Un candado en la boca
¡°?Por fin he conocido a tus amigos, verdaderamente son m¨ªticos!¡±. ¡°Mis amigos no son m¨ªticos, son ¨¦picos; aqu¨ª el ¨²nico m¨ªtico soy yo¡±. Cu¨¢nto cuesta quitarse de la cabeza di¨¢logos como este. Y m¨¢s si se producen en los primeros minutos de pel¨ªcula, entrando en las neuronas como un taladro que arrasa con todo, cuando se est¨¢ presentando a los personajes y lo ideal ser¨ªa empatizar con ellos. Pero as¨ª es el mundo de Federico Moccia, mago del sentimentalismo adolescente, y el de sus adaptaciones, siempre presididas por t¨ªtulos, y objetivos, rimbombantes: Perdona si te llamo amor, Perdona pero quiero casarme contigo, Tres metros sobre el cielo o esta Tengo ganas de ti. Y, sin embargo, y no es patriotismo f¨¢cil provocado por la Eurocopa, qu¨¦ gran diferencia entre las adaptaciones italianas (las dos primeras) y las espa?olas (sobre todo esta). ?La culpa? O mejor: ?la virtud? De un tal Fernando Gonz¨¢lez Molina, director que aunque (casi) nadie conozca su cara ni su nombre, ha conseguido lo que muy pocos, dos taquillazos con sus dos ¨²nicos trabajos: siete millones de euros con Fuga de cerebros, y diez millones con Tres metros sobre el cielo. Que ninguna de ellas sea buena no importa (?o s¨ª?); son productos manufacturados a la perfecci¨®n y dirigidos a un p¨²blico muy concreto. Bingo.
TENGO GANAS DE TI
Direcci¨®n: Fernando Gonz¨¢lez Molina.
Int¨¦rpretes: Mario Casas, Clara Lago, Mar¨ªa Valverde, Antonio Vel¨¢zquez, Carme El¨ªas.
G¨¦nero: drama. Espa?a, 2012.
Duraci¨®n: 120 minutos.
Primera virtud: contratar a un gran director de fotograf¨ªa, Xavi Gim¨¦nez, para que otorgue empaque. Segunda virtud, y resumen general: componer una puesta en escena en la que parezca que todo lo que se est¨¢ contando es m¨¢s grande, m¨¢s importante, que la propia vida. Como un cl¨ªmax continuo (de hecho, se puede decir que los ¨²ltimos 45 minutos, que ya son minutos, son un incesante cl¨ªmax): la paliza m¨¢s terrible, el cuadro m¨¢s hermoso, la violaci¨®n m¨¢s ¨¢spera, el c¨¢ncer m¨¢s terrible, la actuaci¨®n televisiva m¨¢s emocionante, el polvo m¨¢s salvaje (aunque luego venga otro), la carrera de motos m¨¢s competida, el pase del desprecio amoroso m¨¢s turbador¡ Y la m¨²sica, que no es mala ni mucho menos, sube, y sube, y sube. Pura ¨¦pica (?o ser¨¢ m¨ªtica?). Sostener eso no es f¨¢cil. Casi se podr¨ªa decir que si le baj¨¢ramos completamente el volumen a la banda de di¨¢logos, la pel¨ªcula parecer¨ªa buena. Pero los personajes abren la boca, ya sea para decir ¡°?Tengo ganas de ti!¡± o para contar un chiste (¡°Su polla no es grande; es glande¡±), y dan ganas de tener un candado a mano. Y no precisamente para amarrarlo a un puente.
Babelia
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