Mafia y navajas en las gradas
Canal + 1 emite hoy un reportaje que analiza a los aficionados m¨¢s violentos del f¨²tbol argentino
Lo que menos se ve es f¨²tbol. Parad¨®jico, en un reportaje que, al menos supuestamente, mucho tiene que ver con el balompi¨¦. Aunque la duda tarda poco en disolverse: justo el tiempo de ver aparecer pistolas y llamas y se entiende que Con las barras bravas (que se emite esta noche, 23.30, en Canal + 1) cuenta otra historia. Muestra a los l¨ªderes de las hinchadas m¨¢s violentas del f¨²tbol argentino, describe a sus tropas y desvela el negocio millonario que gira alrededor de la pasi¨®n. Pero precisamente esa ¨²ltima es lo que m¨¢s escasea. "No he encontrado un solo barra brava que sea capaz de decirme la alineaci¨®n completa de su equipo", resume, hacia el final del documental, su autor, el periodista Jon Sistiaga.
Y en efecto, goles y resultados parecen ser la ¨²ltima preocupaci¨®n de esos supuestos aficionados. "El barra brava es un mercenario que no quiere ver el partido. Est¨¢ atento al negocio que gira a su alrededor", asegura Monica Nizzardo, fundadora de la ONG Salvemos al f¨²tbol. ?Y para qu¨¦ estar pendiente de 22 tipos que corren detr¨¢s de un bal¨®n cuando se pueden llegar a manejar 60.000 d¨®lares (unos 48.000 euros)? Tanto pueden ganar al mes los "seis o siete l¨ªderes de una barra como la de Boca", seg¨²n el periodista del diario deportivo Ol¨¦ Gustavo Grabia.
Droga, alcohol, reventa de entradas que las sociedades les regalan, cobro por dejar aparcar cerca del estadio. M¨¢s que hinchadas, Con las barras bravas bucea entre aut¨¦nticas asociaciones il¨ªcitas. O "mafiosas", por usar el t¨¦rmino de Grabia. "Tienen actividades ilegales alrededor del partido. Y cada l¨ªder cuenta con un consejo honorario y un mont¨®n de soldados", justifica su definici¨®n el redactor de Ol¨¦.
Alejandro Flores era el l¨ªder de la barra brava del peque?o Club Atl¨¦tico Excursionistas. Era porque cuando le entrevist¨® Sistiaga a¨²n estaba vivo. Una semana despu¨¦s ya no. Le hab¨ªan asesinado a martillazos. Las navajas y el rev¨®lver que luce en el reportaje no bastaron para salvar a Chiquitona, como se le apodaba. Ni tampoco la "mucha sangre fr¨ªa" que, seg¨²n Flores, se necesita para gobernar una barra brava.
En ese violento mundo, lo que menos importa es el f¨²tbol
Tambi¨¦n "hay que ser duros, pelear y amenazar", remata Ricardo Pavone. Richard el gordo, como se le conoce por el barrio bonaerense de Isla Maciel, lidera la barra brava del Santelmo. Aunque ¨¦l se define m¨¢s bien como "un referente". Sea como fuera, este hombre con gorra de b¨¦isbol y gafas de sol, suele ir acompa?ado de su pistola. Sostiene que ha disparado un par de veces "por enfrentamientos, porque se hac¨ªan los locos". Y una tercera vez justo en medio de la charla con Sistiaga, aunque luego calme al periodista: "Tranquilo, la s¨¦ manejar".
El estadio donde juega el equipo de Richard el gordo estuvo cinco a?os cerrado por razones de seguridad, desde que su barra brava lanz¨® unos c¨®cteles molotov. Preguntado por qui¨¦n lo hizo, Pavone contesta "somos todos". Y explica una de las claves del asunto: "Una barra brava te puede arruinar el espect¨¢culo. Puede provocar incidentes y que se suspenda el partido". Lo cual, claro, supone una multa para la sociedad y un poder de chantaje de los hinchas.
"El temor" es otra de las razones por las que nada cambia, seg¨²n el actor y aficionado del River Plate Ricardo Dar¨ªn. Aunque la connivencia entre barras bravas y clubes es tal vez el motivo principal. "Tienen informaci¨®n. Saben si un dirigente se ha quedado dinero de alg¨²n fichaje y le dicen: O lo compartes o lo contamos", sostiene el presidente del Independiente, Javier Cantero.
Justamente para acabar con ello fue elegido Cantero. Y aun as¨ª, en su propio estadio, durante el derbi Independiente-Racing de Avellaneda, el l¨ªder de la barra brava local Bebote y sus fieles impiden a Sistiaga y su c¨¢mara grabar, antes de propinarles una paliza. "Somos dos contra 300", manifiesta su resignaci¨®n el comisario inspector Alejandro Vichi, tambi¨¦n golpeado. Y eso que Independiente gan¨® el derbi. Pero, en ese violento mundo, lo que menos importa es el f¨²tbol.
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