Entre Chiquito y Cort¨¢zar, Noguera
Escritor y dibujante, rechaza la etiqueta de humorista Acaba de publicar su segundo libro: 'Ser madre hoy' Tambi¨¦n realiza el 'Ultrashow' en vivo y en directo. No pretende hacer re¨ªr, pero no puede evitarlo
El trazo de sus dibujos (a boli Bic negro) recuerda a Roland Topor y por tanto a OPS (primer pseud¨®nimo de El Roto); su forma de ver el mundo tiene algo de la de Alfred Jarry (padre de la Pataf¨ªsica), pero ¨¦l, de entrada, se resiste a citar referentes. Y rechaza la etiqueta de humorista. ¡°Yo no soy de re¨ªrme¡±, suelta Miguel Noguera (Gran Canaria, 1979) al otro lado de la mesa de la cafeter¨ªa de un c¨¦ntrico hotel de Madrid. Licenciado en Bellas Artes y extelefonista en una empresa de asistencia en carretera, Noguera?¨Cresidente en Barcelona¨C estuvo la semana pasada en la capital realizando dos funciones de su Ultrashow (mejor ver). Pero lo que le trae a esta secci¨®n de EL PA?S es su nuevo libro: Ser madre hoy (Blackie Books, 2012). Como ya hiciera en Ultraviolencia (Blackie Books, 2011), Noguera explica sus ideas mediante p¨¢rrafos y dibujos sin un hilo conductor aparente. Ah¨ª est¨¢n sus torniquetes hechos con un cirio, sus cheposos con gibas ardientes y los pliegues gigantescos y humillantes en la entrepierna del pantal¨®n. O ese tipo que grita que le den una maza cuando ya est¨¢ usando una maza.
Pregunta: ?Qu¨¦ influencias dir¨ªa que tienen sus dibujos?
Respuesta: Cuando estudiaba BUP me gustaba el c¨®mic europeo y Robert Crumb, pero no tengo una influencia que pueda decir¡ tambi¨¦n me gustan los pintores g¨®ticos y los grabados antiguos y los de las enciclopedias¡
P. ?Y en su discurso?
R. No soy el m¨¢s adecuado para describirlas. Yo estudi¨¦ Bellas Artes y mi primer deseo ten¨ªa m¨¢s que ver con el lado art¨ªstico. Hac¨ªa cosas que apelaban m¨¢s a ese campo. Ahora se ha transformado en algo m¨¢s teatral. M¨¢s cercano al spoken word (eso de spoken word lo estoy usando por descarte porque vaya definici¨®n: ¡®palabra hablada¡¯)
P. La pataf¨ªsica, Groucho Marx, Dal¨ª¡
R. Lo ¨²nico que puedo decirte y que no me parezca una estupidez es hablar de determinada mezcla de estados, de cuerpos y de sensaciones. Son ocurrencias que tengo anotadas. Al principio era un material en bruto y herm¨¦tico. Ahora lo elaboro m¨¢s y se lo vuelco al p¨²blico. No me siento a pensar ideas.
P. ?Se considera usted catal¨¢n?
R. Nac¨ª en Canarias y a los tres a?os me fui a Mallorca. Tengo acento mallorqu¨ªn y tambi¨¦n un poco sueco, porque mi madre es sueca. ?ltimamente me he metido m¨¢s en el sueco. En el Ultrashow hay una musicalidad mallorquina y sueca. Canaria no.
P. No s¨¦ si de da cuenta de que no consigo sacarle referentes
R. A ver, pues Jonathan Mill¨¢n, con quien hice Hervir un oso (ed. Belleza Infinita, 2010). Siento cercan¨ªa con ¨¦l y con los de Vengamonjas¡
P. Pero con esas personas m¨¢s bien compartir¨¢ usted referentes...
R. T¨² quieres unas figuras y yo me voy a ir por las ramas¡ [durante unos segundos gesticula y parlotea y habla de ¨¢rboles geneal¨®gicos y de ramas que se dividen y subdividen]. Imag¨ªnate que tienes un problema y que siempre preguntas por los referentes y no te vale ninguna respuesta y siempre insistes: 'ya, pero los referentes'. En fin. Dir¨ªa que David Shrigley. Referentes humor¨ªsticos no tengo¡ bueno Monty Phyton. Esos son muy comunes. Y en Espa?a¡ Chiquito, porque fenomenol¨®gicamente hay cosas de ¨¦l que siento muy cercanas. El otro d¨ªa en el show hubo una especie de posesi¨®n y me dieron ganas de seguir hablando como Chiquito. He introducido un ¨¦nfasis musicado extra?o en el show que se acerca mucho a Chiquito. Cort¨¢zar tambi¨¦n me gusta mucho. Burroughs, Bernhard, Kafka¡
P. ?Sebald?
R. Sebald no. Foster Wallace. De este me lo he le¨ªdo todo. Bueno, menos el primero, que a¨²n no est¨¢ traducido.
P. Cree que esa cosa llamada ¨¦lite cultural en Espa?a respeta el humor (en Estados Unidos y en Reino Unido los humoristas y c¨®micos son muy respetados¡)
R. No me concibo como un autor de humor. Entiendo que lo m¨ªo es un ejercicio humor¨ªstico y la gente se r¨ªe en el show¡ pero en mi cabeza el humor ocupa solo un lugar relativo. No me atrever¨ªa a decir que soy humorista porque si uno dice eso genera unas expectativas muy superiores a las de la literatura o la poes¨ªa convencionales. Al humorista se le puede medir a un nivel auditivo. Si el p¨²blico no se r¨ªe es que no est¨¢ funcionando. Para m¨ª esa es una presi¨®n muy grande. Yo ofrezco mis ideas. Por ejemplo: ¡°suelo de charol, cuidado que la gente sale corriendo hipnotizada por la belleza del suelo de charol y se cae¡¡±. Un p¨²blico que no responde a esto es un feed back negativo muy fuerte. No quiero ponerme en ese lugar.
P. Entonces lo suyo si no es humor ?qu¨¦ es?
R. Una especie de juego infantil, apol¨ªtico, cerrado, vacuo, tiene algo de risita tonta adolescente. Soy un tipo t¨ªmido con tendencia depresiva y poca ambici¨®n. Yo hac¨ªa mis blogs y mis cosas y eso cay¨® en gracia. Si no hubiera pasado habr¨ªa seguido de teleoperador de gr¨²as. No he ido a buscar editoriales y teatros, yo hac¨ªa mis cosas que me daban sentido y no sab¨ªa c¨®mo formalizarlo. Sigo teniendo el sue?o de, dentro de la producci¨®n est¨¦tica y de la creatividad, ser feliz desde cierta invisibilidad, sin necesitar que el mundo se fije en m¨ª. Como en la ¨¦poca de los fanzines¡
P. No cultiva usted la escatolog¨ªa ni la crueldad¡
R. ?C¨®mo que no? Me gusta la gratuidad en lo negro y en lo escatol¨®gico pero lo he moderado porque veo que la gente se agarra a eso y hay un riesgo de ser malinterpretado. Ahora intento que si aparece sea con dignidad. En el primer libro hay m¨¢s: alg¨²n pedo, alguna caca limpia¡ Es un terreno muy com¨²n, un lenguaje que todo el mundo conoce. La cosa es emplear el lugar com¨²n no como objetivo, si no como herramienta.
P. Siento el t¨®pico pero, ?el humor es terap¨¦utico?
R. Me jode porque cuando se introducen lugares comunes en entrevistas surge una neblina. A veces uno no puede responder m¨¢s que con otro lugar com¨²n, y me parece tr¨¢gico. S¨ª: el humor ayuda a vivir. No queda otra que re¨ªrse o llorar, etc¨¦tera¡
Babelia
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