El teatro Col¨®n se rinde ante la Fura dels Baus
La compa?¨ªa catalana se estren¨® en el coliseo en 2011 con la ¨®pera 'El Gran Macabro'
Se abre el tel¨®n y a uno solo le queda la opci¨®n de hundirse en la butaca y llevarse la mano disimuladamente a la boca para que no se escape ninguna exclamaci¨®n. Ante el respetable surge un descomunal p¨®rtico barroco con figuras de terracota de tama?o humano, distribuidas en cuatro andamios que ocupan lo largo y ancho del escenario. Acaba de nacer Edipo, el rey Layo lo sostiene en sus brazos, irrumpe el coro, comienzan las m¨¢s de cien figuras a cobrar vida y durante dos horas y cuarenta minutos el teatro se ir¨¢ poblando de barro, humo y misterio. El martes se estren¨® en el teatro Col¨®n de Buenos Aires la ¨®pera Edipo, con partitura del rumano George Enescu (1881-1955) y libreto de Edmond Fleg (1874-1963), puesta en escena por Alex Oll¨¦, uno de los seis directores art¨ªsticos de La Fura dels Baus y su mano derecha, la porte?a Valentina de Carrasco. Durante el descanso, por los pasillos del Col¨®n solo se escuchaba la palabra b¨¢rbaro. ¡°?Qu¨¦ tal, qu¨¦ te parece?¡± ¡°B¨¢rbaro, b¨¢rbaro¡±. Todas las entradas para ver esta ¨®pera que se estren¨® el pasado octubre en Bruselas ya se vendieron para las cuatro representaciones programadas.
Ya sabemos la historia: El pueblo se congrega para celebrar el nacimiento del hijo del rey Layo y la reina Yocasta. Cuando est¨¢ a punto de bautizarlo, el adivino ciego Tiresias le recrimina a Layo que haya desobedecido la orden de Apolo de no tener descendencia. Y le anuncia el famoso castigo: cuando crezca la criatura, matar¨¢ a su padre y se casar¨¢ con su madre. Layo llama a un pastor y le ordena desprenderse del ni?o. Dos mil quinientos a?os despu¨¦s de que S¨®focles la trajese al mundo sigue conmoviendo la figura errante de Edipo y sigue emocionando verlo en el libreto de Fleg detenido ante la poderosa Esfingie, a la que la Fura le ha puesto las alas de un avi¨®n de la segunda Guerra Mundial. La Esfinge har¨¢ una pregunta. Si Edipo acierta a responderla, la Esfinge morir¨¢ y como premio la ciudad de Tebas lo casar¨¢ con la reina Yocasta. O sea, con su madre.
-?Qui¨¦n es m¨¢s grande que el destino? ¨Cle pregunta.
Y Edipo le responde:
-El hombre.
Y precisa:
-El hombre es m¨¢s fuerte que el destino.
El compositor de la ¨®pera escribi¨® acerca de ese momento: ¡°Cuando Edipo, al adivinar la respuesta, evade la trampa que la Esfinge le ha puesto, me sent¨ª compelido, a trav¨¦s de la m¨²sica, a ir m¨¢s all¨¢ de lo que las palabras pod¨ªan sugerir, y a crear una tensi¨®n al l¨ªmite de lo tolerable. La Esfinge siente la inminencia del fin y a¨²lla como una bestia a merced de un cazador. Tuve que inventar ese grito, imaginarme lo inimaginable. Luego de esa escena, cuando dej¨¦ mi pluma, pens¨¦ que me volver¨ªa loco¡±.
Llora y r¨ªe la Esfinge, Guadalupe Barrientos, sobre las alas del avi¨®n de la Segunda Guerra Mundial y sentencia al morir:
- El futuro dir¨¢ si la Esfinge moribunda llora su derrota o se r¨ªe victoriosa.
Pero el futuro, ahora lo escribe Edipo (el bar¨ªtono Andrew Schroeder), quien antes de despedirse de la vida, de su hija y del p¨²blico en medio de una catarata de agua que mana desde lo alto del escenario, empapado y purificado , como le hubiese gustado a John Cheever, deja constancia de que despu¨¦s de luchar contra la trampa de los dioses, se considera inocente y, por tanto, vencedor.
¡°Solo a trav¨¦s del sacrificio y del deseo por conocer consigue el h¨¦roe ser due?o de su propio destino¡±, escribe Alex Oll¨¦ en la presentaci¨®n de esta obra a¨²n no estrenada en Espa?a. ¡°Con Valentina Carrasco hemos destacado en esta puesta en escena la humanidad del protagonista, fieles a la partitura de Enescu y al libreto de Fleg. Edipo no es un fantoche superado por los acontecimientos, sino un ser valiente que lucha durante toda su existencia por liberarse de un destino impuesto¡±.
La Fura dels Baus, que debut¨® en el Col¨®n en 2011 con la ¨®pera El Gran Macabro, ha vuelto a dejar un gran sabor de boca en Buenos Aires.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.