Se vende Franco... por una pel¨ªcula
Un documental sobre memoria hist¨®rica lanza una campa?a de micromecenazgo con obras de arte
?Est¨¢ usted dispuesto a financiar la recta final de una pel¨ªcula documental sobre los residuos del franquismo en un pueblo de la Mancha comprando por mucho menos de su valor real una serigraf¨ªa del artista alem¨¢n Daniel Ritcher inspirada en el rostro del propio Caudillo? Si la respuesta es s¨ª, siga leyendo.
La manchega Luc¨ªa Palacios y el alem¨¢n Dietmar Post llevan 10 a?os rumiando Los colonos del Caudillo, la pel¨ªcula documental que han rodado estos dos inquietos cineastas que en 2008 ganaron?con su documental Monks, the transatlantic feedback el Adolf-Grimme Award (el equivalente en Alemania a los Goya, con la particularidad de que el g¨¦nero documental se considera a la misma altura que la ficci¨®n o las series de televisi¨®n). A?os antes, en 2002, lograron una notable resonancia gracias a otro de su trabajos, Reverendo Billy y su Iglesia de Parar las Compras, rodada en Estados Unidos en torno a la figura de Bill Tallen, activista art¨ªstico que en esos a?os encabez¨® una airada cruzada anticonsumo.
La idea de la nueva pel¨ªcula naci¨® hace m¨¢s de una d¨¦cada, cuando precisamente viv¨ªan en EE UU. En un viaje a Espa?a, Palacios y Post fueron al pueblo manchego de ella, Moral de Calatrava. De excursi¨®n, se acercaron a una localidad vecina, Llanos del Caudillo. El lugar, recuerdan, les caus¨® un fuerte impacto, sobre todo a ¨¦l. ¡°Era nuevo, de los a?os cincuenta, de casas adosadas blancas y con una torre de iglesia enorme. A Dietmar le llam¨® la atenci¨®n que manten¨ªa en sus calles los s¨ªmbolos franquistas. Empezamos a investigar sobre aquel lugar y me marc¨® descubrir lo poco que sab¨ªa sobre el pasado de mi propio pa¨ªs¡±, recuerda Palacios. En 2008, fueron testigos de un hallazgo que determin¨® que siguieran adelante con el proyecto: en el pueblo se encontraron decenas de cajas con documentos sobre la creaci¨®n y administraci¨®n de Llanos del Caudillo. Salvados literalmente de la quema en el ¨²ltimo minuto, en esos papeles est¨¢, como afirma el alcalde del pueblo, ¡°la historia de un pueblo sin historia¡±.
Protagonizada por el exministro franquista Jos¨¦ Utrera Molina, el expresidente del Gobierno Felipe Gonz¨¢lez y los habitantes del pueblo, la pel¨ªcula (narrada por el actor Juan Diego Botto) propone una revisi¨®n de la historia a partir de uno de los 300 asentamientos construidos por Franco durante sus a?os de dictadura. Lugares ut¨®picos en los que, seg¨²n una cita de la ordenaci¨®n de los pueblos que cre¨® el r¨¦gimen copiando el sistema de Citt¨¤ nuove de Mussolini, ¡°el nuevo hombre fascista habr¨ªa de nacer: el hombre antiurbano y antiobrero, apegado a la tierra, temeroso de Dios y devoto al r¨¦gimen, del cual es deudor de todo, casa, tierra y trabajo, bajo el control del partido¡±.
Para los dos cineastas, lo que comienza como la revelaci¨®n de un episodio desconocido de la historia de Espa?a acaba convirti¨¦ndose ¡°en un espejo de la sociedad espa?ola en el presente¡±. Los Colonos del Caudillo, explican, ¡°es una revisi¨®n del legado de Franco, una mirada hacia el pasado que nos ayuda a encontrar las claves del presente y entender un pa¨ªs en el que la figura del dictador a¨²n persiste¡±.
El estreno mundial est¨¢ previsto para el pr¨®ximo oto?o, pero para poder terminar la pel¨ªcula (faltan 50.000 euros para llevar a cabo las mezclas de sonido, correcciones de color y la promoci¨®n) sus creadores, que no lograron ayuda del ICAA para su filme, pidieron al artista Daniel Ritcher, uno de los m¨¢s importantes de Alemania, con quien hab¨ªan colaborado en alg¨²n proyecto musical, que se implicara en su idea de micromecenazgo: una plataforma de crowdfunding que tiene como recompensa una de las 50 serigraf¨ªas de 100 x 140 cent¨ªmetros firmadas por el artista a 300 euros. ¡°Daniel realiz¨® cuatro collages de Franco y nosotros, en lugar de venderlos por su precio, muy alto en el mercado, decidimos hacer las serigraf¨ªas y con ellas inventar una forma nueva de financiaci¨®n¡±.
Babelia
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