Campeones

La rueda de prensa del ministro de Econom¨ªa donde anunci¨® el rescate financiero para la banca espa?ola atrajo al canal 24 horas y a laSexta a los espectadores que quisieran combinar el fin de siesta con el rumor a gritos de que Espa?a ser¨ªa inyectada de millones europeos, tras ser escuchadas nuestra plegarias. Luis de Guindos, con corbata azul de motivos juguetones, se esforz¨® en parecer tan satisfecho de lo logrado que le faltaron los gritos de campeones, o¨¦, o¨¦, o¨¦. Junto a Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, De Guindos es quien m¨¢s seguridad y autocontrol transmiten a la ciudadan¨ªa dentro del desajuste informativo. Se manej¨® con extremada soltura, adjetivo ¨¦ste que le encanta utilizar y que delata que la situaci¨®n, por m¨¢s envuelta en eufemismos, es atemorizante.

Imponer la expresi¨®n apoyo financiero en lugar del estigmatizado t¨¦rmino rescate es una lucha que resolver¨¢n la calle y los medios en pr¨®ximos d¨ªas. Pero se ajusta como un traje la canci¨®n El Rescate de Bunbury, con eso de: "yo tampoco me explico por qu¨¦ no acud¨ª antes a ti". De Guindos presumi¨® de ser la voz cantante en las negociaciones europeas para justificar la incomparecencia de Rajoy y empujar de paso un poco m¨¢s a Montoro, en esta crisis, al papel de cuarto componente de Los Chichos. De Guindos no quiso contestar en ingl¨¦s, pese a tratarse de una rueda de prensa de inter¨¦s mundial, sobre todo desde que Obama se implic¨® en la lamentable deriva de las finanzas europeas. Pasa por las urnas antes que Merkel y hasta ahora ella parec¨ªa la ¨²nica que pod¨ªa imponer su reelecci¨®n por encima de la supervivencia financiera de la Uni¨®n.

Al saber que en Espa?a se hab¨ªan consumido solo en los primeros nueve meses de 2003 nada menos que 40 millones de toneladas de cemento, escrib¨ª un art¨ªculo en el que me preguntaba por las consecuencias futuras para un pa¨ªs en el que un gobierno y un sistema financiero apostaban a la borrachera de los promotores y viv¨ªan tan felices en la burbuja t¨®xica. Ayer la respuesta fue el manguerazo de millones que pagaremos nosotros y nuestros hijos, con subidas de impuestos, privatizaciones, reducciones de la protecci¨®n y recortes sociales. Enhorabuena a aquellos campeones macroecon¨®micos.