Escuela de vida y de calor
El fil¨®sofo Alain de Botton asegura que todos necesitamos consejo, consuelo y direcci¨®n La fundaci¨®n The School of Life (Escuela de vida) ha nacido en Londres para ofrecer esta ayuda
Todos necesitamos ayuda. Lo afirma Alain de Botton, sentado en su oficina en Londres, ante una estanter¨ªa verde mar que habla mucho de ¨¦l y sus intereses. Tiene all¨ª los libros justos agrupados por pasado, presente y futuro: lo hecho, lo que est¨¢ en marcha, lo que vendr¨¢. Sobre viajes, arquitectura, religi¨®n, literatura... Sus temas recurrentes, los que le han convertido en best seller, en estrella de la filosof¨ªa nueva, consoladora, pegada a la tierra y a nuestro tiempo. Botton lo mismo escribe de c¨®mo Proust puede cambiar tu vida que de edificios felices en libros y columnas o documentales que produce en su empresa de nombre ilustrativo, Seneca Productions. Su reivindicaci¨®n de los cl¨¢sicos es uno de sus sellos.
Hay aqu¨ª un div¨¢n para la siesta, la meditaci¨®n o la derrota y objetos personales: la maqueta de un avi¨®n que le regalaron tras pasar una semana en el aeropuerto de Heathrow para uno de sus libros, fotos de sus dos hijos y dos cuadros de un roble que un pintor usa como modelo ¨²nico de toda su obra. Una historia que De Botton incluy¨® en Miserias y esplendores del trabajo, en el que habla de las personas que hay tras lo que consumimos: qui¨¦n fabrica y c¨®mo las galletas que comemos, qui¨¦n se encarga de los tendidos el¨¦ctricos del pa¨ªs¡ Un libro que cerraba con frase suya para la historia: "Dejemos que la muerte nos pille mientras hacemos algo por la vida".
De Bottom hace una filosof¨ªa nueva, pegada a nuestro tiempo
Y ¨¦l lo hace. En 2008, De Botton (Z¨²rich, 1969), ateo confeso, hijo de jud¨ªos laicos "para quienes creer en Dios ten¨ªa el mismo valor que creer en Santa Claus", abri¨® escuela, una empresa social al estilo de su anterior fundaci¨®n Living Architecture. La bautiz¨® como . Y nada de lo que aborda este hombre con pinta de ni?o bueno y look austero es indiferente desde que sorprendi¨® con aquel Del amor, a sus 23 a?os. Los ventanales miran a un jard¨ªn muy British, que destaca entre el blanco de las paredes y la palidez de su piel y ojos claros. "Todos necesitamos ayuda", repite, antes de apuntar que The School of Life naci¨® por pura provocaci¨®n, en respuesta a la mala fama de ese nicho editorial llamado de autoayuda. "Muchos creen que solo los est¨²pidos necesitan ayuda".
Todos necesitamos consuelo
De Bottom convoc¨® a intelectuales de amplio espectro y alta calidad para demostrar que no, que todos sin excepci¨®n necesitamos consejo, consuelo y direcci¨®n. As¨ª naci¨® el centro, para rehabilitar un g¨¦nero maltratado. Y para demostrarlo han parido una colecci¨®n de seis libros, puro fest¨ªn de optimismo, una suerte de canto coral a la vida, publicados ya en Reino Unido y que ahora Ediciones B trae a Espa?a. "Todos son verdaderamente realistas, ninguno te cuenta sue?os imposibles", asegura. Es momento de ir a la escuela.
Llueve sobre Londres. Llueve sobre las cristaleras de The School of Life en Bloomsbury, barrio de reminiscencias literarias y esp¨ªritus a lo Virginia Woolf vagando por sus calles. En cuanto cruzas la puerta verde oliva (otra vez el verde), desaparece toda sensaci¨®n de abatimiento. Todo lo que hay dentro, libros, objetos¡ es optimista y caldeado, tiene enfoque de superaci¨®n y crecimiento personal.
Los seis vol¨²menes lucen en la vitrina, peque?os y sobrios. Hablan de reflexionar sobre el modo en que vivimos y nos relacionamos. De conocernos, siguiendo la m¨¢xima de S¨®crates: "Una vida sin examen no merece la pena ser vivida". De aprender a "autoasistirnos" para que nuestra existencia no devenga tormento. En esta escuela asumen como l¨ªnea de salida que la fiesta es la vida. Pensemos: ?qu¨¦ tiempo o ¨¦poca de nuestra historia no ha sido caos, cambio, desasosiego, crisis¡?
Los anuncios en los tablones nos dan pistas: cursos, fines de semana colectivos y hasta sermones al estilo eclesi¨¢stico sobre valores que se dan los s¨¢bados en el teatro Conway Hall, sede de la South Place Ethical Society, donde organizan charlas tipo ?Son los Juegos Ol¨ªmpicos buenos para la humanidad? Un ambiente que remite a las sociedades civiles y antiabolicionistas del siglo XIX. Algunos recortes de prensa muestran la acogida a la escuela y retratan a la sociedad brit¨¢nica misma. No sex, please, we are British (nada de sexo, por favor, somos brit¨¢nicos), titula un peri¨®dico. "Se trata de ganar terreno a la existencia plena, gustosa, que anda un tanto perdida y sin el contexto debido entre tanta econom¨ªa del desastre y dramas guerreros¡", dir¨¢ uno de los autores, John-Paul Flintoff.
"Desde que nacemos hasta que morimos necesitamos que los dem¨¢s nos busquen y nos ayuden a sentirnos seguros¡", escribe la psicoterapeuta Philippa Perry, otra autora. En realidad, la autoayuda es inherente a nuestra cultura, es parte del mundo cl¨¢sico, predica De Botton. Por eso, todo aqu¨ª est¨¢ lleno de referencias a S¨®crates, Plat¨®n, S¨¦neca o Virgilio. La idea es juntarse en plaza p¨²blica a debatir. ?Que llueve¡? Ya escampar¨¢.
Primer ejemplo
?Que tienes obsesi¨®n por el sexo¡? A equilibrar atracci¨®n y deseo ayuda el mismo Botton en C¨®mo pensar m¨¢s en el sexo, su libro en esta colecci¨®n.
Segundo. ?Que dilapido mi tiempo en Internet y en redes sociales...?, te voy a ense?ar a prosperar con el mundo digital. "No importan los dispositivos usados, sino para qu¨¦ los usamos", escribe Tom Chatfield en C¨®mo prosperar en la era digital. Opina que los conceptos "de excelencia, an¨¢lisis cr¨ªtico y chispa creativa no quedar¨¢n arrumbados tan f¨¢cilmente" con Internet. Y pone de ejemplo de buen uso de las redes el caso de la ejecuci¨®n del afroamericano Troy Davis en Georgia (EE UU) el a?o pasado. "Se le¨ªan y segu¨ªan en Twitter las reflexiones del mundo como un solo ser".
Tercero. El periodista y escritor Flintoff, de 44 a?os, alto, delgado, aire a lo Hugh Grant, es de conversaci¨®n apasionada sobre cualquier tema y tiempo. "Se dice habitualmente que la historia la construyen grandes hombres y as¨ª se estudia, pero no, la hacemos millones de personas al un¨ªsono", afirma. Tenemos un papel que desempe?ar cada uno, hag¨¢moslo en vez de lamentarnos. De eso va su libro, de C¨®mo cambiar el mundo. Flintoff recomienda las citas a ciegas que organiza la escuela para comer en restaurantes. "El men¨² indica el tema de conversaci¨®n en la mesa. Son muy divertidas", dice, sentado en el aula de la escuela, un s¨®tano decorado con dibujos en rotulador. "Esto no es un centro para ricos", asegura. "Se trata justo de lo contrario, de c¨®mo se pueden hacer muchas cosas sin dinero o m¨¢s all¨¢ de ¨¦l".
Cuarto ejemplo. Hablemos de dinero. ?Tiene usted problemas o son m¨¢s bien preocupaciones sobre ¨¦l? Lo primero no depende de usted. Lo segundo s¨ª. Y se puede controlar. Lo explica el australiano John Armstrong en C¨®mo preocuparse menos por el dinero, donde desmitifica que la riqueza se acumule solo por explotaci¨®n. "El beneficio no es el enemigo".
Quinto. Asuntos laborales. Turno del pensador Roman Krznaric en C¨®mo encontrar un trabajo satisfactorio. "No hay mayor tortura que trabajar en algo in¨²til y sin sentido", dec¨ªa Dostoievski. "No temer al cambio", propone este experto, que ha tenido mil oficios y se vuelca ahora en el estudio de la empat¨ªa como llave del cambio social. "Dec¨ªa Picasso que el arte es la eliminaci¨®n de lo innecesario".
Y sexto ejemplo. Philippa Perry considera su participaci¨®n en el marat¨®n de Londres un hito en su carrera contra s¨ª misma¡ "Yo era incapaz de trotar de aqu¨ª a la esquina", asegura esta mujer de gran envergadura y 54 a?os. Un gran reto. Sobre todo mental. En su libro titulado C¨®mo estar mentalmente equilibrado lo menciona a menudo.
C¨®mo no perderse
No estoy en contra de las religiones, tengo muchos amigos creyentes
Perry ha hecho una gran labor sintetizando su sabidur¨ªa y la de la psicolog¨ªa en formato mini. Su libro trata de c¨®mo no perderse. "Si reformamos nuestra mente, seremos capaces de reformar nuestro modo de vivir¡". Nuestra alma es un carro tirado por dos caballos, que dec¨ªa Plat¨®n. La introspecci¨®n es de gran valor para alcanzar la serenidad. "Gracias a ella podemos averiguar qu¨¦ cosas nos producen estr¨¦s del bueno y c¨®mo, cuando este supera ciertos l¨ªmites, se convierte en da?ino". Y sobre todo, insiste ella en algo que todos los autores de esta escuela repiten: para crecer hay que romper la l¨ªnea de confort a cada rato.
De superar esa l¨ªnea sabe mucho Alain de Botton. Tanto ¨¦xito tiene The School of Life que piensa abrir franquicias, una red global de escuelas de la vida. "Al fin y al cabo, hoy d¨ªa no hay tantas alternativas de consuelo¡ O eres profundamente religioso o est¨¢s embebido por el consumismo", dice. Lo dem¨¢s es vac¨ªo. "La gente que cree en Dios es m¨¢s feliz", concluye. "No estoy en contra de las religiones, tengo muchos amigos creyentes; pero me interesa lo que hay tras ellas", afirma. Su propuesta, otro libro apasionante: Religi¨®n para ateos (RBA).
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