Una insensatez bajo la lluvia
Llov¨ªa tanto que se aplaz¨® durante 15 minutos y cuando se abri¨® el pase¨ªllo el ruedo era una piscina
La corrida fue una tremenda insensatez bajo una tromba de agua que comenz¨® a caer de forma d¨¦bil diez minutos antes de las siete, y arreci¨® cuando el reloj marcaba el inicio del festejo. Llov¨ªa tanto que se aplaz¨® durante 15 minutos, y, cuando se abri¨® el pase¨ªllo, el ruedo era una piscina y, momentos despu¨¦s, un lodazal impracticable para el toreo. Pero, amigo, la pela es la pela, y no est¨¢n los tiempos para devolver un taquillazo como el de cada tarde. ?Y la autoridad? La autoridad mira vergonzosamente para otro lado, y se olvida de que su misi¨®n es defender los derechos de los espectadores, a los que ayer se les hurt¨® el espect¨¢culo.
Guardiola / El Fundi, Uceda, Pinar
Toros de Salvador Guardiola, que sustituyeron a los anunciados de Pe?ajara, bien presentados, mansones, desclasados y descastados.
El Fundi: cinco pinchazos y dos descabellos (silencio); cuatro pinchazos -aviso- un descabello, pinchazo y un descabello -2? aviso-, tres descabellos -3? aviso- (pitos y ovaci¨®n).
Uceda Leal: cinco pinchazos y estocada baja (silencio); -aviso- tres pinchazos, estocada -2? aviso- (silencio).
Rub¨¦n Pinar: bajonazo -aviso- (ovaci¨®n); pinchazo -aviso- pinchazo, estocada y tres descabellos (silencio).
Plaza de las Ventas. 20 de mayo. Und¨¦cima corrida de feria. Casi lleno. Llovi¨® copiosamente durante la lidia de los tres primeros toros.
Una insensatez, un robo y un peligro a?adido para todos los toreros, que ejercieron su labor con el agua hasta los tobillos y el fango hasta el mismo cuello ante una muy seria y dificultosa corrida de Salvador Guardiola.
?Y el resfriado? ?Qui¨¦n nos va a costear el constipado con la de recortes que se est¨¢n implantando en la sanidad? En fin, un desatino, una mojada de arriba abajo, y una esaborici¨®n de quienes decidieron que el dinero vale m¨¢s que los derechos de todos y la seguridad de unos pocos. Qued¨® claro, una vez m¨¢s, que no es la cabeza la que rige los destinos de la fiesta, sino los bajos intereses.
?Y qu¨¦ pas¨®? Pas¨®, primero, que ni toros ni toreros desarrollaron nada de lo que pudieran llevar dentro. La corrida fue desclasada, desabrida y descastada, pero qui¨¦n sabe si el comportamiento hubiera sido distinto en circunstancias menos adversas; con menos barro, por ejemplo. Y los toreros cumplieron con su obligaci¨®n con la profesionalidad que se les supone.
Pero, lamentablemente, toda tarde aciaga tiene su punto negro: ayer se desped¨ªa de la plaza de Las Ventas Jos¨¦ Pedro Prados El Fundi, y vivi¨® la trist¨ªsima experiencia de que devolvieran al corral su segundo toro. Si, a veces, la vida es injusta, ayer lo fue en demas¨ªa con este hombre.
El Fundi es un maestro; un torero que ha hecho de su profesi¨®n un magisterio; un torerazo; un catedr¨¢tico del toreo que ha unido su conocimiento exacto de la t¨¦cnica con una excelsa torer¨ªa. Pero, ayer, por la raz¨®n que fuere, pas¨® fatiguitas de muerte, sin facultades, impotente, desconfiado y precavido en exceso, y no supo o no pudo sobreponerse a las dificultades propias de un lote complicado, a la lluvia y a los mil demonios que debieron pasarle por la cabeza.
OVACI?N: Todos los toreros, los de oro y plata, merecen el reconocimiento por su profesionalidad en tarde tan desabrida.
PITOS: Una bronca ruidosa para quienes decidieran que la corrida se celebrase en condiciones tan infernales.
Brind¨® a la concurrencia ese ¨²ltimo toro y se tuvo que retirar al callej¨®n, demacrado e impotente, cuando son¨® el tercer aviso. Taurodelta, la empresa de las Ventas, en un gesto que le honra, anunci¨® antes de terminar el festejo que le ofrece al torero la posibilidad de despedirse en la Feria de Oto?o. Uceda Leal, muy decidido, valiente y lucido en las ver¨®nicas con las que recibi¨® al quinto. Se justific¨® con la muleta y manej¨® mal, inexplicablemente mal, la espada en sus dos toros.
Muy entregado toda la tarde Rub¨¦n Pinar y con muchas ganas de agradar. Serio y t¨¦cnico con el primero, al que ense?¨® a embestir, y muy despegado y sin brillo con el ¨²ltimo.
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