El zarpazo fauvista fue el pre¨¢mbulo de la muerte
Llega a la Fundaci¨®n Mapfre el atormentado Kirchner, grande del expresionismo alem¨¢n
La fidelidad eterna a las artes primitivas y el zarpazo fauvista quedaron incrustadas para siempre en el imaginario salvaje de Ernst Ludwig Kirchner (Aschaffenburg, Alemania, 1880-Frauenkirch, Suiza, 1938). El artista pint¨® su obra Dos mujeres en aguamanil (Las hermanas)en 1913, en Berl¨ªn, en plena efervescencia expresionista: todo un s¨ªmbolo. Vestidas de rosa y verde furioso, el contorno de sus repintajeados rostros est¨¢ marcado en negro. El naranja, en cambio, marca los l¨ªmites de las manos. El cuadro es toda una explosi¨®n de color de un prototipo de mujeres de la calle que el pintor integrante del grupo Die Br¨¹cke (El puente) retrat¨® profusamente durante los a?os (desde 1911 hasta 1915) que trabaj¨® en Berl¨ªn; un per¨ªodo en el que las entra?as de la ciudad alimentaron su creatividad.
Es el tiempo en el que la mano atormentada de Kirchner pinta paisajes perif¨¦ricos, artistas de variedades, circos, prostitutas desnudas... La inquietante atm¨®sfera de la Alemania de preguerra sobrevuela acentuando el contraste con el espectacular crecimiento que entonces experimentan la industria y la burgues¨ªa.
Pero la obra que Kirchner realiz¨® a lo largo de 35 a?os de incesante trabajo no se limita a su etapa expresionista[PUENTE]. Y ahora, su aut¨¦ntica dimensi¨®n como art¨ªfice de la modernidad del siglo XX se muestra por primera vez en Espa?a en la exposici¨®n antol¨®gica que, hasta el 2 de septiembre, se puede visitar en la Fundaci¨®n Mapfre. Nada menos que 153 obras, entre ¨®leos, papeles y esculturas prestadas por 26 museos (el Kirchner Museum de Davos es el m¨¢s generoso en el pr¨¦stamo) y numerosas colecciones privadas. De manera paralela, una selecci¨®n de 35 fotograf¨ªas muestra las escenas reales a partir de las cuales desarrollaba su obra.
Karin Schick, responsable del museo de Davos, es tambi¨¦n la comisaria de esta exposici¨®n producida por Mapfre y que va a coincidir en el tiempo con Edward Hopper (Fundaci¨®n Thyssen) y Rafael (Museo del Prado), en lo que supone una triple oferta art¨ªstica de alto voltaje en Madrid. Repartidas en dos salas y ordenadas cronol¨®gicamente, las obras que conforman este conjunto son una exhibici¨®n frontal del tormento vital de Kirchner, reflejado fielmente en su obra. El tiempo que sigue a la disoluci¨®n de Die Br¨¹cke es el de unos d¨ªas en los que la vida desordenada y de entrega al alcohol y las drogas empieza a pasarle factura. La Gran Guerra le sumerge de forma dr¨¢stica en su primera gran crisis nerviosa. Empieza un largo calvario por sanatorios psiqui¨¢tricos en los que Kirchner contin¨²a pintando sin parar.
Itinerario vital
El grupo Die Br¨¹cke, del que form¨® parte Kirchner, es una de las primeras expresiones de vanguardia del siglo XX. Su meta: innovar, experimentar y protestar contra todo academicismo. Die Br¨¹cke (El puente), como Der Blaue Reiter (El jinete azul) se?ala el fin de una ¨¦poca del arte.
Con la I Guerra Mundial, Kirchner fue movilizado. Al volver de la guerra sufri¨® un accidente. Opt¨® por la tranquilidad de Davos (Suiza), donde sigui¨® pintando. En 1937, en plena ascensi¨®n del nazismo, se le llam¨® "artista degenerado". Su situaci¨®n empeor¨® y se suicid¨® en 1938.
A Davos (Suiza) llega en 1917 y encuentra lo que ser¨ªa lo m¨¢s parecido a un hogar. Sigue con sus escenas cl¨¢sicas y empieza a adentrarse en las escenas campesinas, un mundo hasta entonces muy ajeno a ¨¦l. Pero las gargantas de los valles, las monta?as, los animales... le hacen retomar el gusto infinito por el color junto a los trazos enmara?ados de sus composiciones: un combate sin tregua. Kirchner contornea en negro los desbordantes azules, violetas y verdes de los paisajes alpinos. Sus sombras de aire presiden cada composici¨®n.
En 1938, con 58 a?os cumplidos, contempla con angustia el avance del nazismo. La anexi¨®n de Austria por parte de Alemania le hace temer que ocurra lo mismo con Suiza. Para entonces, Hitler se ha incautado de 639 obras calificadas de ¡°arte degenerado¡±. En esos momentos convulsos, el artista destruye una gran parte de su obra. En la ma?ana del 15 de julio, decide acabar con todo. Coge su pistola y se pega un tiro. Kirchner est¨¢ enterrado junto a los bosques que inspiraron gran parte de su obra.
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