Lluvia que no moja

No hay ning¨²n agujero en la cubierta, y aun as¨ª, jarrea dentro de la Terminal 1 aeropuerto de Singapur. Y las gotas que caen, -homog¨¦neas, sincr¨®nicas, casi hipn¨®ticas-, no mojan. Porque este chubasco, de fen¨®meno natural tiene poco. Y s¨ª mucho de tecnol¨®gico: se trata de la obra Kinetic rain, la mayor escultura cin¨¦tica del mundo, tan sorprendente como esos chaparrones que pillan a uno desprevenido. La pieza, realizada por ART+COM, una empresa alemana dedicada al desarrollo de propuestas art¨ªsticas, consiste en una instalaci¨®n formada por 1.216 liger¨ªsimas l¨¢grimas de aluminio cubierto de cobre que cuelgan de finas cuerdas de acero. Cada una de esas gotas est¨¢ conectada a un motor controlado por ordenador, escondido en el techo del edificio. Frente a las danzas y c¨¢nticos rituales, este es el m¨¦todo del siglo XXI para atraer la lluvia.

¡°Nuestro objetivo es crear una fuente de identidad para el aeropuerto Changi de Singapur¡±, explica Joachim Sauter, el fundador y director creativo de ART+COM, ¡°as¨ª como proporcionar a los pasajeros un momento de contemplaci¨®n y reflexi¨®n a pesar de la ajetreada atm¨®sfera de viaje¡±. Como la pieza est¨¢ concebida para Singapur, los 15 minutos de coreograf¨ªa que representa repiten formas y patrones relacionados con un clima tropical. ¡°Adem¨¢s, el movimiento fluido de las gotas flotando arriba y abajo busca crear un recuerdo positivo del vuelo¡±.

Asia seguir¨¢ siendo, junto a Am¨¦rica, el escenario de los proyectos presentes y futuros de la empresa de Sauter. ¡°Un trabajo nuestro que se ha inaugurado recientemente es Four rivers, una instalaci¨®n que utiliza complejas superficies de espejo talladas. Cuando se apunta con una linterna a los espejos, los reflejos en la pared revelan un mensaje oculto, que tiene que ver con el significado po¨¦tico de un r¨ªo¡±, explica el artista. M¨¢s proyectos fuera de lo com¨²n: otra escultura cin¨¦tica que es a la vez un luminario que imita la oscilaci¨®n sinuosa de una manta raya, y que resulta de la combinaci¨®n de unas palas que se mueven f¨ªsicamente y el movimiento virtual de las luces que llevan pegadas. Y m¨¢s: ahora mismo est¨¢n trabajando en otra escultura agitada por el viento para un hotel de Bombay, y en la reinterpretaci¨®n de un reloj para un espacio p¨²blico de Washington. Igual no cargan agua, pero a estos chicos les llueven las ideas.