El toro que sue?an los toreros
Del R¨ªo / El Fundi, El Juli y Castella Al Fundi le concedieron una oreja que har¨ªa bien en devolver La corrida estuvo por encima de la terna de figuras
El Fundi entr¨® en la feria en sustituci¨®n del lesionado Juan Mora y se llev¨® a su casa una paliza tremenda que no olvidar¨¢ en una temporada. Ocurri¨® a la hora de matar al cuarto, que le tap¨® la salida en el primer pinchazo y le avis¨® de sus feas intenciones; fue en el segundo envite cuando lo esper¨®, levant¨® la cara y lo enganch¨® por el pecho haci¨¦ndole perder el equilibrio; lo empal¨® por una pierna, lo estrell¨® con fuerza contra la arena, y se dispuso el animal a destrozarlo en el suelo. Se tap¨® el torero la cabeza con las manos y solo un milagro lo salv¨® de una cornada que estaba cantada entre un amasijo de pitones que le rozaban como guada?as. Se levant¨® El Fundi con el cuerpo magullado, la cara ensangrentada por el contacto con el animal, pero todo ¨¦l sorprendentemente intacto despu¨¦s de una pelea tan desigual, tan dura y tan brutal. ?Vaya susto de despedida de Pamplona!
Pero hubo algo m¨¢s, menos dram¨¢tico, felizmente, pero grave tambi¨¦n.
El primero de la tarde, C¨®ndor de nombre y 580 kilos de piso, era uno de esos toros que sue?an los toreros cuando imaginan en su soledad de tantos d¨ªas un triunfo espectacular que los catapulte al estrellato: justo de trap¨ªo, manso en el caballo, con las fuerzas muy justas, que se vino arriba en el tercio final y su comportamiento fue de toro encastado, codicioso, noble, repetidor y bonancible. Embisti¨® hasta la extenuaci¨®n, humillada la cara y persiguiendo con suave acometividad la muleta. El animal no hablaba, pero clamaba por un torero artista y un toreo de est¨¦tica sublime, desgarrado y arrebatador que explota en conmoci¨®n y entusiasmo.
El Fundi hizo una faena larga por ambas manos, y lo dio todo, pero no dijo nada. Lo lidi¨® como si estuviera en un tentadero, despegado siempre, vaciando la embestida hacia fuera, sin cruzarse nunca¡ Estaba claro que no era su toro, ni ¨¦l el torero que necesitaba ese toro. Dio muchos pases, pero todo supo a poco. Correcto y aseado, s¨ª, pero muy por debajo de las condiciones de su oponente, un animal que exig¨ªa unas mu?ecas rotas que exprimieran su exquisita calidad. Le concedieron al torero una oreja sanferminera y se le hubiera agradecido que la devolviera. Seguro que cuando abrieron en canal a C¨®ndor descubrieron los matarifes que en su interior guardaba el misterio de la casta. ?Y que hoy se est¨¦ sirviendo un plato de casta en estofado...! ?Qu¨¦ injusta es la vida¡!
Tampoco estuvo a la altura del cuarto, con menos clase, pero igualmente repetidor y noble. Est¨¢ El Fundi acostumbrado al toro correoso y duro, y su aparente poder¨ªo no destaca con el que pide un toreo ce?ido, templado y sin prisas. Un pegapases no es el mejor compa?ero de un toro de encastada nobleza.
Ciertamente, la corrida, desigual de presentaci¨®n, estuvo por encima de la terna de figuras; a excepci¨®n del deslucido segundo, todos los toros vendieron cara su vida y persiguieron con casta los enga?os. El Juli no se complic¨® la vida con su primero, el m¨¢s inc¨®modo, y evidenci¨® que no era de su gusto. Mucho tard¨® despu¨¦s en cogerle el aire al quinto, al que solo domin¨® cuando, al final, cansado de embestir, el animal acort¨® su recorrido. No fue El Juli el torero poderoso de otras tardes. O est¨¢ mal acostumbrado. Y tampoco luci¨® Castella. La verdad es que no es f¨¢cil emocionar cuando se insiste en torear hacia fuera y con todas las ventajas posibles. Fracas¨® ante el tercero, al que siempre cit¨® al hilo del pit¨®n, y se justific¨® en el ¨²ltimo porque derrotaba al final del muletazo.
Canal + retransmite la Feria de San Ferm¨ªn en el dial 67.
DEL R?O / EL FUNDI, EL JULI, CASTELLA
Toros de Victoriano del R¨ªo, desiguales de presentaci¨®n, mansos, a excepci¨®n del cuarto, blandos, encastados y muy nobles. Excelente el primero.
El Fundi: estocada (oreja); pinchazo, _aviso_ pinchazo y casi entera (ovaci¨®n):
El Juli: estocada trasera y ca¨ªda, un descabello y el toro se echa (silencio); pinchazo y estocada baja (oreja).
Sebasti¨¢n Castella: estocada corta tendida (ovaci¨®n); dos pinchazos _aviso_ metisaca en los bajos, pinchazo y media (silencio).
Plaza de Pamplona. 12 de julio. Sexta corrida de feria. Lleno.
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