El despertar de Tejela
Mat¨ªas Tejela estaba dormido (al menos, lo parec¨ªa), y ayer despert¨® del sue?o. Alg¨²n malpensado lo achac¨® a la granizada que cay¨® momentos antes de comenzar el festejo y al aguacero posterior, con el primer toro ya en la arena. Pero, no. Tejela ven¨ªa ayer dispuesto a reverdecer laureles y casi lo consigue.
Sali¨® un burraco caribello de preciosa estampa en segundo lugar, y lo recibi¨® con unas ver¨®nicas apasionadas, con las manos bajas, ganando terreno en cada una de ellas. Y la sorpresa cundi¨® por los tendidos: ¡°Este no mi Tejela, que me lo han cambiado¡±. Lo llev¨® al caballo con gallard¨ªa torera, ¡ªse luci¨® el picador Luciano Brice?o en la ejecuci¨®n del segundo puyazo¡ª, y llam¨® gratamente la atenci¨®n al ejecutar un precioso quite por chicuelinas muy ce?idas. Cuando brind¨® a los tendidos, se barruntaba faena grande. Comenz¨® con dos pases cambiados por la espalda, y se mostr¨® ilusionado y desconocido por su entrega, por su entusiasmo, por su coraz¨®n¡ La primera tanda con la mano derecha result¨® honda y ligada, con encomiable decisi¨®n; templados y suaves los naturales posteriores, y, as¨ª, en una labor de m¨¢s a menos, acab¨® con unas bernardinas ejecutadas con gusto. Mat¨® bien, pero no se le concedi¨® la oreja. ?Por qu¨¦?
Torrestrella/Bautista, Tejela, El Payo
Toros de Torrestrella, bien presentados y de bella estampa, excepto el quinto, mansotes, blandos, sosos y nobles.
Juan Bautista: media tendida (silencio); estocada baja y dos descabellos silencio).
Mat¨ªas Tejela: estocada aviso (petici¨®n y vuelta); pinchazo, media tendida y dos descabellos.
El Payo: dos pinchazos, estocada que hace guardia, tres descabellos aviso, tres descabellos y el toro se echa (silencio); pinchazo y estocada baja (pitos).
Plaza de las Ventas. 19 de mayo. D¨¦cima corrida de feria. Casi lleno. Asisti¨® la Infanta Elena desde el palco real.
Quiz¨¢, porque Tejela despert¨®, pero no resucit¨®. Fue un torero vibrante y ambicioso, pero evidenci¨® los defectos que le han llevado a esa etapa irregular que atraviesa en estos momentos. Qu¨¦ gran faena si se hubiera cruzado como mandan los c¨¢nones; si no hubiera abusado del pico ni de la muleta retrasada¡ En fin, que Mat¨ªas Tejela dijo que quiere enderezar su carrera, y tiene condiciones para ello, pero a¨²n est¨¢ en los inicios de esa nueva etapa.
No mejor¨® en el anovillado cuarto, en el que alg¨²n muletazo result¨® templado en el contexto de una labor deshilvanada en la que volvi¨® a hacer lo que sabe bien de verdad: colocarse al hilo del pit¨®n y muy despegado. Pero, bienvenido sea el despertar de un torero que puede ser muy aprovechable para la fiesta.
Casos distintos, aunque no distantes, son los del franc¨¦s Juan Bautista y el del mexicano El Payo. Rayaron ambos a muy escasa altura y a los dos se les hace un favor con apreciaci¨®n tan generosa.
OVACI?N: Meritorio cambio de actitud de Mat¨ªas Tejela que quiere volver a ser alguien en el toreo.
PITOS: Decepcion¨® la bonita corrida de Torrestrella; en general, mansa, descastada, blanda y sin recorrido en el ¨²ltimo tercio.
Llov¨ªa a c¨¢ntaros cuando Bautista muleteaba sin orden ni concierto al descastado primero, que embest¨ªa de uno en uno; y entre las escasas condiciones del animal y el aguacero, aquello qued¨® muy deslucido. Con enorme movilidad sali¨® el cuarto; tanta que se quer¨ªa comer el capote que le mostraba Bautista. Y lo consigui¨®: se lo comi¨® y desbord¨® al torero. Result¨® que pronto se le acab¨® el br¨ªo al animal, y Bautista a¨²n tuvo tiempo de demostrar que su toreo es superficial y anodino. No lo abroncaron, pero se gan¨® una rega?ina.
Las broncas se las gan¨® a pulso El Payo. Ausente, desmotivado, medroso, sin sitio, sin voluntad de pelea¡ El torero pas¨® un muy mal trago porque no supo o no pudo solventar con bien su papeleta. Muy vulgar ante su soso primero, y a punto estuvo de protagonizar un mitin ante el sexto, un precioso toro que embisti¨® con nobleza y se fue al desolladero sin que le dieran oportunidad de lucimiento. Una pena para el toro y una desgracia para el torero.
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