La cr¨ªtica pol¨ªtica que saca pecho

Si uno no es de Estados Unidos, hablar del imperialismo yanqui puede desencadenar un debate, m¨¢s que encendido, incendiario. Si uno s¨ª es de Estados Unidos, hablar del imperialismo yanqui puede elevarse a la categor¨ªa de arte. Arte, adem¨¢s, del vigoroso. Como el que hace Joseph Stashkevetch. La serie de dibujos American Muscle de este neoyorquino habla de cachas, anabolizantes y un culto al cuerpo rayano en lo alarmante. Pero tambi¨¦n de su patria, y de sus incursiones en el extranjero.

¡°Son una exploraci¨®n del abuso de la inteligencia militar estadounidense m¨¢s all¨¢ de nuestras fronteras¡±, explica el artista. ¡°Cada hombre musculoso lleva embebida en su sistema vascular una red fluvial de un pa¨ªs en el que hemos interferido abierta o encubiertamente para conseguir ventajas estrat¨¦gicas pol¨ªticas o econ¨®micas¡±.

Criado ¡°modestamente¡± bajo el auspicio de un padre polic¨ªa local, Stashkevetch es un ciudadano preocupado por lo que le rodea. M¨¢s all¨¢ de la inquietud pol¨ªtica, tambi¨¦n dice interesarse por el medio ambiente. De hecho, la naturaleza es el tema que ocupa su actual producci¨®n art¨ªstica. ¡°Primero, porque es extraordinaria. Y quiz¨¢ tambi¨¦n es una cuesti¨®n de echar una mirada a largo plazo a la salud de nuestro estresado planeta¡±.

Sus muchachos reventones, perfilados en 2004, llevan en sus venas los r¨ªos de distintos pa¨ªses en los que EE UU ha intervenido en el ¨²ltimo siglo. Uno de ellos, por ejemplo, representa la red fluvial de Chile, en referencia a la operaci¨®n C¨®ndor, un plan de coordinaci¨®n entre EE UU y las dictaduras de los pa¨ªses del Cono Sur americano, que se llev¨® a cabo entre los setenta y los ochenta. Otro carga el agua de Ir¨¢n, por la operaci¨®n Ajax de 1953, el golpe de estado que derroc¨® al democr¨¢ticamente electo primer ministro Mohammed Mossadegh.

Cuenta el artista que, por lo dem¨¢s, es un tipo, a su manera, de lo m¨¢s normal. Nada que ver con los sujetos de sus dibujos. ¡°Me encanta andar en bici, luchar por tener cuidado mi jard¨ªn, leer un mont¨®n, adorar a mis cuatro gatos y esmerarme para mantener las interacciones sociales bajo m¨ªnimos¡±. Lo de la fuerza bruta, se lo guarda para su cr¨ªtica pol¨ªtica.