Examen de madurez

Con motivo de la reciente Peque?as mentiras sin importancia, intent¨¢bamos distinguir dos grupos entre las muchas pel¨ªculas realizadas sobre la generaci¨®n adultescente (adultos adolescentes occidentales con complejo de Peter Pan): las que ten¨ªan protagonistas infantiloides, pero en ellas hab¨ªa seriedad, rigor y madurez suficiente como para reflexionar con trascendencia sobre el tema; y las que adem¨¢s de tener protagonistas que se negaban a crecer, iban de la mano de sus criaturas, agarradas al clich¨¦, la indolencia y cierta tonter¨ªa. Inmaduros, historia de Paolo Genovese sobre el incesante mal, se apunta al segundo grupo. Eso s¨ª, tanto Peque?as mentiras¡­ como Inmaduros han sido grandes ¨¦xitos de p¨²blico, mientras las amargas y rigurosas (En la ciudad, After, por citar dos espa?olas), apenas las ve nadie, as¨ª que saquen ustedes sus propias conclusiones.

Partiendo de una situaci¨®n tan simp¨¢tica como improbable (la pesadilla de todo estudiante: el examen de graduaci¨®n queda anulado por una denuncia, y hay que repetirlo, ya en la cuarentena de edad), Inmaduros juega a la comedia generacional sin apenas aportaciones. De hecho, el gag de la tarta comprada por la madre trabajadora que intenta pasar por casera en el cole de su hija ya lo hab¨ªamos visto en Tentaci¨®n en Manhattan; de modo que, o estamos ante la mundializaci¨®n del remordimiento materno, con el pastel como eje central, o simplemente no hay originalidad. Genovese, a trav¨¦s de un programa de radio con cl¨¢sicos modernos, presentado por uno de los miembros de la pandilla, apela al poder de la identificaci¨®n, y a fe que, en alg¨²n instante, lo consigue: ¡°1999. Es el a?o del triunfo de Benigni en los Oscar, el de aquel beso que debimos dar y no dimos, el a?o que Morcheeba cantaba Rome wasn¡¯t built in a day". Aunque la cuesti¨®n es para qu¨¦ utilizas a Morcheeba, estiloso grupo brit¨¢nico de los noventa que parece ideal para montar un feliz anuncio sobre comida r¨¢pida con solteros treinta?eros. Justo a lo que se acaba pareciendo la pel¨ªcula.