Las caras del cerebro
Nuevos libros analizan la actividad neuronal y las funciones de la inteligencia y la memoria
Antes que nada somos nuestro cerebro y la mente que ¨¦l crea. S¨®lo lo que ellos son capaces de percibir o conocer no nos es ajeno. Por esa raz¨®n, si fuera posible trasplantar el cerebro de un cuerpo a otro, lo que en realidad estar¨ªamos haciendo no ser¨ªa un trasplante de cerebro, sino un trasplante de cuerpo. Un an¨¢lisis cient¨ªfico y riguroso de la naturaleza humana debe entonces empezar por evitar el lenguaje dualista, el que considera que la persona o su mente son algo independiente de su cerebro¡±. La anterior cita procede del libro del catedr¨¢tico de Psicobiolog¨ªa de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona Ignacio Morgado C¨®mo percibimos el mundo, y da idea del esp¨ªritu que mayoritariamente dirige los esfuerzos por comprender qu¨¦ es y c¨®mo act¨²a nuestro ¨®rgano m¨¢s querido, el cerebro.
Podemos continuar viviendo sin m¨¢s, que el coraz¨®n contin¨²e latiendo y seamos capaces de respirar, pero para tener conciencia de nosotros mismos y relacionarnos con otros y con el mundo exterior necesitamos un cerebro que funcione m¨¢s o menos correctamente. De ah¨ª no que sea nuestro ¨®rgano m¨¢s querido, sino que sin ¨¦l, en realidad, no somos nada, o mejor, nada m¨¢s que materia, aunque sea materia organizada. Desde esta perspectiva, no es sorprendente que los cient¨ªficos que se dedican a estudiar el cerebro, los neurocient¨ªficos, se est¨¦n planteando cuestiones que van m¨¢s all¨¢ de las que en un tiempo no lejano dominaban su profesi¨®n, cuestiones de las que da buena idea el libro de Douwe Draaisma Dr. Alzheimer, supongo, en el que presenta las aportaciones de 11 cient¨ªficos que se distinguieron en la investigaci¨®n de los trastornos de la mente. Si antes lo fundamental era centrarse en el estudio de las conexiones entre el enorme n¨²mero de neuronas que forman el cerebro, as¨ª como en identificar las regiones de ¨¦ste asociadas a caracter¨ªsticas definidas (habla, sociabilidad, capacidad musical, emociones, razonamiento l¨®gico, procesamiento de informaci¨®n visual, habilidad matem¨¢tica, etc¨¦tera), ahora cada vez son m¨¢s tratadas cuestiones como la de entender qu¨¦ es la felicidad en base neurol¨®gica, que Francisco Mora, catedr¨¢tico de Fisiolog¨ªa de la Universidad Complutense, aborda en ?Est¨¢ nuestro cerebro dise?ado para la felicidad? Entre los atractivos de pretender entender la felicidad desde las neurociencias est¨¢ el que conduce a preguntas como las que se hace el profesor Mora: ¡°?Pueden los animales sentir felicidad? ?Es lo mismo la felicidad en el ni?o que la felicidad en el anciano?¡±.
El cerebro es un pozo oscuro que esconde innumerables sorpresas. El libro de Ignacio Morgado repasa algunas, las m¨¢s obvias y, en consecuencia, tambi¨¦n las que nos son m¨¢s cercanas. Menos evidente, o, si se prefiere, m¨¢s original es lo que, con la colaboraci¨®n de la escritora y periodista Sandra Blakeslee, hacen en Los enga?os de la mente Stephen Macknik y Susana Mart¨ªnez Conde, dos miembros del Instituto Neurol¨®gico Barrow de Phoenix que adem¨¢s pertenecen a varias organizaciones de magos: explicar los trucos de magia que tanto nos asombran recurriendo a las neurociencias. Es este el primer libro que se ha escrito sobre la neurociencia de la magia, y al leerlo me hice la pregunta: ?c¨®mo es que no se pens¨® antes que la magia constituye un magn¨ªfico banco de pruebas para estudiar c¨®mo percibe nuestro cerebro? Probablemente, por la renuencia de los investigadores a salir de sus laboratorios, a abandonar las tradiciones, los problemas can¨®nicos que han configurado sus disciplinas desde tiempo atr¨¢s. Sucede, no obstante, que aunque por su constituci¨®n biol¨®gico-molecular el cerebro deba ser estudiado de entrada de forma parecida a como se investigan otros fen¨®menos naturales, sus productos (pensamientos, emociones) interaccionan con lo que hay fuera de ¨¦l, dando lugar a intensas retroalimentaciones, de manera que, a la postre, no es posible entender el cerebro y sus funciones ¨²nicamente ¡°desde dentro¡±. Detr¨¢s de este hecho, tan evidente como complejo, se halla la dificultad de producir robots u ordenadores inteligentes, aut¨®matas mec¨¢nicos que se comporten como nosotros, una cuesti¨®n esta que, dentro de un contexto m¨¢s amplio y adoptando el enfoque propio de la complejidad, aborda Ricard Sol¨¦ en Vidas sint¨¦ticas.
Es preciso ser cuidadoso en lo que se refiere a pensar que finalmente todo, incluyendo mundos como los de la econom¨ªa, la justicia, la ¨¦tica o la libertad, se reducir¨¢ a consecuencias de la actividad neuronal. Este es, precisamente, el asunto del que trata El mito del cerebro creador, del catedr¨¢tico de Psicolog¨ªa de la Personalidad, Evaluaci¨®n y Tratamientos Psicol¨®gicos de la Universidad de Oviedo Marino P¨¦rez ?lvarez, en el que ¡°pretende esclarecer la tendencia cerebroc¨¦ntrica que domina no ya la neurociencia, sino las ciencias sociales, las humanidades, la filosof¨ªa y la cultura mundana¡±. Es evidente que obras como la de P¨¦rez ?lvarez no pertenecen propiamente al campo de las neurociencias en sentido estricto, lo que, por supuesto, no significa que no sean relevantes en el estudio y la comprensi¨®n del cerebro y sus funciones mentales. Otro libro de este tipo es el de Rafael Huertas, profesor de Investigaci¨®n del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas. Su Historia cultural de la psiquiatr¨ªa propone entender la locura, un funcionamiento an¨®malo del cerebro, otorgando un papel destacado a la historia, entendida como un punto de encuentro entre filosof¨ªa, sociolog¨ªa, cultura y psicolog¨ªa. En m¨¢s de un sentido esto es tambi¨¦n lo que sucede con La inteligencia ejecutiva, una nueva entrega del ambicioso proyecto en el que lleva empe?ado ¡ªcon gran ¨¦xito¡ª el fil¨®sofo y educador Jos¨¦ Antonio Marina. ¡°Durante siglos¡±, escribe, ¡°se pens¨® que la funci¨®n principal de la inteligencia era conocer. Fue la ¨¦poca dorada de la INTELIGENCIA COGNITIVA. Despu¨¦s se reconoci¨® la importancia de la INTELIGENCIA EMOCIONAL (¡). Muchos s¨ªntomas parecen anunciar que estamos en el comienzo de una nueva etapa, que aprovecha todo lo anterior situ¨¢ndolo en un marco te¨®rico m¨¢s amplio y potente. Desde m¨²ltiples campos de investigaci¨®n emerge la idea de la INTELIGENCIA EJECUTIVA, que organiza todas las dem¨¢s y tiene como gran objetivo DIRIGIR BIEN LA ACCI?N (mental o f¨ªsica), aprovechando nuestros conocimientos y nuestras emociones¡±. Y a desarrollar esta idea dedica, con su habitual estilo, claridad y poder de convicci¨®n, su nuevo libro. Aunque menos ambiciosa, que no menos interesante, que la de Marina, otra obra que busca cumplir funciones ¡°pr¨¢cticas¡± al igual que de comprensi¨®n es el ensayo de Joshua Foer Los desaf¨ªos de la memoria. Somos perfectamente conscientes, ay, de que olvidamos muchas cosas, con los problemas que esto conlleva. ?Por qu¨¦ olvidamos? ?Es posible combatir el olvido? Ayud¨¢ndose de entrevistas a personas de distinto tipo, como neurocient¨ªficos, jugadores de ajedrez o amn¨¦sicos, Foer explica no s¨®lo por qu¨¦ olvidamos, por qu¨¦ olvida nuestro cerebro, sino tambi¨¦n c¨®mo se puede mejorar nuestra capacidad de recordar. Un detalle significativo del libro de Foer es que en ¨¦l ¨²nicamente se menciona en dos ocasiones a Sigmund Freud, el iniciador de la indagaci¨®n del olvido consciente. En la primera de esas citas se se?ala que Freud fue el primero en reparar en que los recuerdos m¨¢s antiguos a menudo se recuerdan como si los hubiera captado una tercera persona, mientras que en la segunda, y a prop¨®sito de las fantas¨ªas sexuales de la infancia, Foer afirma, de manera escueta, que no est¨¢ seguro de ¡°que haya demasiados psic¨®logos que sigan respaldando esa interpretaci¨®n¡±. No se equivoca con esta manifestaci¨®n: las ideas de Freud ya no ejercen la influencia que tuvieron en otras ¨¦pocas, y eso a pesar de que fue el principal responsable de convertir en un problema cient¨ªfico el hecho de que una buena parte de la informaci¨®n sensorial procesada no llegue nunca a hacerse consciente, aunque el cerebro pueda utilizarla de modo inconsciente para guiar comportamientos y h¨¢bitos motores y reflejos. Aunque para algunos ¡ªque crecimos leyendo, fascinados, los libros del maestro de Viena¡ª sea doloroso, es justo reconocer esa p¨¦rdida de influencia, porque Freud supli¨® lo que en su tiempo, y en alguna medida a¨²n ahora, la ciencia del cerebro no pod¨ªa ofrecerle, con unos modelos te¨®ricos que justifican el que hoy se dude si m¨¢s que un cient¨ªfico debemos considerarlo un imaginativo y arrebatadoramente convincente escritor, que no dud¨® en ocasiones en mentir para sostener el edificio que hab¨ªa construido. Revoluci¨®n en mente, de George Makari, describe, con una intensidad y extensi¨®n admirables, la creaci¨®n del psicoan¨¢lisis, considerada como ¡°la historia de un grupo de m¨¦dicos, fil¨®sofos, cient¨ªficos y escritores que trataron de comprender la cosa m¨¢s ef¨ªmera y, sin embargo, enloquecedoramente obvia: la mente¡±.
Como es bien sabido, en la historia temprana del psicoan¨¢lisis intervinieron de manera destacada otros personajes adem¨¢s de Freud. Uno de ellos, de los m¨¢s notables, fue Carl Gustav Jung, que, sin embargo, termin¨® abandonando el enfoque freudiano para fundar su propia psicolog¨ªa din¨¢mica. La Correspondencia entre Freud y Jung que acaba de publicar Trotta, en una rigurosa edici¨®n, cubre las ep¨ªstolas que ambos se intercambiaron entre abril de 1906 y abril de 1914. Independientemente de lo que se piense de las ideas que sostuvieron, de lo que no hay duda es de que fueron dos grandes intelectuales y escritores cuyos razonamientos e intereses, tal y como aparecen en estas cartas, merecen ser conocidos y considerados.
Investigaciones sobre la mente
C¨®mo percibimos el mundo. Ignacio Morgado. Ariel. Barcelona, 2012. 219 p¨¢ginas. 17 euros (electr¨®nico: 11,99). Dr. Alzheimer, supongo. Douwe Draaisma. Traducci¨®n de Nathalie Schwan. Ariel. Barcelona, 2012. 397 p¨¢ginas. 22 euros (electr¨®nico: 15,99). ?Est¨¢ nuestro cerebro dise?ado para la felicidad? Francisco Mora. Alianza Editorial. Madrid, 2012. 211 p¨¢ginas. 14 euros. Los enga?os de la mente. Stephen L. Macknik y Susana Mart¨ªnez-Conde con Sandra Blakeslee. Traducci¨®n de Carlos Lagarriga. Destino. Barcelona, 2012. 395 p¨¢ginas. 20,50 euros (electr¨®nico: 13,99). Vidas sint¨¦ticas. Ricard Sol¨¦. Tusquets. Barcelona, 2012. 331 p¨¢ginas. 20 euros. El mito del cerebro creador. Marino P¨¦rez ?lvarez. Alianza Editorial. Madrid, 2011. 240 p¨¢ginas. 19,60 euros. Historia cultural de la psiquiatr¨ªa. Rafael Huertas. Los Libros de la Catarata. Madrid, 2012. 224 p¨¢ginas. 20 euros. La inteligencia ejecutiva. Jos¨¦ Antonio Marina. Ariel. Barcelona, 2012. 186 p¨¢ginas. 16 euros (electr¨®nico: 11,99). Los desaf¨ªos de la memoria. Joshua Foer. Traducci¨®n de Mar¨ªa Jos¨¦ D¨ªez P¨¦rez. Seix Barral. Barcelona, 2012. 363 p¨¢ginas. 19,50 euros (electr¨®nico: 13,99). Revoluci¨®n en mente. La creaci¨®n del psicoan¨¢lisis. George Makari. Traducci¨®n de Daniela Mar¨¢bito Rojas. Sexto Piso. Madrid, 2012. 832 p¨¢ginas. 34 euros. Correspondencia Sigmund Freud-Carl Gustav Jung. Edici¨®n de William McGuire y Wolfgang Sauerl?nder. Traducci¨®n de Alfredo Gu¨¦ra Miralles. Trotta. Madrid, 2012. 613 p¨¢ginas. 30 euros.
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