Un multimillonario neoyorquino, el misterioso comprador de ¡®El grito¡¯
Leon Black adquiri¨® la obra en la subasta de Sotheby?s por 91,2 millones de euros Pertenece al patronato del Museo Metropolitano de Nueva York Por el momento se desconoce qu¨¦ planes tiene para el cuadro
Leon Black es el multimillonario estadounidense detr¨¢s del cheque de 91,2 millones de euros por El grito de Edvard Munch, seg¨²n informa The Wall Street Journal. El ic¨®nico cuadro del artista noruego, el n¨²mero veinte de la subasta de arte impresionista y moderno que Sotheby's organiz¨® en mayo, provoc¨® con su venta un sonido ensordecedor cuyo eco se seguir¨¢ escuchando hasta que en el mercado del arte se cometa un atrevimiento mayor: 119.9 millones de d¨®lares.
El magnate neoyorquino, n¨²mero 330 en la lista de Forbes y ¨¢vido coleccionista de arte, no ha desvelado cu¨¢les son sus planes para el cuadro, aunque lo m¨¢s probable es que lo preste a un museo. Black socio principal de la compa?¨ªa Apollo Global Management and No, pertenece al patronato del Museo Metropolitano de Nueva York y al de Arte Moderno. Sotheby?s ha declinado hacer declaraciones, seg¨²n explica el peri¨®dico estadounidense.
La llegada al mercado de esta versi¨®n fechada en 1895 hab¨ªa provocado la exaltaci¨®n de tiburones financieros, coleccionistas cl¨¢sicos y cazadores pudientes de trofeos art¨ªsticos. Entre todos ellos se lidi¨® esa batalla que esta vez no fue breve pero s¨ª azorada: la obra sali¨® a la venta por un precio de 40 millones de d¨®lares y mill¨®n a mill¨®n fue subiendo a lo largo de 12 minutos hasta los 107 millones, cifra sobre la que cay¨® el martillo del subastador y a la que habr¨ªa que sumar los casi 13 millones de la comisi¨®n.
El grito se convert¨ªa as¨ª en el cuadro m¨¢s caro vendido en una subasta, superando la marca fijada en 2010 por el lienzo de Picasso Desnudo, hojas verdes y busto, vendido por 81 millones de euros. El r¨¦cord de venta entre privados lo tiene el cuadro de C¨¦zanne Los jugadores de cartas (1892-93), adquirido por la familia real de Qatar en 2011, que desembols¨® 191 millones de euros.
Otro de los atractivos de la subasta fue que la copia es la ¨²nica que ha permanecido siempre en manos privadas y es quiz¨¢s el m¨¢s deseado: en su marco el artista escribi¨® un poema en el que describe en palabras lo que despu¨¦s convirti¨® en imagen. Petter Olsen, de 64 a?os, hijo del armador noruego Thomas Olsen (amigo de Munch), es el hombre que tuvo la suerte de crecer mirando el cuadro colgado en el sal¨®n de su casa en Noruega y del que ha querido desprenderse para recaudar dinero con el que fundar un museo dedicado al artista. ?l y su familia veraneaban en Hvitsten, en una casa junto a la de Munch, que Olsen acaba de comprar y en la que planea crear un centro justo a tiempo para las celebraciones el pr¨®ximo a?o del 150? aniversario del nacimiento del pintor.
¡°Es un cuadro demasiado importante para tenerlo en casa. Deber¨ªa poder verlo m¨¢s gente¡±, declaraba Olsen en una entrevista reciente en Financial Times. Lo que no contaba es que la obra tambi¨¦n le ha marcado personalmente. Y no precisamente de forma positiva: la hered¨® en 2001 tras una agria disputa legal con su hermano en la que se repartieron la herencia de su madre, que inclu¨ªa otras 34 pinturas de Munch. Los dos hermanos no se han vuelto a hablar.
Babelia
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