El Steve Jobs juvenil y en VHS
Canal + emite una entrevista in¨¦dita de 1995 al fundador de Apple
Solemos asociar a Steve Jobs con la tecnolog¨ªa y el dise?o m¨¢s avanzado. Por eso, ver al cofundador de Apple en formato VHS resultar¨¢ extra?o y sugerente. El documental Steve Jobs, la entrevista perdida que estrena el lunes Canal + 1 en Espa?a (23.05) ofrece una visi¨®n de este genio que resulta in¨¦dita para el gran p¨²blico, y que engrandece el mito para los miles de fans de los productos de la marca de la manzana que se conocen al dedillo la biograf¨ªa de su ¨ªdolo.
Se trata de una entrevista, grabada casi en bruto, que realiz¨® el periodista Robert Cringely en 1995, cuando Jobs dirig¨ªa NeXT tras haber sido despedido de Apple, a la que volver¨ªa dos a?os despu¨¦s para rescatarla de la quiebra y convertirla con el tiempo en la primera empresa del mundo. Cuando se realiz¨®, ni siquiera se trataba de una entrevista al personaje sino que formaba parte de los testimonios para un programa sobre el nacimiento del PC, dentro de la serie El triunfo de los nerds sobre la explosi¨®n de los ordenadores personales y la inform¨¢tica.
Casualidad u oportunismo, el caso es que la conversaci¨®n ¨ªntegra fue hallada el a?o pasado en el garaje de Paul Sen, director de la serie original, y se estren¨® en cines de Estados Unidos en noviembre, apenas un mes despu¨¦s del fallecimiento del genio. Setenta minutos en los que Jobs, con aspecto juvenil, pelo largo y sus cl¨¢sicas gafitas redondas sin armaz¨®n, ofrece con ese mismo ¨ªmpetu juvenil, sus opiniones visionarias sobre la inform¨¢tica e Internet ¡ªentonces en estado embrionario¡ª o cr¨ªticas demoledoras de su rival de Microsoft, Bill Gates. ¡°No tengo nada en contra de Microsoft. Se han ganado su ¨¦xito. Simplemente hacen productos sin ning¨²n gusto¡±.
Con una c¨¢mara fija en Jobs, sin apenas realizaci¨®n y las preguntas en off del periodista, La entrevista perdida es m¨¢s un documento que un documental, con momentos de autenticidad que dif¨ªcilmente se encontrar¨¢n en las posteriores apariciones del l¨ªder de Apple ante los medios, a los que se volvi¨® reacio.
No tengo nada en contra de Microsoft. Simplemente hacen productos sin ning¨²n gusto
Uno de los m¨¢s reveladores es cuando le preguntan por John Sculley, el vicepresidente de PepsiCo a quien Jobs contrat¨® en 1983 para Apple y que, en mezquino agradecimiento, le despedir¨ªa dos a?os despu¨¦s, iniciando as¨ª su largo exilio de doce a?os de la compa?¨ªa.
¡°Ni siquiera s¨¦ si quiero hablar de ello. ?Qu¨¦ puedo decir? Contrat¨¦ al tipo equivocado. Destruy¨® todo en lo que me pas¨¦ diez a?os trabajando. Me alegro de haber dejado Apple despu¨¦s de ver en que se ha convertido¡±, dice en la cinta el gur¨² de la inform¨¢tica con un punto de amargura.
En el programa se desgranan an¨¦cdotas de los inicios de Jobs como cuando, siendo un ni?o llam¨® a Bill Hewlett, de Hewlett-Packard, para charlar sobre sus computadoras, o como cuando, junto Steve Wozniak, el otro cofundador de Apple, llamaron al Papa haci¨¦ndose pasar por Henry Kissinger, con el objeto de probar su blue box, un aparato de su invenci¨®n que permit¨ªa hablar gratis.
Pero, sobre todo, el documental impacta por la calidad de visionario de un joven y saludable Jobs que, mucho antes de crear el iPhone o el iPad, ya entend¨ªa que el ordenador se convertir¨ªa en un elemento de comunicaci¨®n gracias a Internet y que la Red dominar¨ªa las relaciones entre personas. O se declaraba un entusiasta del dise?o cuando los ordenadores parec¨ªan tanques. ¡°El dise?o de un producto es mantener 5.000 conceptos en tu cerebro, y que todos se ajusten en una especie de continuaci¨®n para que encajen en nuevos conceptos y logren de diferentes maneras conseguir lo que quieres¡±.
Una visi¨®n refrescante para los que tengan la imagen del fundador de Apple en sus ¨²ltimas apariciones corporativas, con un discurso comercial medido hasta la ¨²ltima l¨ªnea y una imagen f¨ªsica demacrado por los efectos del c¨¢ncer que finalmente acabar¨ªa con su vida. Una revisi¨®n interesante del hombre que ha cambiado para siempre nuestra relaci¨®n con la tecnolog¨ªa.
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