¡°Las monjas cre¨ªan que era tonta del bote¡±
El ¨²ltimo libro de Carme Riera, reci¨¦n nombrada acad¨¦mica de la Lengua es una novela negra cargada de suspense
Pregunta. Al fin acad¨¦mica, que dir¨ªa su madre.
Respuesta. Eso parece. Espero que no me lo quiten. Santa Rita, Rita.
P. ?Su mantra seguir¨¢ siendo sill¨®n, noll¨®n?
R. Un poco. Pensaba que si dec¨ªa sill¨®n, sill¨®n ser¨ªa s¨ª, y noll¨®n... Era la n de no, nadie, nada.
P. ?Qu¨¦ palabra elige que empiece por n min¨²scula?
Perfil
Tiene 63 a?os y dos hijos, su ¨²ltimo libro es una novela negra y, a la pregunta de qui¨¦n es, hoy por hoy, el asesino, responde: ¡°Me huele que los banqueros¡±. Su gran afici¨®n es mirar. Tambi¨¦n nadar, escuchar m¨²sica, leer e ir al cine. Confiesa que baila valses, tangos y rocks de nostalgia, y que el mar la fascina. De las dos escuelas de pensamiento mallorqu¨ªn, sobrasada y ensaimada, asegura pertenecer indisolublemente a ambas.
R.? Voy a ser abuela dentro de nada, no tengo nietos y es ni?a. Por tanto, ni?a.
P. ?A qui¨¦nes dar¨ªa las sillas f, b y r, que est¨¢n desocupadas?
R? Huy, pues hay muchas candidatas. Desde Rosa Montero a Fanny Rubio o a Marina Mayoral. Escritoras a mogoll¨®n.
P.? Se present¨® al Premio Anagrama cono Afrodita Antibi¨®tica. ?Diosa del amor, la lujuria y la belleza, pero frenada con clamoxil? ?Se corta mucho?
R. Era un gui?o a Jaime Gil de Biedma, que hab¨ªa escrito un poema diciendo: ¡°bajo esta nueva advocaci¨®n te llamo Afrodita Antibi¨®tica¡±, hablando de sus armas, melladas y sin filo. Pens¨¦ que ten¨ªa que ganar ese premio, porque el lema era Partidarios de la felicidad, y mi pseud¨®nimo, Afrodita Antibi¨®tica. Era la necesidad de curarse.
P. Cronos corta los genitales a Urano y los lanza al mar. Y de ah¨ª sale Afrodita, usted. ?Tiene un par?
R. No, Afrodita no ten¨ªa un par. Sal¨ªa de un par, que es distinto. Ya me gustar¨ªa ser Afrodita, la diosa maravillosa saliendo all¨ª del agua. Acu¨¦rdese de Boticelli, por favor.
P. ¡°Lo ¨²nico que no pienso aportar [a la Academia] es un toque femenino¡±. ?Qu¨¦ le da grima de la visi¨®n de la mujer?
R. No me da grima. Es que siempre te preguntan: ?Usted c¨®mo lo ve, aportar¨¢ un toque femenino? A ver qu¨¦ dir¨ªa un hombre si le preguntaran: ?Aportar¨¢ usted un toque masculino?
P. Pero es contraria a las cuotas. Son ustedes seis mujeres de 46 sillones. ?Le parece bonito?
R. No, me parece que tiene que haber m¨¢s mujeres, y creo que las habr¨¢.
P. Su obra va del lirismo a la iron¨ªa. ?En qu¨¦ es l¨ªrica y en qu¨¦ ir¨®nica?
R. A veces hasta soy dram¨¢tica. Cuando me miro al espejo, por ejemplo. Dram¨¢tica e ir¨®nica. Porque cada d¨ªa me levanto antes para poderme enfrentar paulatinamente con mi imagen. Cuando te haces mayor, la iron¨ªa es imprescindible.
P. ?El espejo la trata mal?
R. Fatal, cada vez peor. Es injusto. Mi maestro Blecua padre dec¨ªa que hab¨ªa un tipo que, mir¨¢ndose en el espejo, hab¨ªa visto una calavera, y dijo: ¡°Este espejo adelanta¡±.
P. ¡°La verdad es que no me divierto escribiendo¡±. ?Qu¨¦ lo hace, por mortificaci¨®n?
R. Es que fui a un colegio de monjas, y dec¨ªan que la mortificaci¨®n era muy importante.
P. ?Y lo ofrece por la conversi¨®n de Rusia, por los chinitos?
R. No estar¨ªa mal. Lo que pasa es que los rusos ya est¨¢n bastante convertidos. Pero tambi¨¦n vienen aqu¨ª, compran mucho y arreglan la econom¨ªa. Los chinitos necesitan mucha conversi¨®n, para que puedan trabajar ocho horas en vez de diecis¨¦is.
P. Se define como ¡°traficante de palabras¡±. ?Es una camella del lenguaje?
R. Pues en cierto sentido s¨ª. Lo que pasa es que mi tr¨¢fico es legal. Las palabras me vienen de las que me sol¨ªa decir mi abuela, y las llevo a mis alumnos, a los que muchas veces les tengo que explicar el significado. Ayer alguno puso una cara rar¨ªsima ante heterodoxo.
P. ?De qu¨¦ curso de la ESO?
R. De cuarto de carrera. Pero no lo ponga, porque me da mucha pena.
P. Dijo que el nacionalismo catal¨¢n rechazaba El Quijote. ?Cree que se les ha pasado o siguen viendo gigantes?
R. Depende de qui¨¦n. Mas tiene una visi¨®n abierta y pienso que lo ha le¨ªdo. Adem¨¢s, ?c¨®mo se puede rechazar El Quijote si la ¨²nica ciudad por la que pasa es Barcelona? Eso solamente lo pueden hacer los incultos. Yo se lo regal¨¦ una vez a Pujol, y me lo agradeci¨®.
P. Vive en una casa que fue de un pariente de Puccini. Imagino los gorgoritos en su ducha.
R. Pues a m¨ª me echaron de todos los coros, porque canto muy mal. Pero tengo un marido que siempre tiene m¨²sica puesta.
P. ?Por qu¨¦ dice que de ni?a era triste y rara?
R. Porque era verdad. Aprend¨ª a leer muy tarde, y las monjas cre¨ªan que era tonta del bote.
P. ?Es muy ortodoxa en todo?
R. ?Tengo yo pinta de ortodoxa? Moralmente creo que intento ser buena persona. En cuanto a lo dem¨¢s, soy una desordenada, un desastre dom¨¦stico, m¨¢s bien.
P.? Pues tendr¨¢ que tener el sill¨®n n como los chorros del oro.
R. Me he comprado un estropajo peque?ito y una vileda, porque el estropajo a lo mejor ralla.
P. ?A qu¨¦ santo se encomendar¨¢ para escribir el discurso de ingreso en la Academia?
R. Mi santo es Erasmo de Rotterdam, aunque me parece que santo no le hicieron.
P. ?Asistir¨¢ a las sesiones como una buena chica?
R.? Por supuesto. Ya he pensado a ver si con la tarjeta dorada esa de Renfe me sale mejor el asunto de venirme los jueves.
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