Los pupilos de Helmut Newton desnudan al maestro

Helmut Newton cambi¨® la forma de mirar a la mujer y de fotografiar la moda. Su impronta ha marcado la apariencia de las revistas y la carrera de muchos fot¨®grafos. Pero aunque algunos reconozcan la influencia del controvertido artista alem¨¢n en su propio trabajo, solo tres personas pueden presumir de haber tenido a Newton tenido como mentor. Son Mark Arbeit, George Holz y Just Loomis, ¡°los tres chicos de Pasadena¡±, tres fot¨®grafos a los que aqu¨¦l apadrin¨® en 1979 y que ahora han decidido rendirle un homenaje con la exposici¨®n Three boys from Pasadena que, desde este jueves y hasta el pr¨®ximo 24 de agosto, se puede visitar en el Art Center College of Design de esa localidad californiana.

¡°La muestra estuvo antes en Berlin, Par¨ªs, Nueva York y Colonia¡±, cuenta en un correo electr¨®nico Holz. ¡°Pero esta ¨²ltima duplica el tama?o de la original y contiene instant¨¢neas de Polaroid, notas manuscritas y objetos de Helmut que nunca se ha expuesto antes. Para nosotros, que ahora haya recalado en California, donde conocimos a Helmut y donde comenzamos a trabajar con ¨¦l, es muy especial¡±, puntualiza.

La exposici¨®n incluye el trabajo propio de cada uno de los tres fot¨®grafos y material in¨¦dito. ¡°Hemos incluido una secci¨®n para mostrar al p¨²blico nuestra faceta m¨¢s comercial, lo que estamos haciendo para revistas o para publicidad, y un apartado ¡®vintage¡¯ con fotos Polaroid de nuestros primeros trabajos en el mundo de la moda¡±, explica v¨ªa email Arbeit. Three boys from Pasadena pretende acercar al p¨²blico una visi¨®n nueva de Newton a trav¨¦s de las miradas de sus pupilos. ¡°Solo tuvo tres asistentes, todos mantuvieron una relaci¨®n ¨²nica con Helmut. Se convirtieron en sus hijos -cada uno con su propia voz-. Fue un momento importante en sus vidas y yo fui testigo¡±, escribi¨® la viuda de Newton, June, en una nota de prensa con motivo de la muestra.

El encuentro entre ellos se produjo en 1979. Arbeit compaginaba sus estudios en el Centro de Arte de Pasadena con la realizaci¨®n de fotos de moda en una boutique de Rodeo Drive, cuando escuch¨® que Newton iba a visitar un establecimiento de Beverly Hills. Avis¨® a Holz y ambos esperaron al fot¨®grafo durante horas hasta que se dej¨® caer por el local. Intrigado por el entusiasmo y la admiraci¨®n de esos j¨®venes hacia su trabajo, Newton los invit¨® (junto a Loomis) a su hotel para ense?arles algunas de sus fotograf¨ªas. Los estudiantes pasaron a ser sus asistentes y luego cada uno sigui¨® su camino, relacionado, de alguna manera, con el mundo de la moda, como su maestro.

La influencia de Newton recorre las 150 im¨¢genes que conforman la exposici¨®n como un ADN com¨²n. Ninguno de sus disc¨ªpulos niega la influencia del maestro en su obra. De hecho, tratan de incorporar sus pautas de trabajo a su forma de abordar la fotograf¨ªa. ¡°?l se fijaba solo en el sujeto. Es lo mismo que yo trato de hacer con mis instant¨¢neas de calle o en mis retratos: disparar de la manera m¨¢s directa y sencilla posible hacia lo que quiero capturar¡±, explica Loomis en un correo electr¨®nico. ¡°Helmut trabajaba de manera muy sencilla¡±, corrobora Holz. ¡°No usaba muchos focos, casi siempre empleaba luz natural. Me gusta llamar a esa t¨¦cnica ¡°oscuridad disponible¡± y yo trato de aplicarla a mi trabajo personal. En el comercial siempre dispongo de un sistema de iluminaci¨®n bastante complejo, por eso prefiero la simplicidad y la libertad que me aporta la luz natural para mi obra m¨¢s ¨ªntima¡±, concluye.

Los tres valoran haber trabajado tan estrechamente con Newton, con quien nunca perdieron el contacto en los 25 a?os que dur¨® su relaci¨®n, hasta la muerte del artista en accidente de tr¨¢fico en 2004. ¡°Vio algo puro e inocente en nosotros, pero tambi¨¦n supo reconocer nuestra dedicaci¨®n y constancia y nos dej¨® formar parte de su mundo¡±, comenta Arbeit, quien tiene como uno de sus mejores consejos profesionales una cr¨ªtica que Newton le hizo en Mil¨¢n. ¡°Yo entonces publicaba unas 20 p¨¢ginas en revistas de moda, le llev¨¦ mi trabajo a Helmut y solo me dijo que ¡°estaba obsesionado con el papel cuch¨¦¡±. Desde entonces decid¨ª que todos mis trabajos los iba a rodar en exteriores y siempre contando historias. Fue la mejor recomendaci¨®n que alguien me ha dado en toda mi carrera¡±.

Formarse al lado de Newton, adem¨¢s de un privilegio para los tres fot¨®grafos, se convirti¨® en una fuente inagotable de an¨¦cdotas y recuerdos. Loomis explica que, desde que acompa?¨® al artista a una sesi¨®n de fotos de Daryl Hannah para la edici¨®n americana de Vogue en Malib¨², siempre que hace retratos en esa localidad, en la que tambi¨¦n reside, es imposible para ¨¦l no acordarse de Helmut. ¡°No puedo olvidar cuando tuvimos que fotografiar a Van Halen para la portada de uno de sus ¨¢lbumes. ?Tuve que encadenar a David Lee Roth¡±, cuenta Holz. Arbeit, por su parte, se queda con el d¨ªa en el que conoci¨® a Keith Richards en Roma. ¡°Helmut ten¨ªa que fotografiar a la mujer del guitarrista de los Stones, Patty Hansen. Patty y ¨¦l se entend¨ªan tan bien... Helmut no paro de hacerle fotos desde todos los ¨¢ngulos posibles hasta que logr¨® captarla en una de esas posturas herc¨²leas tan de Newton¡±.