La televisi¨®n como veh¨ªculo de normalidad gay
Las series llevan a?os de adelanto respecto a la educaci¨®n en valores de igualdad en EE UU
Para declarar que la naci¨®n estaba lista para el matrimonio gay, el vicepresidente norteamericano no s¨®lo aport¨® razones pol¨ªticas o sociol¨®gicas. Recurri¨® tambi¨¦n a la televisi¨®n. ¡°Creo que Will & Grace probablemente hizo m¨¢s por educar al p¨²blico norteamericano que nadie hasta ahora¡±, dijo el 6 de mayo Joe Biden en una entrevista en el programa Meet the press, de la cadena MSNBC. El vicepresidente desat¨® una reacci¨®n en cadena, que llev¨® al propio Barack Obama a sumarse a la causa. Las palabras de Biden fueron el reconocimiento a la influencia de un medio que, desde Dinast¨ªa hasta Glee, ha educado a varias generaciones en valores de igualdad.
Los historiadores de la televisi¨®n mantienen que el primer personaje gay en aparecer en una serie lo hizo en 1971, en la comedia Todo en familia, de CBS. Ya entonces, la televisi¨®n se esforzaba por derrumbar mitos. El protagonista, Archie Bunker (Carroll O¡¯Connor) era un veterano de guerra, conservador, racista y hom¨®fobo, permanentemente ridiculizado por los guionistas. En un episodio critic¨® a un conocido de su hija, por considerarlo afeminado. Este result¨® ser heterosexual. Sin embargo, uno de los amigotes de Archie, Steve, un macho alfa como ¨¦l, le acababa confesando su homosexualidad.
Desde entonces, los gais comenzaron a hacer t¨ªmidas apariciones en comedias y dramas. A veces combatieron los estereotipos y a veces cayeron de lleno en ellos. El actor Billy Cristal interpret¨® a un hombre que se declaraba homosexual en Soap (1977-1981, ABC). No gust¨® mucho a los activistas que apareciera como alguien que buscaba un cambio de sexo -deber¨ªa haberse definido como transexual, en realidad- y que renunciara a ¨¦l para posteriormente tener varias aventuras con mujeres.
?Una tortuosa reconversi¨®n sucedi¨® en Dinast¨ªa (1981-1989), el glamuroso drama de ABC, que arranc¨® precisamente con un especial de tres horas en el que Blake Carrington (John Forsythe) admiti¨® estar asqueado por la homosexualidad de su hijo Steven (Al Corley). Este, atormentado, se llegar¨ªa a casar con una mujer en la cuarta temporada. Finalmente, en una miniserie final emitida en 1991, sufri¨® una completa evoluci¨®n: se mud¨® a Washington, para ser un lobista a favor de causas ecol¨®gicas, y, con novio formal, admiti¨® estar orgulloso de su homosexualidad.
?Estos personajes pioneros generaron numerosos recelos en los grupos ultraconservadores m¨¢s reaccionarios. La c¨¦lebre activista antihomosexual Anita Bryant organiz¨® un acto en Washington en 1978 en el que exigi¨® a las cadenas de televisi¨®n que eliminaran de su parrilla cualquier serie con personajes gais. ¡°Deben quitar la violencia y el sexo que est¨¢n destruyendo subrepticiamente la unidad familiar con su defensa de estilos de vida alternativos que presentan como naturales y normales¡±, dijo.
Bryant no lo sab¨ªa, pero era una guerra perdida. La televisi¨®n estaba destinada a se avanzadilla del cambio social. Fue notable el revuelo causado por Melrose place (1992-1999, Fox) al presentar a Matt Fielding, un personaje gay interpretado por Doug Savant. En una serie plagada de promiscuidades, Matt se mantuvo como un personaje ¨ªntegro, sin dudas sobre su orientaci¨®n, utilizado por los guionistas para tratar temas de respeto, como la discriminaci¨®n en el trabajo o la convivencia con personas infectadas de HIV.
La normalidad se ir¨ªa introduciendo, en notables incrementos, a trav¨¦s de personajes secundarios en series como Friends (1994-2004, NBC) o Frasier (1993-2004, NBC). Uno de los momentos decisivos para el g¨¦nero lo protagoniz¨® Ellen DeGeneres, en su papel protagonista en la serie Ellen (1994-1998, ABC). Sali¨® del armario a gritos en 1997, a trav¨¦s de un altavoz en un aeropuerto, sin darse cuenta de que este estaba encendido. La escena representa a la perfecci¨®n el poder de la televisi¨®n, un verdadero altavoz para difundir la imagen de normalidad homosexual a una gran cantidad de p¨²blico. Vieron ese episodio 42 millones de personas.
Luego llegar¨ªa Will & Grace (1998-2006, NBC), una comedia con no uno, sino dos protagonistas gais, Will y Jack. Es, hasta ahora, la serie m¨¢s exitosa con personajes principales homosexuales, y abri¨® esa misma puerta a otras producciones, como Sexo en Nueva York (1998-2004, HBO), donde Samantha (Kim Cattrall) pasa por una fase l¨¦sbica en la temporada cuarta. A d¨ªa de hoy, la muestra de la normalidad alcanzada por los gais en televisi¨®n es el hecho de que las series corales de ¨¦xito m¨¢s reciente, como Glee o Modern Family (estrenadas ambas en 2009 y emitidas en Fox y ABC respectivamente) tengan varios protagonistas homosexuales, todos en relaciones mon¨®gamas y dando una muestra de una normalidad que a Anita Bryant le hubiera puesto los pelos de punta.
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