El C¨ªrculo de Bellas Artes se moviliza para convertirse en Casa de Europa en Espa?a
Intelectuales de todo el continente apoyan la iniciativa de la instituci¨®n
Europa es la prima de riesgo, el Eurogrupo, el pacto fiscal, la Grecia del brutal rescate, las dudas de Dur?o Barroso¡ Pero tambi¨¦n, menos mal, es Goethe, Jeremy Bentham, Tint¨ªn, Walter Benjamin, Ortega Gasset o Picasso. Conviene recordarlo ¡°precisamente en estos tiempos¡±, opina Juan Miguel Hern¨¢ndez Le¨®n. El presidente del C¨ªrculo de Bellas Artes quiere, junto a su director, Juan Barja, que la instituci¨®n, faro en la programaci¨®n cultural de Madrid, se erija sin perder su identidad primigenia en Casa de Europa en Espa?a. Un lugar para ¡°la reflexi¨®n sobre los lazos culturales, pol¨ªticos e hist¨®ricos que podr¨ªan conformar una identidad com¨²n¡± donde se desarrolle una labor que merece ser apoyada desde las ¡°administraciones p¨²blicas¡±. ¡°Si existe una Casa de Am¨¦rica, de ?frica o Sefarad¡ ?Por qu¨¦ no una Casa de Europa?¡±, se preguntan.
Para esta misi¨®n, el C¨ªrculo cuenta con el impulso de una veintena de intelectuales. De Eduardo Arroyo a Pierre Boulez; de Claudio Magris a Emilio Lled¨®; de Erri de Luca a Jos¨¦ Luis G¨®mez, todos han firmado un manifiesto de apoyo a la idea. ¡°No se tratar¨ªa m¨¢s que de oficializar lo que viene sucediendo en la pr¨¢ctica desde hace a?os¡±, explica el arquitecto Hern¨¢ndez Le¨®n. Extiende para sostener sus aspiraciones un dossier de publicaciones y de actividades acaecidas en los ¨²ltimos a?os bajo la estatua de Minerva que corona el edificio, obra de 1919 de Antonio Palacios.
Ese programa de sostenida inspiraci¨®n continental ha incluido desde una exposici¨®n de Georges Perec hasta un congreso sobre Pasolini, conferencias de Umberto Eco o un concierto de Jane Birkin. Una apuesta que se ha demostrado exitosa, hasta en estos tiempos de desafecci¨®n de la ciudadan¨ªa por la construcci¨®n europea (al menos, por la que se dirige desde arriba, al ritmo torpe y a menudo injusto de las cumbres de pa¨ªses miembros). Pese a los recortes, que superan el 30% en los casos del ministerio, el Ayuntamiento y la Comunidad, el C¨ªrculo cuenta con 800.000 visitantes anuales y mantiene 3.500 socios. Ellos son el coraz¨®n de una curiosa f¨®rmula de instituci¨®n privada con subvenci¨®n p¨²blica (una cuarta parte; el resto se obtiene de recursos propios).
?Y en qu¨¦ se traducir¨ªa este nuevo estatuto? ¡°Mantendr¨ªamos el nombre del C¨ªrculo de Bellas Artes y su funcionamiento, simplemente, se har¨ªa justicia a su esp¨ªritu¡±, explica Hern¨¢ndez Le¨®n. Erigirse en bandera del europe¨ªsmo permitir¨ªa tambi¨¦n la b¨²squeda de nuevas fuentes de ingresos. El asunto, explica el fil¨®sofo italiano Massimo Cacciari, es de vital importancia: ¡°Estos son los organismos que ser¨¢n la base de una aut¨¦ntica ciudadan¨ªa europea¡±.
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