuestas, pero que se hace continuas preguntas, como esa que trata de diferenciar entre ense?ar (transmisi¨®n de conocimientos, al parecer tarea del profesor) y educar en un modo de vida (tarea de la familia), tal y como reclama al maestro un padre no demasiado comprensivo. Desde luego, algo hemos debido hacer mal para llegar a situaciones tan sangrantes como las que se muestran, a trav¨¦s de una puesta en escena cargada de sutilezas. Si un profesor no le puede dar un abrazo a un alumno (tampoco una colleja), en pos de la distancia, es que algo falla, no tanto en el castigo como, sobre todo, en el abrigo. ?La culpa? Quiz¨¢ de todos: pol¨ªticos, educadores, inspectores, pedagogos, padres y alumnos. Profesor Lazhar, pedagog¨ªa cinematogr¨¢fica.