Arte en los tanques de petr¨®leo

En Londres, estos d¨ªas, el arte en movimiento se cuela por las rendijas de inmensos tanques de petr¨®leo que, olvidada desde hace tiempo su vieja raz¨®n de ser, se trastocan en contenedores de la m¨¢s rabiosa expresi¨®n creativa. Performance, body art, happening y cine son algunas de las disciplinas que han venido a dar sentido a The tanks (Los tanques), 21.000 apabullantes metros cuadrados de espacio que ya le est¨¢n quitando cierto protagonismo a la inconmensurable y muy publicitada Sala de turbinas de la antigua central el¨¦ctrica a orillas del T¨¢mesis.

El arte en vivo, una presencia siempre espor¨¢dica en los museos, ha venido a la Tate para quedarse, convirtiendo a este edificio en el primer museo que da cabida a las manifestaciones art¨ªsticas m¨¢s rompedoras de la segunda mitad del siglo XX. Nicholas Serota, director del grupo Tate y Crhis Dercon, de la Tate Modern, presum¨ªan ayer de que estos tremendos espacios recuperados por Herzog & de Meuron les convierte en el primer museo del mundo con un espacio dedicado exclusivamente a mostrar y almacenar ese tipo de arte, elev¨¢ndolo a la misma categor¨ªa de la pintura o de la escultura.

Ya desde su apertura, en 2000, el edificio de la Tate impact¨® a todo el mundo por sus dimensiones. Las salas de las turbinas, dedicadas a exposiciones temporales, no bajaron nunca el nivel del espect¨¢culo. Ahora se recuperan las naves donde estuvieron instalados en su d¨ªa los dep¨®sitos de combustible de la vieja central.

A los tanques reconvertidos en vitrinas art¨ªsticas se accede desde la sala de turbinas, por el acceso situado junto a las mesas de venta de entradas. Herzog & de Meuron han respetado las columnas originales para dividir los ambientes. Suelos, techos (siete metros de altura) y paredes son de cemento visto, te?idas de un gris oscuro que solo se rompe con los ventanucos necesarios para la proyecci¨®n y la refrigeraci¨®n. El espacio recuperado, advierten, solo supone una tercera parte del que est¨¢ a¨²n pendiente de rehabilitar. Por ello, en octubre, seguir¨¢n las obras de ampliaci¨®n y no concluir¨¢n antes de 2016. Una Tate en marcha...

Anne Teresa De Keersmaeker (1960, Malinas, Belgica) est¨¢ considerada desde hace muchos a?os como la aut¨¦ntica heredera de Pina Bausch. Core¨®grafa performer, nadie mejor que ella para inaugurar The tanks. Su pieza Cuatro movimientos para la m¨²sica de Steve Reich ha sido el arranque de la olimpiada cultural que a lo largo de todo el verano va a desbordar Londres de actividades de todo tipo.

Mientras las obras se retoman, habr¨¢ quince semanas de arte en acci¨®n con artistas de todo el mundo. La lista es larga, aunque ning¨²n espa?ol est¨¢ entre ellos. La cubana afincada en M¨¦xico Tania Bruguera ser¨¢ la ¨²nica representante del ¨¢mbito latinoamericano. Contundente y provocativa en sus propuestas, Bruguera estrenar¨¢ el 31 de julio una pieza sobre la inmigraci¨®n inspirada en la primavera ¨¢rabe. En esta ocasi¨®n propondr¨¢ al p¨²blico la creaci¨®n de un nuevo partido pol¨ªtico que se ocupe de los derechos de los emigrantes en todo el mundo, un partido en el que a los ciudadanos se les juzgue por sus hechos y no por las atribuciones.

Chris Dercon explica que cada uno de los 40 artistas invitados a participar este verano en Los tanques representan una forma diferente de entender el arte y que conectan con los nuevos p¨²blicos que van a los museos a disfrutar del arte de una manera no convencional. Parece claro que este nuevo espacio parece pensado para multiplicar los cuatro millones largos de visitantes que la Tate Modern recibi¨® en el ¨²ltimo a?o. ¡°La performance, el happening, el body art o el cine art¨ªstico requieren la participaci¨®n del p¨²blico y otra forma de mirar. Soy consciente de que estamos poniendo en marcha una revoluci¨®n¡±, explica Dercon.

Una gran parte de este recuperado espacio est¨¢ ocupado por obras que a lo largo de estos a?os han sido adquiridas por la Tate. Escoltando la gran sala que ocupar¨¢ este ciclo Arte en Acci¨®n se ir¨¢n exhibiendo algunas de estas piezas de arte experimental. El coreano Sung Hwan Kim (Se¨²l, 1975) es el primero en ocupar los nuevos espacios con una pieza cinematogr¨¢fica en la que narra sus pesadillas. Es una proyecci¨®n de unos veinte minutos en la que una mujer habla de la desesperaci¨®n que le produce la desaparici¨®n de su hijo. Tomas en blanco y negro y en color se mezclan en una narraci¨®n inquietante. Al coreano le seguir¨¢n el montaje audiovisual Light music 1975, de Lis Rhodes, y Crystal quilt 1987, de la estadounidense Suzanne Lacy.

Mientras los responsables de la Tate mostraban el lunes a la prensa sus nuevos y espectaculares logros, a las puertas del museo la curiosidad era palpable. En las colas para ver las exposiciones temporales de Damien Hirst y Edvard Munch se encontraban ya los primeros aspirantes a entrar en Los tanques. Poco importaba el viento y la molesta lluvia que de manera insistente cae estos d¨ªas en Londres. El inter¨¦s de brit¨¢nicos y turistas es m¨¢ximo. Tanto por ver las obras como por adentrarse en estas reci¨¦n destapadas entra?as del edificio. De momento, tienen quince semanas por delante para disfrutar de la novedad.

Pero no solo la Tate participa en la olimpiada cultural. Los museos, teatros y auditorios de Londres est¨¢n volcados en que los Juegos no sean pura exhibici¨®n de m¨²sculo. Nombres universales como Daniel Barenboim, Damon Albarn o Cate Blanchett participar¨¢n en eventos por toda la ciudad. En las maratones de danza, teatro, cine o carnavales que se celebrar¨¢n entre el 21 de junio y el 9 de septiembre participar¨¢n 25.000 artistas de 204 pa¨ªses.