Robin Gibb, inconfundible falsete de los Bee Gees

Robin Gibb, de 62 a?os, componente de los Bee Gees, muri¨® este domingo tras un largo periodo en el que hab¨ªa sufrido continuos problemas de salud.?Las pistas de baile sufren una semana de p¨¦rdidas: solo tres d¨ªas antes fallec¨ªa Donna Summer, reina de la m¨²sica disco.

Barry, el mayor de los Gibbs, y Robin (Douglas, Isla de Man, 1949), la voz m¨¢s reconocible de los Bee Gees gracias a sus famosos falsetes, formaban junto al hermano gemelo de Robin, Maurice, el tr¨ªo, fundado en Australia en 1960. Eran tres de los cinco hijos de un m¨²sico de Manchester que tuvo que emigrar a Brisbane con toda la familia en 1958 huyendo de las duras condiciones de la posguerra.

En los 43 a?os que el grupo se mantuvo en activo (se disolvi¨® en 2003, cuando Maurice muri¨® en el quir¨®fano de un paro cardiaco mientras se le somet¨ªa a una intervenci¨®n para corregir una obstrucci¨®n intestinal) cambiaron de estilo en varias ocasiones. Llegaron a lo m¨¢s alto por primera vez en 1967. Entonces triunfaron como grupo de pop vocal con ¨¦xitos como To love somebody o Massachussetts. Manten¨ªan un espectacular ritmo de trabajo.

S¨²mese a eso las giras y los roces inherentes de cualquier grupo familiar y el resultado es un gran caos: crisis nerviosas, enfermedades, despido de los miembros que no se apellidan Gibb, demandas del m¨¢nager. Y deserciones para empezar carreras en solitario. Amaga primero Barry, el guapo, pero es Robin el que se larga en 1969. Poco m¨¢s de un a?o despu¨¦s, en 1971, regres¨®.

Ah¨ª se produce otro cambio de tercio. Seg¨²n avanzan los a?os setenta, los Bee Gees se orientan a la conquista del mercado estadounidense. El productor Arif Mardin les va moldeando y pasan a integrarse, da la impresi¨®n de que casi sin notarlo, en la m¨²sica disco.

En 1977 les piden temas para Fiebre del s¨¢bado noche. La pel¨ªcula convierte a John Travolta en un mito y el doble elep¨¦ vende decenas de millones de copias. As¨ª lo record¨® Robin en EL PA?S: ¡°Nos pidieron urgentemente cuatro canciones, tras contarnos por encima el argumento. Aprovechamos cosas que ten¨ªamos grabadas y les mandamos cinco: Stayin¡¯ alive, Night fever, How deep is your love, Jive talkin y You should be dancing. Lo curioso es que no les gustaron demasiado, pero ya no ten¨ªan otra opci¨®n. Pusieron pegas incluso al t¨ªtulo de Stayin¡¯ alive¡±. Los Bee Gees se convierten en los reyes del pop mundial; el apellido tiene tanta fuerza que hasta el hermano menor, Andy, se transforma en una estrella. ?l ser¨¢ el primero de los Gibb en fallecer, en 1988, con solo 30 a?os.

En la misma entrevista, Robin justificaba la longevidad del grupo: ¡°Un grupo que dependa de autores ajenos siempre estar¨¢ limitado. Por el contrario, nosotros ¨¦ramos tres personas muy competitivas que ten¨ªamos que justificar cada canci¨®n que tra¨ªamos a los ensayos. El hecho de ser hermanos tambi¨¦n ayudaba. Yo dej¨¦ al grupo en 1969, nuestro m¨¢nager me demand¨® y hubo muchas historias desagradables que superamos por los lazos fraternales. Dicen que los grupos de hermanos siempre se llevan mal, pero ¨¦ramos tres y las malas vibraciones se neutralizaban¡±.

En los ¨²ltimos tiempos Robin Gibb hab¨ªa bajado su perfil de m¨²sico para dedicarse a otros menesteres menos art¨ªsticos. En 2010 fue reelegido en Bilbao presidente de la Confederaci¨®n Internacional de Sociedades de Autores y Compositores (CISAC).

La CISAC es una organizaci¨®n que representa a m¨¢s de tres millones de compositores. ¡°Quiero aprovechar este nuevo mandato para colaborar en el desarrollo de un sistema permanente de gesti¨®n de derechos de los creadores en la era digital¡±, dijo.

Durante toda su enfermedad, Gibb se hab¨ªa mantenido fuera de los focos, hasta febrero de este a?o, cuando declar¨® a la BBC que se encontraba ¡°mejor que nunca¡±. Sin embargo, a mediados del pasado abril cay¨® en coma a causa de una neumon¨ªa que contrajo durante el tratamiento de un c¨¢ncer de h¨ªgado y colon detectado en oto?o de 2010, tras una operaci¨®n para corregir id¨¦ntica afecci¨®n intestinal que la de su hermano Maurice.

Pocos meses antes de agravarse su enfermedad, Gibb estaba preparando la presentaci¨®n en directo de su primera obra cl¨¢sica, The Titanic requiem, compuesta a medias con el menor de sus tres hijos, Robin John, de 29 a?os. Era un homenaje a las v¨ªctimas del Titanic. Para su estreno estaba previsto que codirigiera la orquesta.