Enrique Vila-Matas, premiado en Italia por ¡®Exploradores del abismo¡¯

Esta tarde, si cabe, el precipicio est¨¢ m¨¢s de actualidad todav¨ªa. Exploradores del abismo, de Enrique Vila-Matas (Barcelona, 1948), ha ganado la sexta edici¨®n del premio Gregor Von Rezzori, que se entrega cada a?o en Italia a la mejor obra de narrativa extranjera. El galard¨®n est¨¢ dotado con 15.000 euros.

El libro, traducido al italiano por Pino Cacucci y publicado por Feltrinelli, re¨²ne 19 cuentos que reflexionan sobre el abismo, tanto real, como metaf¨®rico. ¡°Vila-Matas pertenece a una raza de can¨ªbales literarios, es decir esos escritores que se nutren de literatura. Sus antepasados son Diderot, Raymond Russell y W. G. Sebald y en cada uno de sus obras ha sido el cronista de escritores que no quer¨ªan escribir, lectores cansados de la lectura, libros compuestos por p¨¢ginas vac¨ªas e historias de vidas vividas que son ficci¨®n pura¡±, explica el jurado entre las motivaciones del galard¨®n. Los otros finalistas eran Emmanuel Carr¨¨re, Jenny Erpenbeck, Damon Galgut, J¨®n Kalman Stef¨¢nsson.

Vila-Matas, cuya estanter¨ªa ya luc¨ªa unos cuantos premios ganados en Italia, ha recibido el galard¨®n de las manos del alcalde de Florencia, Matteo Renzi. En la capital de Toscana el escritor espa?ol lleva desde el mi¨¦rcoles, cuando particip¨® en un acto literario en el que ley¨® su personal homenaje al fallecido autor italiano Antonio Tabucchi que empezaba as¨ª: ¡°"Y cuando pienso en los recuerdos verdaderos que Tabucchi y yo compartimos me acuerdo del d¨ªa en que visit¨¦ el Museo de las Janelas Verdes de Lisboa y descubr¨ª que alguien, en la sombra, me persegu¨ªa y yo no era m¨¢s que la sombreada sombra de una sombra que segu¨ªa a una sombra en el espacio verdadero de un recuerdo veraniego...".

Hace justo unos d¨ªas Vila-Matas hac¨ªa hincapi¨¦ en que sus obras se est¨¢n publicando cada vez m¨¢s en Italia y en que la continuidad en la publicaci¨®n era precisamente una de las razones por las que se ha hecho conocido en el pa¨ªs transalpino. Aunque, al menos seg¨²n el jurado del Von Rezzori, hay otra raz¨®n m¨¢s importante: ¡°Su estilo, preciso como un cincel, jam¨¢s es superfluo. Parece que tan solo piensa en voz alta, con precisi¨®n po¨¦tica, en los problemas esenciales de un credo literario¡±.