Orgasmo
La muerte de Nora Ephron obliga a reconocer su influencia. Aunque finalmente haya sido su carrera en el cine lo que m¨¢s resuena, el espacio propio lo forj¨® en la prensa escrita. Sus columnas proyectaban una reflexi¨®n bastante c¨®mica y desinhibida sobre la peripecia de una mujer liberada y profesional en la rep¨²blica independiente de Nueva York. Casada con uno de los periodistas que destap¨® el caso Watergate, su separaci¨®n de Carl Berstein se convirti¨® en una ficci¨®n novelada llevada al cine por Mike Nichols, figura inmensa del cine norteamericano desde El graduado a La guerra de Charlie Wilson. Entonces fue Meryl Streep su alter ego en la pantalla, pero cuando Rob Reiner la reclut¨® para escribir el gui¨®n de Cuando Harry encontr¨® a Sally, naci¨® un curioso juego de espejos con la actriz Meg Ryan.
La desaparici¨®n de Meg Ryan de la primera l¨ªnea del cine tiene que ver con el error de conceder a las tetas o la boca de labios turgentes m¨¢s valor del que merecen. Pero en su mejor momento Meg Ryan fue la Ginger Rogers de la comedia rom¨¢ntica de los a?os 1990. En pel¨ªculas escritas y luego dirigidas por Nora Ephron, incorporaba a un personaje calcado de aquellas columnas de prensa. La importaci¨®n de las claves autopar¨®dicas de Woody Allen al universo femenino permiti¨® que a?os despu¨¦s se rodaran series como Friends o sobre todo Sexo en Nueva York, donde se revoloteaba con la crisis existencialista en la sociedad de consumo.
Fue una cineasta sin la fuerza expresiva con la c¨¢mara que luc¨ªa en las columnas de prensa. Su ¨²ltima pareja fue Nicholas Pileggi, tambi¨¦n periodista, que adapt¨® su propio libro con toda fidelidad para convertirlo en Uno de los nuestros de Scorsese. La comedia para adultos es ya g¨¦nero televisivo, vencido en las salas por la pel¨ªcula para adolescentes, al haberse reducido la edad del p¨²blico masivo. La m¨¢s perfecta definici¨®n de aquel g¨¦nero la escribi¨® Ephron, en la escena donde Meg Ryan finge delante de Billy Cristal su orgasmo y una mujer madura, la madre del director Rob Reiner, culmina el momento con la frase que dirige al camarero: ¡°Tomar¨¦ lo mismo que ella¡±.
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